«Nave Extraterrestre apareció en Chilca»
Diario Expreso – Marzo 1989
Lima, Martes 28 de Marzo de 1989
Página 2
Por Manuel Dornellas
Fulgor en Chilca
El periodismo no es únicamente análisis racional de la Información. También es Instinto para buscar esa noticia, siempre elusiva. Como el que tuvo Edilberto Alvarado, jefe de Fotografía de EXPRESO, para regresar al lugar donde estaba anunciada por el Grupo Rama la llegada de una nave extraterrestre. El instinto no le faltó, y hoy nuestro diario proporciona una primicia mundial.
Desde luego, no faltará quienes digan que las fotos que se publican en esta edición son un montaje, o que reflejan un objeto distinto a esa extraña nave espacial que Alvarado vio con sus propios ojos, y a quien le siguen temblando las manos de la emoción.
Pero el hecho concreto es que con Alvarado estaba un grupo de cerca de sesenta personas, entre las cuales varios periodistas de otros países. EXPRESO y ellos son testigos de lo sucedido. Nadie podrá borrar de sus retinas el fulgor de esa noche.
Se puede ensayar mil explicaciones, filosóficas o religiosas, de esta aparición. Cada lector de EXPRESO se formará su propia opinión sobre lo sucedido. No nos toca a nosotros guiarlo en esa aventura del pensamiento. Sólo nos corresponde dar cuenta del hecho.
Como director de este periódico, no puedo sustraerme a la emoción de esta primicia. El comentario político queda de lado, hoy, para dar paso al flujo de la adrenalina. Tres días en estado de alerta no pasan en vano. Tres días que movilizaron la atención de diarios, radioemisoras y canales de televisión, a quienes finalmente eludió la noticia. No contaban en sus filas con alguien que tuviera el certero instinto de Edilberto Alvarado.
Ahora, todos los medios comenzarán a ampliar la información, buscando nuevos testigos que apuntalen o traten de desmentir la noticia. Es la suerte de cualquier primicia. Una vez publicada, pasa al dominio público. Su propiedades tan fugaz como el paso de una nave extraterrestre.
El esfuerzo de EXPRESO se plasmó en noticia, claro, por la providencial aparición del extraño objeto que sobrevoló las pampas de Chilca, pero también por la constancia de gente de nuestras filas y por la convicción de una persona de la trayectoria -vital y profesional- de Pablo de Madalengoitia. Ellos creyeron en la posibilidad de la anunciada visita espacial. La cámara de Edilberto Alvarado les ha dado la razón.
La noticia recorre, a estas horas, el mundo entero. En distintos lugares del orbe, gente de todo tipo opina sobre el fenómeno. Unos, echando al vuelo su escepticismo. Otros, expre- sando la recóndita esperanza de que viajeros de otros mundos auguren tiempos mejores para los habitantes de este cruel planeta.
La realidad cotidiana ha sido alterada por un nuevo dato, apto para el análisis y la conjetura, proporcionado por el diario EXPRESO de Lima, Perú. Una convulsionada comarca de América del Sur.