Capítulo 13
La rebelión de los oriones, ocurrida hace unos 25.000 años de los nuestros, había sido controlada por la Confederación Galáctica. Aquellos seres que se plegaron a la violenta postura de Satanael fueron deportados a la Tierra para redimirse apoyando el proyecto, como si se tratasen de trabajos forzados, y así contribuir en el proceso de aprendizaje de la raza humana.
Para comprender esto imaginemos a un sEstos oriones que fueron enviados a nuestro planeta, no solo mantuvieron su rebeldía sino que habrían estado involucrados en la contaminación que se produjo (transgresión), habiendo influenciado en los pleyadianos como para ser hibridaran. Aquí en nuestro mundo estos “ángeles caídos o deportados” envejecieron prematuramente y murieron quedando atrapados en otra dimensión. Declarando desde allí una guerra psíquica a la humanidad y constituyéndose como un gobierno secreto negativo, En la hibridación había el deseo oculto de encarnar en cuerpos mestizos que les permitieran llegar a controlar al planeta.
Cuerpos Clonados
En un procedimiento que no podemos comprender aun en la Tierra, decidieron construir sus propios cuerpos o réplicas adultas, para ser ocupadas si su vehículo material era destruido o se detectaba ya inservible. Era como cambiar de ropa.
Para comprender esto imaginemos a un ser con una conciencia de 3000 años de existencia encarnar nuevamente como bebé, y tener que vivir ese proceso, una y otra vez, hasta poseer un cuerpo adulto. En la Tierra, desde luego, esto no es así, por cuanto nos encontramos en un peldaño distinto de aprendizaje, olvidando quiénes fuimos en una existencia anterior y creciendo con distintas personalidades en distintas familias, geografías y realidades para finalmente abrazar la iluminación que nos lleva de regreso a Dios. Según los Guías, no poseemos aun la preparación necesaria para recordar todo cuanto hicimos. Si en una sola existencia, los seres humanos nos vemos afectados por las personas que nos hicieron daño, que nosotros dañamos, que amamos, que perdimos, y diversas experiencias de impacto que nos sacuden, ¿qué pasaría si recordáramos el mismo proceso pero en 20 o 50 existencias a la vez? No lo soportaríamos.
Para comprender esto imaginemos a un sLo que nos permitiría prepararnos para asumir ello, es la conciencia de que somos en realidad seres cósmicos.
Los Cristales – Prisión
Al envejecer rápidamente y morir en la Tierra, como originalmente provenían de Orión y de otro tiempo, las esencias de los deportados tendrían que haber vuelto a su lugar de origen. Si ello hubiese sido así, posiblemente hubiesen encarnado en los cuerpos clonados, ya adultos, que se encontraban en aquellos mundos de la gran constelación.
Los Vigilantes de las Pléyades, para evitar ello, depositaron en la Tierra unos cristales piramidales, de un color verde brillante. Es interesante citar la siguiente noticia dada a conocer por la NASA el 30 de Mayo del 2011, donde se dice que en recientes investigaciones publicadas en el Astrophysical Journal Letters se dice que se ha detectado una extraña lluvia de cristales verdes sobre una estrella de la constelación de Orión. Según el investigador Tom Megeath, de la Universidad de Toledo en Ohio, estos cristales están formados de un material llamado Olivino. No obstante, hemos sabido, en experiencias recientes, que no todos aquellos oriones que han muerto luego de un envejecimiento prematuro cuyas esencias fueron atrapadas en otro plano dimensional por aquellos cristales y que fueron deportados en la Tierra, siguen en una suerte de zona fantasma o limbo o bajo astral, algunos se las han ingeniado para reencarnar aquí en la tierra en cuerpos humanos. Parte de esto lo consiguieron con la complicidad de civilizaciones que han logrado escabullirse y han generado los casos de abducciones que se han producido en nuestro mundo para producir cuerpos híbridos.
Lugares como Paititi y Monte Shasta, entre otros son enclaves donde se hallan aquellos Cristales-Prisión, y que explicarían el por qué de la presencia de la Hermandad Blanca, cuya fundación en la Tierra, abordaremos en el siguiente capítulo. Los oriones «atrapados» dimensionalmente le habían declarado una guerra psíquica a la humanidad, afectando considerablemente a los atlantes, quienes fueron manipulados y conducidos hacia la autodestrucción después de hacerlos que agredieran sistemáticamente a los murianos.
Maldek y la destrucción de Poseidonis
Los atlantes se volvieron una raza colonizadora, guerrera, expandiéndose por el planeta e imponiendo su tecnología y avance. Incluso se vieron en un enfrentamiento continuo con aquella civilización autónoma que había sido la antigua Lemuria sometiéndola y, por si esto fuera poco, enfrentaron una guerra interna por cuanto la Atlántida se fraccionó en dos corrientes: la que mantenía el espíritu de la luz, y aquella influenciada por las tinieblas que terminó destruyendo el archipiélago atlante; de las diez islas quedaron sólo a tres como supervivientes, entre ellas, el centro principal, que alude a la Poseidonis de Platón.
Para comprender esto imaginemos a un sFrente a esta situación que los Vigilantes no pudieron controlar, se pensó que si los atlantes se extendían fuera del planeta, podría resultar conveniente para reorganizar con ello el proyecto planetario, ya que con el tiempo se podría hacer que estos mestizos quedaran al margen del proceso terrestre, a pesar de que eran semi-terrestres. Esto es, que llegado el caso, la civilización atlante completa sería trasladada a Maldek planeta ubicado antiguamente entre Marte y Júpiter. Para este fin se envió a otros atlantes a Marte para establecer un puente práctico entre la Tierra y Maldek, con tan malos resultados que no mucho tiempo después de haber arribado, se produjo un abuso por parte de ellos con la civilización marciana, generando un choque terrible.
Toda la tensión generada en Marte por los atlantes, y luego en Maldek, por la ley de vibración lo semejante atrae lo semejante atrajo a un objeto sideral errante hacia el interior del Sistema Solar, acercándose a Maldek, y en una violenta colisión destruyéndolo. Las consecuencias fueron catastróficas, pues los fragmentos salieron despedidos hacia Marte impactándolo, haciendo que gran parte de su agua y su atmósfera se perdiera en el espacio, acabando con la mayor parte de la vida en la superficie del planeta rojo (Aquí debemos acotar, que en la actualidad hay vida en Marte, pero sus pobladores viven en el subsuelo del planeta).
Pero los fragmentos de Maldek no sólo alcanzaron a Marte. Ellos también llegaron a la Tierra, estrellándose muchos contra el escudo natural del planeta que es la Luna. En ese entonces, la Tierra atrapó dos grandes trozos que estuvieron orbitando durante un cierto tiempo alrededor del mundo, por lo que podemos afirmar que hubo una época en que tuvimos tres lunas; la actual y dos asteroides más pequeños, los cuales fueron más adelante atraídos al planeta impactando uno de ellos en el Pacífico y mucho tiempo después, el otro entre el Atlántico y el Caribe, produciendo profundas fisuras donde la corteza terrestre es bastante débil, abriéndose así, peligrosos vórtices electromagnéticos, que actualmente se conocen como el Triángulo de las Bermudas y el Triángulo del Dragón.
Tenemos que reseñar que estos fragmentos no cayeron inmediatamente en el planeta. En ese entonces, la tecnología y el poder mental de los atlantes era muy grande, de tal manera que llegaron a controlar aquellas otras «lunas», colocando precisamente en lo que hoy corresponde al mar caribe, una estructura piramidal llamada por los atlantes «Tagmatrón» con una gran esfera de cristal en la punta a manera de una inmensa máquina energética que proyectase un haz de luz al espacio, y sostuviese la presencia de cada uno de esos cuerpos.
Esta pirámide concentraba una energía extraordinaria, como jamás hubiésemos imaginado. Pero la crisis interna de la sociedad atlante llegó a niveles incontrolables, como describimos líneas tras, por la influencia satánica, que pretendió utilizar el poder desarrollado para liberar a sus compañeros y atacar a la mismísima Confederación Galáctica; ello terminó revirtiendo el poder de dicha pirámide, atrayendo aquellos cuerpos siderales que debían mantenerse a la distancia, haciéndoles impactar y creando, no sólo grandes abismos oceánicos, sino también hoyos interdimensionales que comunican con otro tiempo y espacio. Estos agujeros no están abiertos todo el tiempo, sino cuando se concentra gran cantidad de energía por las tormentas que se producen frecuentemente en la zona.
La Guerra Psíquica
Todo esto y más hizo la oscuridad en contra del proyecto. El planeta registraba por ese entonces, graves problemas debido a los desequilibrios provocados por los inmensurables impactos.
Para comprender esto imaginemos a un sLos oriones estarán allí atrapados hasta que se cumpla el plan redención. Es decir, o ellos se arrepienten y cumplen con ayudarnos, o si no, de ahí no salen. Por eso aquellos seres le han declarado una guerra psíquica a la humanidad, y como ya vimos, desde la Atlántida, en donde casi lo consiguieron, han hecho todo lo posible por destruirnos. Recordemos que esta guerra psíquica no es solamente referida por los extraterrestres hacia nosotros para que estemos alerta de cómo la asechanza intenta manipularnos. El apóstol Pablo ya lo mencionaba en una de sus cartas a los Efesios (Ef. 6, 11-12) cuando dice:
«Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes».
Como ellos no pueden manipular a todos los seres, manipulan a unas cuantas personas vinculadas a la política, a la religión, a la economía, a los mandos militares, y a través de ellos mantienen el caos mundial de desesperanza, angustia y desequilibrio. Son ellos, los satánicos atrapados y aquellos que ya han logrado encarnar aquí, así como sus servidores los que conforman y mantienen un Gobierno Interno Negativo en nuestro planeta, que basa su poder en la manipulación y la ignorancia. Para esto todos los grandes archivos de la humanidad han sido sistemáticamente destruidos desde la Gran Biblioteca de Alejandría hasta los libros durante la inquisición, también registros del Cusco, los códices mayas y aztecas hasta la barbarie del fascismo alemán. Todo aquello que pudiera darnos luz, que pueda llevarnos a recordar que somos parte de un proyecto cósmico ha sido silenciado de una u otra forma, y que quede claro que no somos «ratas de laboratorio», en realidad, somos como bebés de probeta; y que nuestro mundo no es una granja donde nos están cebando para luego incluirnos en su dieta alimenticia, sino, más bien, somos una especie de «casa cuna» o jardín de infantes de donde los maestros esperan aprender de los discípulos a través de nuestras propias vivencias.
Recientemente hemos visto como durante la guerra de Irán del año 2003, a pesar de que había un compromiso con la Unesco de preservar los lugares arqueológicos y culturales se incendió y destruyó la biblioteca de Bagdad, donde habían libros manuscritos contemporáneos a la redacción del primer Corán, y eso evidentemente no lo hicieron los musulmanes. También se saqueó el museo arqueológico de Bagdad de donde desaparecieron las 180,000 piezas arqueológicas que allí habían, de entre las cuales destacaban 80,000 tablillas de arcilla en escritura ideográfica simbólica sumeria, y cuneiforme acadia, babilonia, elamita, asiria y persa, que hacía poco que habían empezado a traducir y que hablaban de visitas extraterrestres en el pasado en la Mesopotamia.
Por esto podemos decir que la única ventaja que tienen las fuerzas de la oscuridad frente a la humanidad, es que mientras que ellos conocen sus limitaciones, nosotros ni siquiera conocemos nuestras posibilidades. Lo nuestro es un problema de ignorancia.