La Jerarquía Galáctica

Capítulo 5

Los extraterrestres nos dicen que nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene un gobierno compuesto por 24 seres a los que ellos llaman Los 24 Ancianos de la Galaxia. Esos 24 seres no representan a 24 civilizaciones sino a la evolución misma. Todos los mundos más evolucionados de nuestra Galaxia, en capacidad de ayudarse a sí mismos y de ayudar a otros que están en vía de evolución se encuentran regidos bajo la supervisión de estos 24 seres. Los nombres de estas entidades son:

Los 24 Ancianos tienen participación en el Consejo de los Nueve de Andrómeda, formando así una especie de Concilio de 33 miembros que representan a la «Gran Hermandad Blanca de la Estrella».

El Consejo de los Nueve, constituido por un representante de cada una de las nueve galaxias de nuestro Universo Local, está formado por:

Por debajo de la Gran Hermandad Blanca de la Estrella se encuentran:

 

Los Ingenieros Genéticos o Sembradores de Vida

En La Biblia se les denomina, Elohim. Son seres elevados de distintas razas extraterrestres, que tienen un gran avance tecnológico, moral y ético, lo que les permite actuar como «Arquitectos de Planetas» o como “Sembradores de patrones de vida”, teniendo la facultad y capacidad tecnológica de modificar físicamente la estructura de las criaturas, algo que los seres humanos hemos heredado guardando ese conocimiento en nuestra memoria genética y que en la actualidad hemos sabido reproducir con el descubrimiento del “Genoma” o “Mapa de la Vida”.

Los experimentadores poseen también la capacidad tecnológica así como la preparación ética y la autorización de viajar y manipular concientemente el «tiempo».

 

Los Guardianes y Vigilantes

Constituyen el «brazo derecho de la Confederación». Se encargan de velar por la protección de mundos que se encuentran en vías de evolución, como la Tierra, evitando la intromisión de civilizaciones extraterrestres que esgrimen intenciones bélicas o de colonización, o inclusive, estudios científicos no autorizados por el orden establecido desde la Confederación de Mundos de la Galaxia. Generalmente, los Guardianes y Vigilantes poseen bases orbitales próximas a los planetas en observación o bajo «cuarentena», siendo el caso propio de la Tierra, que es vigilada desde estaciones espaciales o gigantescas naves nodriza, indetectables por nuestra tecnología y que se encuentran orbitando la Tierra, la Luna y algunos de los planetas y satélites cercanos. Recordemos que en 1969, durante el vuelo del Apolo XI rumbo a la Luna, los astronautas Neil Amstrong, Edwin Aldrin y Michael Collin fueron testigos y hasta fotografiaron la presencia de un gigantesco objeto fusiforme orbitando alrededor de la Tierra, que calcularon medía unos 500 km de largo. Luego el 8 de noviembre de 1999, el satélite geoestacionario “Goes 8”, que se encuentra ubicado sobre la Patagonia chilena y argentina, captó la presencia de un objeto ovalado que se calculó media 450 km de diámetro; y que a pesar de sus gigantescas dimensiones era indetectable desde la Tierra.

 

Los Instructores o Guías

Son los que están más cerca de nosotros. Su función es orientar misiones de ayuda planetaria en cada uno de los planetas seleccionados; como ha sido el caso en la Tierra de la Misión RAHMA, para motivar el despertar de conciencia de la raza humana y prepararla para el momento del salto evolutivo o Tiempo Nuevo.

Los Guías pasarían por un periodo de adiestramiento para comprender la forma de vida que asistirían y cómo lo harían. Esta preparación involucraría un estudio profundo de las diversas posibilidades y necesidades, y la forma más adecuada de llegar a alcanzar dichos objetivos. En el caso concreto de la Tierra, los Instructores se formaron en una suerte de «universidades espaciales», donde no sólo hicieron un seguimiento de nuestra evolución sino que también profundizaron los conceptos de la cultura terrestre, estudiando y perfeccionando también el mecanismo más viable de comunicación (la telepatía), y que motivaría el despertar progresivo de facultades dormidas en el hombre. Por ello, los Instructores o Guías, a pesar de ya poseer esta facultad, fueron entrenados como Doctores Mentales, y así poder operar efectivamente en mundos de poderosos y desordenados patrones mentales, así como desenfrenadas energías emocionales como la Tierra.

Los Guías como seres del Universo Material fueron los que recibieron el encargo de la Hermandad Blanca de la Estrella para venir a acelerar y consolidar el proceso del despertar de la conciencia en cada uno de los ocho planetas seleccionados de categoría Ur, pero para ello requerirían enlaces, personas dispuestas a ser el puente. A estas personas se les hizo un seguimiento a través de diversas encarnaciones.

 

 

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