¿Es la Biblia un relato de la presencia de extraterrestres en la Tierra?
Con todo el respeto que nos merecen las Sagradas Escrituras, y los Libros Sagrados de otros pueblos y Religiones, al ser la Biblia un registro en gran parte histórico del pueblo de Israel a lo largo de casi cuatro mil años, considero que en él se encuentra una gran cantidad de referencias a la presencia de extraterrestres en nuestro mundo.
¿Esto negaría la existencia de Dios?
De ninguna manera. Dios es el Creador de todo, y el que extraterrestres más avanzados que nosotros puedan haber estado actuando en la Tierra, no niega la existencia de Dios, por el contrario; la idea de Dios que hoy manejamos habría surgido de ese contacto con seres del espacio. Pero no la idea de un Dios extraterrestre, sino de una fuerza universal incomprensible. Aunque siempre surge la posibilidad de que se confundiera al mensajero con el mensaje.
¿Serían los ángeles los extraterrestres?
Los ángeles del pasado serían los extraterrestres de hoy, y esto es evidente al analizar el desenvolvimiento de estos personajes.
¿Cuando se podrá saber de todo esto abiertamente?
Al ritmo de los acontecimientos mundiales, podría decir que no falta mucho, y en tal sentido analicemos éste fragmento de uno de los rollos del Mar Muerto:
«Esto será para vosotros la señal de lo que sucederá: cuando la prole de la perversidad sea encerrada, la maldad desaparecerá ante la rectitud como las tinieblas ante la luz. Y como el humo se desvanece y ya no existe más, así la maldad se desvanecerá para siempre y la rectitud se mostrará como el sol, ordenador del mundo. Todos los que retienen los misterios de la rebeldía dejarán de existir, el mundo se henchirá de conocimiento y jamás habrá ya en él insensatez.»
(Qúmram, Libro de los Misterios IQ27, 6-8)
¿Hasta qué grado habrían intervenido o actuado seres de otros mundos en nuestra historia?
Diría que hasta un grado de intervenciones directas, y en algunas ocasiones llegando al emparentamiento.
«Pensé entonces para mis adentros que la concepción (de Noé) había sido obra de los Vigilantes de Mundos y de los Guardianes de Planetas, o de los nefileos (ángeles caídos o gigantes)( …)
Yo te juro por el gran Santo, por el Rey de los cielos… que es de ti esta simiente, de ti esta concepción y de ti el fruto producido… y no de ningún extraño ni de ninguno de los Vigilantes ni de ninguno de los Hijos del Cielo».
(Qúmram, Apócrifo del Génesis 1QGn,1y 16)
La Biblia y su Historia
La Biblia es un libro considerado sagrado para varias de las más grandes religiones del mundo, y fuente de inspiración para muchos de los seres humanos que han marcado la historia. La palabra Biblia viene del término griego «Biblon», que significa «Libro»; y que a la vez es una palabra de origen fenicio, por cuanto corresponde al nombre de la antigua ciudad fenicia de «Biblos» (actual Líbano). Y es que los fenicios fueron agentes exportadores de cultura por el mar Mediterráneo, transportando con sus mercancías el alfabeto y la escritura.
Originalmente la Biblia estaba escrita en hebreo, un idioma misterioso que no registró evolución sino que apareció de un momento a otro, completo, con sus veintidós letras, todas consonantes y ninguna vocal. Y en el hebreo no se conocieron los números , de tal manera que las letras también servían de números. Así, las primeras 9 letras, representan a las unidades, las siguientes 9 a las decenas, y las últimas 4 a las centenas. Por ello cualquier palabra podría traducirse a números y viceversa. Como si fuese un idioma cifrado de códigos.
La Biblia fue el primer libro que imprimió Gutemberg, y de él salen anualmente más de dos millones de ediciones en todo el mundo, y en todos los idiomas. En sí es como una gran enciclopedia pues contiene de todo, desde historia, tradición, mitos y leyendas, hasta normas jurídicas, poesía, maravillosos cantos y oraciones, aforismos, enseñanzas sobre medicina tradicional y también recetas de comida. Y la constituyen muchos libros distintos pero complementarios entre sí, escritos en diferentes épocas.
El cuerpo de la Biblia ha sido extraído de códices que hoy son conocidos como el Sinaítico, Alejandrino y el Vaticano. La Biblia Católica esta compuesta desde el Concilio de Trento en 1546 por 72 libros, agrupados en 45 libros en el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo Testamento (a partir del surgimiento del cristianismo). La Biblia Judía dividida en tres grupos de libros: la Ley, los Profetas y los Escritos sólo acepta 38 en total; y en el canon Protestante los 38 del Antiguo Testamento de los judíos, más los 27 del Nuevo. Los primeros cinco libros que llamamos el «Pentateuco», y los judíos «La Toráh «, fueron atribuidos a Moisés (siglo XIV a.C.). Pero hoy sabemos que mas bien fueron los escribas de Salomón (siglo X a.C.), los que la redactaron o recopilaron de la tradición oral, combinando dos tradiciones llamadas actualmente la «Elohista» y la «Yahvista», que en todo momento se entrecruzan en los textos. Pero la escabrosa historia del pueblo de Israel, hizo que se perdiese gran parte de ese material con las invasiones de Asirios y Babilonios, siendo nuevamente compaginado en la época de Esdras y Nehemías (siglos V-IV a.C.).
El Nuevo Testamento constituye el aporte del Cristianismo como la continuación de la historia del pueblo elegido por Dios, universalizando el mensaje; y está dividido en tres secciones: los libros históricos, los didácticos y un libro profético que viene siendo el Apocalipsis o Libro de las Revelaciones.
Hasta 1945 se conocían además de los llamados libros canónicos (aceptados oficialmente), 50 apócrifos del Antiguo Testamento y 60 del Nuevo. Esto es, libros cuyos originales no han sobrevivido hasta nuestros días (de dudosa originalidad y procedencia), y sólo nos han llegado copias de copias, traducciones eslavas, etíopes y armenias. Pero precisamente en ese año se hallaron en las Cuevas de Nag-Hamadi en Egipto, los Evangelios Gnósticos de la Infancia de Jesús, originales del siglo IV d.C.; y luego en 1947, en la orilla occidental del Mar Muerto, se descubrieron de una forma accidental, los rollos de los Esenios de Qúmram, conteniendo no sólo originales en Hebreo, Arameo Antiguo y Griego de los libros considerados canónicos, sino también originales de los apócrifos conocidos,y de muchos que ni siquiera se conocían.
En el siglo III a.C. el faraón Ptolomeo Filadelfo en la magnífica y cosmopolita ciudad de Alejandría, había encargado a 72 sabios hebreos de la comunidad judía local, para que en un plazo extremadamente corto (72 días), tradujeran la Biblia al griego, para colocarla en la famosa biblioteca de la ciudad. De allí surgió la versión de «Los Setenta» (Septuaginta). Luego en el siglo IV de nuestra era, San Jerónimo tradujo las Sagradas Escrituras del griego al latín, conociéndose ésta como «La Vulgata».
La Biblia al ser un texto sagrado, admite varios niveles de interpretación, con multiplicidad de significados. Pero fundamentalmente es un libro de historia; la historia del pueblo de Israel, un pueblo contactado y que dio testimonio permanente de dicho contacto con otras realidades. Pero es una historia cierta, arqueológicamente comprobable, aunque muchos acontecimientos producto de la trasmisión oral y del tiempo transcurrido hayan variado, degenerado o se hayan cargado de un mayor carácter épico del que tenían originalmente.
Con todo respeto no pretendo hacer un estudio exhaustivo de la exégesis bíblica, ni de lo que respecta a lo teológico (sabiendo desde ya que en ciertos textos como el del Génesis por ejemplo, no se pretende ser histórico sino metafórico y moralista). Mi interés tan sólo es plantear la posibilidad de que más allá del evidente trasfondo moral y espiritual, las Sagradas Escrituras como libro histórico, contienen las evidencias de que hemos sido visitados por seres de otros mundos que han venido acompañando nuestra historia; y que en cierta medida son nuestro pasado o artífices del mismo, y nosotros en cierta medida,somos su futuro, en tanto que seríamos una proyección de sus expectativas, como un padre con sus hijos. Esto no vendría a echar por tierra nuestras creencias religiosas, ni niega la existencia de Dios, por el contrario lo reafirma, por cuanto se estaría demostrando que no estamos solos, que nunca lo hemos estado; y también explicaría muchos aspectos incomprensibles hasta ahora.
En la Biblia nos vamos a encontrar muchos términos que a pesar de que ciertos autores los consideran y transcriben como sinónimos, no lo son. Por ejemplo , tenemos el término «Elohim», que se traduce como «los dioses» o «nosotros»; pero no es lo mismo que «Elyón» (El Absoluto); o «El» , dícese de cada unos de los Vigilantes (dios o entidad superior venido de las estrellas); o»Adonay o Edonay» (El Señor); o «Yahvéh o Jehová» (El es o El que es); o «El Sadday» (el Todopoderoso); o «Eli» (Padre). Y también tenemos»malak o malakim» (ángel en griego o mensajero) que significa «portador» o»el lado incomprensible de Dios»; términos todos ellos, muy repetidos en los primeros libros del Antiguo Testamento, y que van a ser parte de la pista que nos lleve hasta la comprensión de la participación de extraterrestre en los relatos.
Pero pasemos directamente al análisis de los textos:
La Creación: ¿Pero, por quién?
¿Somos acaso el resultado de una manipulación genética o de una siembra de vida extraterrestre?
«Entonces dijo Elohim: Hagamos al hombre a imagen nuestra, a nuestra semejanza…»
(Gen 1,26)
Interpretación:
Sabemos que los designios de Dios son extraños y más extraños los medios que él utiliza. No nos debe sorprender que la divinidad muchas veces actúa de una manera indirecta pero eficaz (« Dios puede escribir derecho en renglones torcidos). La palabra Elohim con que empieza la Biblia judía, como expuse antes, se traduce como «nosotros», o los «dioses», en plural.
Tomando en cuenta éste pequeño detalle, pregunto ¿qué pasaría si aceptamos que otras galaxias, sistemas y soles surgieron antes que el nuestro?, y que en algunos de estos otros hogares cósmicos se desarrollaron civilizaciones, que no son mejores que nosotros, sino que están adelantadas, en un diferente momento de evolución; como el hermano mayor en la universidad y nosotros, en el jardín de infantes. ¿Podrían algunas de estas culturas extraplanetarias, de acuerdo a su capacidad tecnológica, llegar hasta nosotros? Puede ser que sí.. Algún día, nuestra tecnología nos permitirá llegar a otros mundos y gracias a los conocimientos diversos, entre ellos genética, podremos acelerar a discreción (pero con ética), el proceso de la vida, sembrando allí nuestra simiente o lo que nosotros conocemos y somos.
Y cuando surja vida inteligente en esos mundos, para esos seres seríamos como sus dioses, por lo cual tendríamos que hacerles entender de que no somos dioses, simplemente seríamos colaboradores con la naturaleza. Entonces, para no crear dependencias, nos marcharíamos, prometiendo volver algún día; lo cual resulta siendo los mitos y leyendas de todos nuestros pueblos.
Toda esta argumentación podría ayudarnos a comprender el por qué de ser hechos a imagen y semejanza como cita las escrituras.
Mas allá del simbolismo de la imagen espiritual de un Dios con sus valores (capacidad creativa y capacidad de amar), de la que nosotros también seríamos un reflejo, planteémonos la posibilidad de que fuese ésta una aseveración directa y tácita: «Hagamos al hombre a imagen nuestra»…Dios no tiene apariencia física, y en el universo la regla es la variedad, por lo que estaríamos hablando de una siembra a imagen y semejanza de seres de otros mundos de apariencia humanoide (los hay otros totalmente diferentes), que por su similitud mantienen una cierta relación estrecha con nuestro ambiente y clima.
¿Llegaron a nuestro mundo varias tripulaciones extraterrestres a hacer labores específicas?
«Cuando Elyón repartió las naciones, cuando distribuyó a los hijos de Adan, fijó las fronteras de los pueblos según el número de los Beni’El, más la porción que le correspondió a Yahvéh fue Israel».
(Deuteronomio 32, 8-9)
«Elohim se yergue en la asamblea divina, en medio de los dioses juzga: «Hasta cuando juzgaréis injustamente y guardaréis consideración a los malvados (…)
Yo me dije: «¡dioses sois, e hijos de Elyón todos vosotros! Sin embargo moriréis como hombres y, como cualquiera de los príncipes caeréis.»
(Salmo 82, 1-7)
Interpretación:
La misma Biblia en el Deuteronomio y en sus Salmos,nos aclara el panorama con relación a la naturaleza colectiva de Elohim, y de cómo corresponde éste nombrea un rango jerárquico inferior a lo que uno se hubiese imaginado. En cuanto a los Beni’El , son estos los hijos de Dios o los dioses (ángeles), llamados también en los apócrifos como: Vigilantes y Guardianes de Mundos.
El pueblo hebreo originalmente no era monoteísta sino «monólatra», que significa, que reconocían la existencia de otros dioses, pero a la vez uno principal con el que se identificaban , llamado «Elyón» (El Absoluto). Según esto, habríamos confundido a las jerarquías intermedias y a los intermediarios con el Creador de todo. Y también nuestro mundo habría sido escenario, desde sus inicios, de un sistemático proceso de intervenciones extraterrestres a manera de un laboratorio genético. Pero no seríamos para estos seres, ratas de laboratorio, sino algo así como «bebes de probeta»; y nuestro mundo no sería visto como una granja, sino más bien como una casa cuna o un jardín de infantes (parvulario), en dónde estarían experimentando con nosotros formas y procesos de aprendizaje, debiendo ellos crear las condiciones como para aprender o recordar cosas a través nuestro; cosas que en su proceso de evolución han olvidado o han descuidado.
¿Hubo extraterrestres rebeldes a un Plan Superior?
«Tú dijiste en tu corazón: El cielo escalaré, por encima de las estrellas más altas elevaré mi trono y me sentaré en la montaña del encuentro, en los confines del septentrión; escalaré las alturas de las nubes, me igualaré a Elyón»…
(Isaías 14,13)
Interpretación:
Se suponía que los «dioses» (Elohim o Beni’El) se reunían periódicamente en un lugar llamado la «Montaña de la Asamblea», en los confines del monte Safón. Allí debían rendir cuenta a Yahvéh de la marcha de su gobierno, pudiendo ser castigados sino cumplían con las instrucciones. Pero al parecer, desde el principio hubo disidentes.
¿Fue la tierra un gran laboratorio genético?
«Entonces formó Elohim al hombre del polvo del suelo, e insuflando en sus narices aliento de vida, quedó constituido el hombre como alma viviente».
(Gen 2,7)
Interpretación:
A pesar de no pretender ser histórico, ni un tratado antropológico, el Génesis acierta en señalar (lo que la evolución ha demostrado), que después de todo lo creado apareció el hombre y no fue al revés. El ser humano es el último en la cadena evolutiva.
Según las escrituras es confeccionado a partir de la materia prima del planeta (polvo del suelo); pero no solo es materia, también posee un alma individual, y un espíritu, que es trasmitido de otra manera. En nuestro mundo se habrían dado ambos procesos, el de evolución, como el de intervención foránea.; a veces paralelos, y en otros coincidiendo (simultáneamente).
«Así pues, tomó Elohim al hombre y le instaló en el vergel de Edén, para que lo cultivara y guardara. Luego dio Elohim orden al hombre , diciendo: «De todo árbol del vergel podrás comer libremente, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no has de comer, pues el día en que de él comas morirás sin remedio».
(Gen 2, 16-17)
«Y empezaron a pecar contra los pájaros y contra las bestias, los reptiles y los peces, después ellos se devoraban la carne entre ellos, y se bebieron la sangre. Entonces la tierra acusó los violentos».
(Enoc 7,5-6)
Interpretación:
El Mito del Génesis no es de origen hebreo sino sumerio. Recordemos que Abraham vivió en Ur de los Caldeos junto con su padre Teraj, y allí, él fue educado en el legado cultural de éste pueblo ancestral, donde como lo señalan las tablillas de arcilla sumerias, ya se hablaba de un jardín, del árbol, de la serpiente, del fruto prohibido (la inmortalidad) y de los «dioses» creadores.
Imaginémonos por un instante una nave laboratorio aterrizando en algún punto de la Mesopotamia o del África. Era una nave invernadero, donde siete ingenieros genéticos llamados «Sembradores de Vida» o «Jardineros Cósmicos» (los Elohim), habrían sido enviados por el gobierno de nuestra Galaxia, conformado por Veinticuatro Venerables Ancianos Sabios (Consejo que agrupa a todos los mundos más evolucionados en capacidad de ayudarse y de ayudar), porque habrían considerado el momento oportuno para acelerar el proceso de la vida en éste planeta de categoría Ur (de un sistema de una sola estrella), conocido como la Tierra. Según esto, se continuaría e incrementaría el grado de intervención, pasando de esporádicos experimentos genéticos, a la acción directa de seguimiento y observación de los colectivos generados. Para lo cual a un grupo de antepasados nuestros (Adan), se les introduce en ésta nave laboratorio, advirtiéndoles que deben ser vegetarianos (se insiste mucho sobre esto, en el libro apócrifo de Enoc), y que deben evitar consumir directamente de ciertas plantas contraproducentes al proceso evolutivo (plantas alucinógenas), porque dañarían el organismo (neuronas del cerebro), y afectarían los vehículos sutiles, afectando también todo el proceso (bloqueando el desarrollo natural del potencial psíquico).
«La serpiente dijo a la mujer:
– No moriréis por supuesto: es que Elohim sabe que el día en que comáis de aquel (árbol) se abrirán vuestros ojos y os haréis como dioses, sabedores del bien y del mal (tendréis discernimiento)».
(Gen 3,4-5)
Interpretación:
Es natural que nos preguntemos que si Elohim era Dios, y Dios, todo lo sabe, ¿por qué permitió que la serpiente estuviese allí en el jardín y tentara a la mujer? A menos, que, El mismo hubiese preparado la trampa .Obviamente esto no puede ser. ¿Pero por qué podrían haber temido que el ser humano desarrollara su discernimiento? ¿De qué tenían miedo realmente?¿Qué era lo que no debíamos saber? ¿Por qué tanto temor por parte de ellos?
Nada tiene que ver ni Dios ni la serpiente en el hecho real, que habría ocurrido de manos de visitantes estelares hace cientos de miles de años (o millones) , por tanto dejemos a los ofidios en paz. Aquí nos encontramos con un relato que estaría mencionando que uno de los siete sembradores, identificado con el símbolo de la «serpiente» (símbolo del conocimiento y la sabiduría, pero también de la medicina) , se habría comportado como un médico extraterrestre (quizás una versión antigua del Dr. Frankestein o el Dr. Jeckyl) . Este ser habría priorizado la investigación científica para evaluar que pasaría con el consumo de aquellas plantas, pero a costa del futuro de nuestros antepasados.
«Tú eras sello de perfección, lleno de sabiduría y de acabada belleza; en el Edén, jardín espléndido habitabas: toda suerte de piedras preciosas eran tu vestido(…), y oro era el galón de tu hombrera y de tu escote(…)
Tú eras un querubín consagrado como protector, Yo te había establecido tal; estabas en la santa montaña de Elohim (eras uno de los nuestros), y te paseabas en medio de las piedras de fuego. Tú has sido perfecto en tu proceder desde el día de tu creación, hasta que se descubrió en ti la iniquidad.
Por la intensidad de tu tráfico has henchido tu interior de violencia y has pecado, y te he arrojado de la montaña de Elohim»…
(Ezequiel 28, 11-16)
««… es Gadriel: …, él es quien sedujo a Eva»
(Enoc 59,6)
Interpretación:
Este infausto personaje llamado Gadriel se habría prestado al juego de otras entidades, ubicadas tras bambalinas, para cometer una intromisión que frustró un proyecto cósmico. Existirían para esto, extraterrestres habitantes de otros planetas, y también «Ultraterrestres», que serían seres que pertenecen a otras dimensiones, e incluso a universos paralelos (recomiendo consultar mi libro: «Guardianes y Vigilantes de Mundos», editorial Errepar, Buenos Aires)
Es curioso cómo la descripción del vestuario de Gadriel coincide muchísimo con el que posteriormente vestirían los sacerdotes levitas por encargo de Yahvéh.
«Entonces oyeron ruido (de pasos) de Elohim, que se paseaba por el vergel a la brisa de la tarde, y el hombre y su mujer se ocultaron de la presencia de Elohim por el interior de la arboleda del vergel.
Elohim entonces llamó al hombre, diciéndole:
– ¿Dónde estás?…¿Has comido acaso de árbol de que te ordené no comieras?
(Gen 3, 8-11)
Interpretación:
El relato sugiere la presencia manifiesta de alguien que ocupa espacio y que esta ajeno, o no sabe necesariamente todo cuanto esta ocurriendo a su alrededor, lo cual demuestra que no se esta hablando de Dios, sino de estos visitantes, quienes ven fracasar el proyecto que tenían previsto, por el mal proceder de uno de sus compañeros.
¿Nos tienen miedo los extraterrestres por algo que nosotros desconocemos, pero que podríamos llegar a saber?
«Entonces Elohim dijo: ¡Ahí tenéis al que ha llegado a ser como uno de nosotros (el hombre) conociendo el bien y el mal! ¡No vaya ahora a largar su mano y tome también del árbol de la vida, coma de él y viva eternamente!
Le expulso, pues Elohim del vergel de Edén, y lo puso a trabajar la tierra de la cual había sido formado. Después de haber sacado al hombre, puso al oriente del jardín unos seres alados y una espada ardiendo que daba vueltas hacia todos lados, para evitar que nadie llegara al árbol de la vida».
(Gen 3, 22-24)
Interpretación:
Los extraterrestres llegan a temer las consecuencias de la trasgresión y de nuestro carácter y curiosidad; y también nos temen a nosotros, por cuanto somos una versión corregida y mejorada de ellos mismos. Deciden entonces, abortar esa parte de la misión, expulsando a nuestros antepasados del laboratorio genético. El proyecto es dejado de lado y la humanidad de la Tierra, abandonada a su suerte, en un mundo agresivo e inestable. Y tanto es el temor que se nos tiene, o la desconfianza, que se acordona la zona con guardias (¿robots?), y con armas inteligentes.
¿Qué conocimiento temían ellos que pudiéramos llegar a conocer?¿En qué los podría perjudicar a ellos?
«Entonces Elohim puso a Caín una señal para que no lo hiriera nadie que le hallase. Luego partió Caín de la presencia de Elohim y se asentó en el país de Nod, al oriente de Edén.
(Allí) conoció Caín a su mujer …»
(Gen 4, 15-17)
Interpretación:
Si Adan y Eva, Caín y Abel eran los únicos sobre la faz de la tierra, quien podría encontrar a Caín que no fueran sus padres; y ¿de dónde sale luego la mujer de Caín?. Además, ¿cómo puede ser posible que Caín se aleje de la presencia de Dios, si Dios esta en todas partes?. Evidentemente no se esta hablando de Dios sino de otra entidad mal interpretada como tal, y que se ubica en algún lugar determinado del paisaje.
Al salir fuera de la nave laboratorio, nuestros antepasados sujetos al experimento (ahora indefensos), se encontraron con muchos otros homínidos al margen del mismo, con quienes empezaron a mezclarse.
Según enseñanzas recibidas por los grupos de contacto extraterrestre: Hace unos 25,000 años de los nuestros dos grandes civilizaciones: los seres de Orión y los de las Pléyades habrían sido enviados a nuestro mundo en calidad de Vigilantes y Guardianes, para retomar las cosas, pero a la vez impidiendo que nadie interfiriera el proceso silvestre de evolución en que habría caído la humanidad. Pero uno de estos Vigilantes de Orión llamado «Satanel» (Satán o Satanás, que no hay que confundirlo para nada con Lucifer o Luzbel que sería un ultraterrestre), quiso interferir (pero no precisamente para bien), siendo el desencadenante de una tensión tal, que terminó convirtiéndose en lo que conocemos como: «la Guerra de los hijos de la luz, contra los hijos de las tinieblas» o también llamada la «guerra de los ángeles».
La cual, culminó con la deportación a nuestro planeta de los líderes de la disidencia, quienes acostumbrados a vivir miles de años fuera de nuestro mundo, envejecieron prematuramente aquí y murieron, quedando atrapados en otra dimensión. Aunque no todos los oriones participaron de la disidencia, los que se mantuvieron fieles al Plan fueron reemplazados por los seres de Sirio (Can Mayor), permitiéndoseles a los oriones, establecerse en las lunas de Júpiter y radicar allí en colonias mineras, quedando en actitud de observadores distantes del proceso planetario.
Enoc, los Vigilantes y los Ángeles Caídos
¿Fue Enoc el primer caso de abducción conocido?
«Como Enoc vivió de acuerdo con la voluntad de Elohim, un día desapareció porque Elohim se lo llevó».
(Gen 5,24)
Interpretación:
Aquí nos encontramos con el caso más antiguo que se conocería de «abducción» por parte de seres extraterrestres, aunque me atrevería a afirmar, que más bien fue una invitación a acompañarles, aunque no hubo retorno.
¿Hubo hibridación y mestizaje con extraterrestres en el pasado como cuentan todas las leyendas de los pueblos antiguos?
«Existían por aquel tiempo en la tierra, gigantes, e incluso después de esto, cuando los hijos de Dios (los ángeles del cielo) se unieron a las hijas de los hombres y les engendraron hijos, que son los héroes, desde antaño varones renombrados».
(Gen 6, 4)
Interpretación:
La Biblia recoge aquí una serie de afirmaciones muy fuertes como son la existencia de gigantes, permanentemente mencionados en la mitología Griega y de muchos otros pueblos; además, reproduce el tema ampliamente extendido de las relaciones sexuales de los seres divinos o celestiales con mortales humanos. Porque si los ángeles son seres inmateriales con cara de niña y alas en las espaldas -como se nos ha hecho creer-, cómo se explica que aquí se diga abiertamente que tuvieron contacto sexual, cual si fueran marineros que van dejando su familia de puerto en puerto. Este contacto sexual no podría ser posible sino fuesen seres físicos, ni podrían haber hijos si la genética no fuera compatible.
Como reiterando lo anterior en el libro Apócrifo de Enoc dice:
«Así, pues, cuando los hijos de los hombres se multiplicaron, les nacieron en esos días hijas hermosas y bonitas; y los ángeles, hijos de los cielos, las vieron, y las desearon, y se dijeron entre ellos: «Vamos, escojamos mujeres de entre los hijos de los hombres y engendremos hijos.
Entonces, Semyaza, su jefe, les dijo: «Temo que quizá no queráis (realmente) cumplir esa obra, y yo seré solo, responsable de un gran pecado».
(Enoc 6,1-4)
«Así, pues, todos ellos eran doscientos, y descendieron sobre Ardis, la cima del monte Hermon (frontera de Siria y Líbano)»…
(Enoc 6,6)
«Estos y todos los otros con ellos (ángeles), tomaron mujeres; cada uno escogió una, y comenzaron a ir hacia ellas y a tener comercio con ellas, y les enseñaron los encantos y los encantamientos, y les enseñaron el arte de cortar raíces y (la ciencia) de los árboles».
(Enoc 7,1)
Interpretación:
Se nos llega a dar los nombres del líder de los Vigilantes (Pleyadianos), que es «Semyaza»; y el número de los involucrados en la terrible trasgresión: ¡doscientos cosmonautas!. Pero también, se nos indica los inicios de la magia, la hechicería y el chamanismo, que recayeron originalmente en las mujeres. Aquí encontramos una explicación interesante, porque al ser estos sus orígenes, nos resulta más fácil entender la aversión y el miedo irracional que ha llevado al fanatismo a perseguir y matar de la manera más brutal a lo largo de la historia, a quienes han conservado y trasmitido éstas artes y conocimiento, llevando siempre las mujeres, la peor parte.
«El Señor dijo aún a Rafael: Encadena a Azazel, de pies y de manos, y arrójalo en las tinieblas; y abre el desierto que está en Dudael, y lánzalo allí.»
«Y a Miguel el Señor le dijo: Ve, encadena a Semyaza y a sus compañeros que se han unido a las mujeres para mancharse con ellas en toda su impureza».
(Enoc 10,4 y 11)
Interpretación:
La idea de los ángeles caídos, no sería solo la de aquellos que se habrían rebelado al Plan Cósmico o al Gobierno de la Galaxia, sino también, la de un grupo de transgresores que tuvieron contacto sexual con terrestres, cosa que estaba prohibida por los visitantes.
Esto del contacto sexual, podría haber sido promovido a la distancia, por aquellos exiliados que requerían de cuerpos híbridos o mestizos en donde encarnar, ya que ellos, directamente no podrían haberlo gestionado; y así, habrían abandonado su prisión en la medida que fueran muriendo y naciendo, aunque estarían sujetos a un olvido similar al nuestro de sus procesos anteriores (reencarnación).
«Destruye pues, todas las almas voluptuosas y los hijos de los guardianes, pues ellos han oprimido a los hombres».
(Enoc 10, 15)
Interpretación:
Al parecer, no todos los hijos de extraterrestres con humanos resultaron heroicos, por cuanto aquí se menciona que hubo algunos que oprimieron a los seres humanos, aprovechándose de su situación de ventaja, quizás por el conocimiento que manejaban.
«Allí vi siete estrellas del cielo, encadenadas juntas en ese lugar, parecidas a grandes montañas, y ardiendo como el fuego».
«Estas estrellas son las que han transgredido la orden del Señor y ellas han sido encadenadas aquí hasta que pasen diez mil siglos, número de los días de sus pecados»
(Enoc 21, 3 y 6)
Interpretación:
Aquí se menciona nuevamente que los seres castigados serían de origen pleyadiano.
Naves y más Naves
¿Qué era lo que se veía en el cielo en los tiempos de los patriarcas bíblicos?
«Y llegó, tras eso, que vi otro ejército de carros (naves), sobre los que había hombres montados; y ellos iban sobre los vientos (en el cielo), de oriente y de occidente hasta el mediodía.
Se oía el rodar de sus carros…»
(Enoc 57, 1)
Interpretación:
Hay aquí una clara descripción de la aparición de naves tripuladas procedentes del cielo llegando a la Tierra.
¿El diluvio o una catástrofe cósmica?
«Dijo, pues Elohim a Noé: «He decidido el fin de toda criatura, ya que por su causa la tierra está llena de violencia, y he aquí que voy a exterminarlos con la tierra».
(Gen 6,13)
Interpretación:
Qué extraño que siendo el «No Matarás «entre los mandamientos más importantes de Dios, se diga que se va ha acabar con la violencia, pero utilizando una mayor y más terrible violencia. Además , ¿qué culpa tienen los animales por ejemplo, si su actuar es meramente instintivo y natural?. ¿Y tendrá acaso el diluvio de Noé que ver con la legendaria destrucción de la civilización de la Atlántida?.
«Elohim percibió el grato olor, y dijo en su corazón: «No volveré a maldecir el suelo por causa del hombre, pues la inclinación del corazón humano es mala desde su mocedad; no volveré a herir a todos los seres vivientes, como he hecho».
(Gen 8,21)
Interpretación:
Este tipo de reflexiones son más propias de alguien muy humano y temperamental, que se arrepiente después de haber metido la pata, destruyéndolo todo en un ataque de rabieta. Y se contradice en todo con el Dios de amor que nos enseñó Jesús, y que siendo justo y compasivo ama a la vida, y al ser humano sin menospreciarlo.
La Torre de Babel y el Conocimiento Pérdido
¿Tenía la humanidad desarrollada la Telepatía en el pasado?
«Pero Elohim bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y pensó: «Ellos son un solo pueblo y hablan un solo idioma; por eso han comenzado éste trabajo, y ahora por nada del mundo van a dejar de hacerlo. Es mejor que bajemos a confundir su idioma, para que no se entiendan entre ellos.
(Gen 11,5-7)
Interpretación:
De lo temperamental pasamos al sabotaje malévolo, mal intencionado e incomprensible de alguien (un colectivo extraterrestre) que teme el progreso del ser humano, y que hace lo indecible por evitarlo, llegando hasta hacerle olvidar facultades y capacidades. Al parecer el ser humano dominaba en aquel entonces un mismo idioma: «la telepatía»; de tal manera que no solo trasmitíamos ideas sino también emociones, por lo cual no había engaño, ni mentira ni hipocresía; y ello nos hacía conocedores en profundidad de las cosas.
La disculpa que se da en el relato, de que el ser humano unido ofendía al cielo porque estaba construyendo una torre a manera de escalera al cielo, no es mas que eso: una simple excusa. La escalera era mental y espiritual, y había quienes querían impedir que llegáramos quizás más alto y más rápido que ellos. Además el gran temor que la humanidad inspiraba al parecer en los visitantes, era que estuviésemos integrados en un mismo propósito, con una actitud de cooperación sin competencia y con ello, fuésemos capaces de ser independientes.
Los zigurat en la mesopotamia era torres de observación astronómica, y centros de la cultura y expansión del conocimiento.
Las analogías que encontramos con mitos y relatos similares en otras partes de la Tierra, nos hacen tomar con mayor interés lo de la Torre de Babel. Por ejemplo, en Puebla (México), se menciona una antigua leyenda que hablaba de siete gigantes que se salvaron del diluvio porque se habían refugiado en una elevada montaña. Una vez que descendieron al valle, decidieron edificar una pirámide muy grande y alta que llegara hasta el cielo, para que los protegiera ante futuros desastres. Además, que dicha estructura les serviría para rendir homenaje al dios Tlaloc (dios de las aguas), y como una escalera al cielo, ascender y poder hablar directamente con los dioses. Mas los dioses se sintieron ofendidos y lanzaron fuego sobre el edificio, dispersando a sus constructores, quedando la pirámide inconclusa hasta nuestros días. Esta pirámide sería la de Cholula.
Abraham el Contactado
¿Fue Abraham un contactado con extraterrestres?
«Un día Elohim le dijo a Abraham: «Deja tu tierra, tus padres y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te voy a mostrar. Con tus descendientes voy a formar una gran nación (…) por medio de ti bendeciré a todas las familias del mundo».
(Gen 12, 2)
Interpretación:
Abraham era un semita del Clan de Heber, y es llamado por parte de los visitantes a cumplir una misión; para ello, debe movilizarse por su propio esfuerzo hacia Canáan, con todo el trabajo que esto supone. Llegara a engendrar más de un pueblo (hebreo y árabe), los cuales serán comprometidos a orientar espiritualmente a la humanidad (¿corrigiendo los desaciertos anteriores?), porque como dice la Biblia, el mensaje beneficiaría a todos.
«Abram atravesó toda ésta región (de Canaán) hasta llegar a Siquem, donde esta la encina sagrada de More. Los cananeos vivían entonces en aquella región. Allí el Señor se le apareció y le dijo: «Esta es la tierra se la voy a dar a tu descendencia».
(Gen 12, 6-7)
«Por aquel entonces hubo una gran escasez de alimentos en toda aquella región, y Abram se fue a vivir a Egipto durante algún tiempo, pues no había nada de comer en el lugar donde vivía. Cuando ya estaba llegando a Egipto, Abram le dijo a su esposa Sarai: «Mira, yo sé bien que tú eres una mujer hermosa, y que cuando los egipcios te vean, van a decir: «Esta mujer es la esposa de este hombre. Entonces a mí me matarán, y a ti te dejarán con vida para quedarse contigo. Por eso para que me vaya bien y no me maten por causa tuya, diles por favor que eres mi hermana».
(Gen 12, 10-13)
Interpretación:
Hoy por hoy las religiones que se precian de ser descendientes del Patriarca Abraham, destacan en él su fe y disposición para acatar la voluntad del Señor, siguiendo propiamente a ciegas un camino hacia una tierra prometida, que según lo anunciado: manaba leche y miel… Pero al poco tiempo de haber llegado tiene que partir hacia Egipto porque hay una gran hambruna. ¿No es extraño que si fuese Dios quien estaba involucrado, no se hubiese enterado de que la región estaba pasando por un pésimo momento antes de enviar a su escogido? ¿Por qué si las relaciones con el jefe estaban tan buenas y estrechas, Dios no solucionó las cosas enviando lluvias, alimento, etc.? ¿O es que acaso no era Dios?
Al parecer los visitantes lo necesitaban en el lugar ya, y como fuese. ¿Pero por qué ése lugar? ¿Qué de especial tiene?
El territorio de Canaán (actualmente Israel), es un puente natural entre Asia y África. Con una visión hacia el futuro se sabía que por allí era paso obligado para las más importantes civilizaciones expansionistas, de tal manera que era un buen lugar como para ubicar a un grupo humano programado genéticamente, para influenciar la mentalidad de los otros pueblos. También Abraham era una persona especial, además de ser muy inteligente, era también un psíquico nato, de tal manera que podía entrar con relativa facilidad en comunicación mental (contacto) con los visitantes.
Pero ésta persona (Abram o Abraham), ejemplo de la fe, basta conocerlo bien como para que inmediatamente nos sintamos defraudados. Por ejemplo: cuando le pide a su esposa que finja que era su hermana, para que en Egipto no lo maten. ¿Cómo lo podrían matar si es un elegido? ¿Dónde esta su fe? ¿Cómo es capaz de exponer a su esposa a la prostitución con tal de no salir perjudicado él?. Además, por muy simpática o bella que fuese Sarai (toda cubierta de gruesas telas oscuras como las mujeres beduinas de hoy, oliendo a todo, con la piel resquebrajada por el polvo y el sol), ¿cómo podría compararse con las bellísimas, delgadas, jóvenes y sensuales damas de la corte y del harén del faraón, quienes mostraban libremente sus firmes pechos, y vestían túnicas vaporosas que no dejaban nada para la imaginación, y que olían a perfumes de loto?. ¡Bueno!… Entre gustos y colores no han escrito los autores. Y gracias a Sara, Abraham se hizo rico o más rico de lo que era, pues recibió cantidad de regalos del faraón.
Decía que lo extraño es que Abraham haya llegado a sentirse desamparado, al grado que tuvo que abandonar la tierra prometida, y hasta sintiera temor en Egipto de ser asesinado. ¿No será acaso que la presencia de Elohim (los visitantes) era esporádica (no todo el tiempo)?… Y cuando no estaban cerca, no había forma sencilla de solicitarles ayuda y protección; o simplemente se demoraban en llegar y actuar… ¡Muy extraño, no!
«He aquí que mi pacto es contigo (dijo Elohim), y serás padre de multitud de naciones. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de multitud de naciones. Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti».
(Gen 17,4-6)
Interpretación:
Abraham como decíamos fue seleccionado, y programada su genética por los extraterrestres, de tal manera que a través suyo debía surgir un grupo humano que actuara en el futuro como guías espirituales de una buena parte de la humanidad. Por ello más adelante nos vamos a encontrar con recomendaciones para evitar mezclar la raza, y hasta nuevas manipulaciones con embarazos impensables.
En el libro apócrifo el «Testamento de Abraham», se expone el grado de familiaridad y de simpatía que alcanzó Abraham con los visitantes, por cuanto se dice que antes de morir el patriarca recibió la visita de un mensajero de Elohim, quien lo invitó a un carro de fuego con querubines, transportándolo al cielo pudiendo contemplar el espacio. Luego lo regresaron a su tienda.
«El Señor se le apareció a Abraham en el bosque de encinas de Mamre, mientras Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña, como a mediodía. Abraham levantó la vista y vio que tres hombres estaban de pie frente a él. Al verlos, se incorporó rápidamente para recibirlos, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y dijo:
– Mi señor, por favor le suplico que no se vaya en seguida. Si a usted le parece bien, voy a pedir un poco de agua para que se laven los pies y luego descansen un rato bajo la sombra del árbol. Ya que han pasado por donde vive este servidor suyo, les voy a traer algo de comer para que repongan sus fuerzas antes de seguir su camino.
– Bueno, esta bien -contestaron ellos.
(…) Abraham les ofreció cuajada y leche, y estuvo atento a servirles mientras ellos comían debajo del árbol.
Al terminar de comer, los visitantes le preguntaron a Abraham:
– ¿Dónde está tu esposa Sara?
– Allí, en la tienda de campaña -respondió él.
Entonces uno de ellos dijo:
– El año próximo volveré a visitarte, y para entonces tu esposa Sara tendrá un hijo.
Mientras tanto, Sara estaba escuchando toda la conversación a espaldas de Abraham, a la entrada de la tienda. Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara había dejado de tener sus períodos de menstruación. Por ello Sara no pudo aguantar la risa, y pensó: «¿Cómo voy a tener éste gusto, ahora que mi esposo y yo estamos tan viejos? Pero el Señor le dijo a Abraham:
-¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que pueda tener un hijo a pesar de su edad? ¿Hay algo tan difícil que el Señor no pueda hacerlo?…»
(Gen 18,1-14)
Interpretación:
¿Abraham recibe al Señor? ¿Cómo puede ser esto posible, si en la misma Biblia se dice que nadie ha visto a Dios, ni ha vivido para contarlo? Alguien podría argumentar que no se le ha visto como es, porque nadie podría soportar dicha visión. Pero si Dios es todo, a Dios lo estamos viendo siempre en su creación. Pero esto es diferente, delante de Abraham habían tres individuos, uno de los cuales se atribuía ser el Señor o Elohim. Habría que preguntarse ¿cuál señor? Además, comen, beben y descansan como cualquier hijo de vecina, y no tenían un buen sentido del humor lo cual los hace muy humanos. Diría: ¡sospechosamente humanos!.
¿Qué paso en Sodoma y Gomorra?
«La gente de Sodoma y Gomorra tiene mala fama, y su pecado es tan grave, que ahora voy para allá, para ver si en verdad su maldad es tan grande como se me ha dicho. Así lo sabré.
Dos de los visitantes se fueron de allí a Sodoma, pero Abraham se quedó todavía ante el Señor. Se le acercó un poco más a él, y le preguntó:
– ¿Vas a destruir a los inocentes junto con los culpables?»
(Gen 18, 20-22)
«En seguida comenzaron (los habitantes de Sodoma) a maltratar a Lot (sobrino de Abraham) y se acercaron a la puerta para echarla abajo, pero los visitantes de Lot (los ángeles) alargaron la mano y lo metieron dentro de la casa; luego cerraron la puerta, e hicieron quedar ciegos a los hombres que estaban fuera…»
(Gen 19, 9-11)
«Ya son muchas las quejas que el Señor ha tenido contra la gente de ésta ciudad y por eso nos ha enviado a destruirla».
(Gen 19, 13)
«…el Señor hizo llover fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra; las destruyó junto con todos los que vivían en ellas, y acabó con todo lo que crecía en aquel valle…
Al día siguiente por la mañana, Abraham fue al lugar donde había estado hablando con el señor; miro hacia Sodoma y Gomorra, y por todo el valle, y vio que de toda la región subía humo, como si fuera un horno.»
(Gen 19,27)
Interpretación:
¿Quién le habrá llevado el chisme al cielo de que Sodoma era como ciudad en carnaval pero todo el año? ¿Cómo puede ser posible que sean tan humanos y limitados estos seres celestiales? ¿Acaso Dios mismo tiene que apersonarse al lugar para constatar los hechos? ¿No confía en sus observadores celestes? El mismo, ¿no es acaso capaz de ver a la distancia, ya que todo lo sabe y todo lo ve? O es que la imagen de Dios que nos dan es la de alguien anciano, corto de vista y algo escéptico. Evidentemente y sin ánimo de ofender, éste «señor» no es mas que algún empleado de segunda categoría o de las ligas inferiores.
¿Y cómo es eso de destruir las ciudades? ¿Qué pasa nuevamente con el mandamiento de «no matar»? ¿O sólo es aplicable a los humanos o qué?
Tomemos en cuenta un hecho interesante, y es que estos seres portaban armas que produjeron ceguera por deslumbramiento en la gente de Sodoma. Además, la lluvia de fuego que se abatió sobre la zona, tiene muchos elementos similares a los de una explosión nuclear con su respectiva radiación atómica.
Puede ser que para los planes extraterrestres ciudades como Sodoma y Gomorra fueran una mala influencia para la descendencia de Abraham (Canaán debía transformarse en un faro de luz al mundo); pero de allí a destruirlas directamente, es una contradicción a los valores espirituales y a las leyes universales. ¿Y dónde esta la promesa hecha a Noé de no maldecir ni destruir nuevamente la tierra?.
Estos seres cometen también errores y arbitrariedades, prometiendo algunas veces cosas que no se apuran a cumplir, o no vacilan en incumplir. Pero cuidado que hay de todo allí arriba como aquí abajo, y me consta que hay seres muy derechos y correctos entre los extraterrestres.
Una Descendencia Programada
«Después de algún tiempo, Dios puso a prueba la fe de Abraham. Lo llamó por su nombre, y él contestó:
– Aquí estoy.
Y Dios le dijo:
– Toma a Isaac, tú único hijo, al que tanto amas, y vete a la tierra de Moriah. Una vez allá, ofrécelo en holocausto sobre el cerro que yo te señalaré.
(…) pero en el momento de tomar el cuchillo para sacrificar a su hijo, el ángel del Señor lo llamó desde el cielo:
-¡Abraham!, ¡Abraham!
– Aquí estoy -contestó él.
El ángel le dijo:
– No le hagas ningún daño al muchacho, porque ya sé que tienes temor de Dios, pues no te negaste a darme a tu único hijo.»
(Gen 22, 2 y 9-12)
Interpretación:
Cuando Abraham llegó a Canaán, se encontró que los pueblos cananeos tenían la muy mala costumbre de sacrificar sus hijos primogénitos en lo alto de los cerros a sus dioses, algo que Abraham inmediatamente rechazó. Sin embargo, cuando se cumple la promesa del nacimiento del hijo, al parecer el patriarca se sintió en deuda con el cielo por semejante bendición. Este sentimiento puede haber producido el típico mentalismo por un juego de su ego. ¿Sí los pueblos que poseen dioses falsos son capaces de sacrificar lo que mas aman?, él, que amaba al Dios verdadero, ¿no sería capaz de hacer lo mismo? ¿Hasta que punto no fueron estos seres los que empujaron a Abraham a arriesgar la vida de su hijo, sino él mismo? ¿Si Dios conoce el corazón de las personas cómo va a estar probando o tentando como si fuese un diablillo, poniéndonos a los seres humanos entre la espada y la pared, angustiando a sus hijos?
No era Dios, ni creo que fuesen los extraterrestres lo que hicieron semejante pedido. Pero si estoy convencido que los ángeles (Ets), actuaron desanimando a Abraham en el monte Moriah para que no consumara semejante crimen. Además, les había costado tanto programar a ese hijo que no podían permitir que se frustrara su plan.
«Rebeca no podía tener hijos, así que Isaac le rogó al Señor por ella. Y el Señor oyó su oración y Rebeca quedó embarazada».
(Gen 25,21)
«Y se le apareció Elohim aquella noche (a Isaac), y le dijo: Yo soy el Elohim de tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de mi siervo Abraham»
(Gén 26, 24)
Interpretación:
Los encuentros continuaban involucrando a la descendencia del Patriarca, y manteniendo la línea de comunicación o conexión. Además, seguían los nacimientos con ayuda o intervención superior.
Jacob y el Ángel ¿Una lucha desigual?
¿Fue testigo Jacob del descenso de extraterrestres a la Tierra?
«…y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella».
(Gen 28, 12)
Interpretación:
Si esto que es narrado, sólo constituye un sueño, no tiene más que su relevancia simbólica espiritual; pero si ocurrió como una visión de algo real, y que la impresión hizo creer al testigo que podía ser un sueño, tenemos el testimonio de una observación del descenso de seres a la tierra.
«Jacob siguió su camino, y unos ángeles de Dios le salieron al encuentro. Cuando Jacob los vio, dijo: «Este es un ejército de Dios. Por eso llamó Mahanaim a aquel lugar».
(Gen 32, 1)
Interpretación:
Al parecer era muy frecuente encontrarse con los visitantes, hasta el punto de que pudiese tomarse ello como algo relativamente normal.
«Quedóse entonces Jacob solo, y un hombre (un ángel) estuvo luchando con él hasta rayar el alba. Como viese que no le podía vencer a Jacob, le pegó en la articulación del muslo, y se la dislocó. Entonces le dijo:
– Déjame marchar, pues raya el alba.
Más respondió Jacob:
– No te dejaré marchar sin que me hayas bendecido.
El personaje le preguntó:
– ¿Cuál es tu nombre?
Contestó:
– Jacob.
Dijo él:
– Ya no se dirá tu nombre Jacob, sino Israel, por cuanto has luchado con Elohim y con hombres, y has vencido.
Jacob entonces le preguntó y dijo:
– ¡Declárame, por favor, tu nombre !
Respondió:
– ¿Por qué me preguntas mi nombre?
Luego el hombre lo bendijo allí mismo. Y Jacob llamó a aquel lugar Penuel, porque dijo : «He visto a Elohim cara a cara, y sin embargo todavía estoy vivo.»
(Gen 32, 22-30)
Interpretación:
Ahora resulta ser que uno se las puede agarrar a trompazos con los ángeles y hasta con Dios y vencerlos, sin generar felizmente con ello, consecuencias nefastas cósmicas. ¿Pero qué es lo que ocurre realmente? ¿Están faltos de entrenamiento en las altas esferas? ¿Ya no hacen a los ángeles como antes? Una vez más, lo obvio es que estos seres malinterpretados como Dios o como ángeles (aunque sí eran mensajeros), no son todopoderosos y no siempre están protegidos o apoyados por su parafernalia. Pero no dejan de tener algunos de ellos «clase» (a pesar de los golpes), como para mantener la atmósfera de misterio, hablando sin decir mucho, con una actitud críptica. De todas maneras estos personajes tenían comportamientos muy peculiares, o eran mal interpretados en muchos aspectos por la ignorancia de aquella época.
La Zarza y la Columna de Nube
¿Tuvo Moisés un encuentro cercano del tercer tipo en el monte Horeb?
«(…) llegó (Moisés) hasta el monte de Dios , que se llama Horeb. Allí el Angel del Señor se le apareció en una llama de fuego, en medio de una zarza. Moisés se fijó bien y se dio cuenta que la zarza ardía con el fuego pero no se consumía. Entonces pensó: «¡Qué cosa tan extraña! Voy a ver por qué no se consume la zarza.
Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:
– ¡Moisés!¡Moisés!
– Aquí estoy -contesto Moisés.
Entonces Dios le dijo:
– No te acerques. Y descálzate, porque el lugar donde estas es sagrado.
Y añadió:
– Yo soy el Dios de tus antepasados . Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
Moisés se cubrió la cara , pues tuvo miedo de mirar a Dios, pero el Señor siguió diciéndole:
– Claramente he visto cómo sufre mi pueblo que está en Egipto. Los he oído quejarse por culpa de sus capataces, y sé muy bien lo que sufren. Por eso he bajado, para salvarlos del poder de los egipcios; voy a sacarlos de ese país y a llevarlos a una tierra grande y buena, donde la leche y la miel corren como el agua. Es el país donde viven los cananeos, los hititas, los amorreos…»
(Éxodo 3, 3-8)
Interpretación:
Las apariciones de los visitantes suelen estar rodeadas de manifestaciones luminosas o de fuego, de ruidos extraños y demás; pero en ésta ocasión, nos encontramos con un fenómeno natural, real y vigente. El tipo de zarza en cuestión tiene una concentración de aceite en sus ramas que hace que bajo ciertas circunstancias, incluso hoy en día, se encienda en fuego pero no se consuma. ¿Podría haber sido esto aprovechado por los Elohim para atraer de una manera sencilla la curiosidad de Moisés, y para que una vez que estos seres se marcharan, cada vez que se volviese a producir el mismo fenómeno, la gente sintiera el consuelo de la compañía celestial?.
El pueblo de Israel estaba viviendo hacía cuatrocientos años en Egipto, de los cuales una buena parte, la habían pasado en la esclavitud, y sin merecerlo. La pregunta del millón es: ¿por qué se permitió que el pueblo elegido fuese esclavizado y maltratado tanto tiempo, habiéndose mantenido fieles a su Dios? ¿Cómo puede ser posible que ese «Dios» (que no puede ser -reitero- el verdadero Dios), le diga a Moisés que ha visto claramente la aflicción del pueblo? ¿Es que antes no estaba claro? ¿Por qué se demoró tanto en darse cuenta y en actuar? Además, ¿cómo es eso de que ha bajado?. Si es Dios, esta en todas partes; y no tiene que descender cual si fuese un cosmonauta que se encuentra orbitando el planeta a la espera de las mejores condiciones. Pero si fuese un extraterrestre, sí se explicaría que ellos dejaran a buen recaudo hace cuatrocientos años al pueblo; y como el tiempo no pasa para ellos igual que para nosotros, vuelven al poco rato (para ellos), y encuentran en crisis lo que dejaron.
Los extraterrestres sabían que ya no debían intervenir directamente (pueden pero no deben); por cuanto las cosas cambian. En el pasado lo hicieron y fue más dañino que constructivo. Pero vemos que en ciertos aspectos siguen con las mismas arbitrariedades, por cuanto para ayudar a uno van a perjudicar al otro; como por ejemplo quitarle la tierra a unos para dársela a otros. Esto no es nada justo ni espiritual, porque¿cómo se nos puede pedir después que hagamos lo que ni las jerarquías celestes cumplen o hacen ?.
«…ellos me van a preguntar:«¿Cómo se llama? Y entonces ¿qué les voy a decir?.
Y Dios le contestó:
– Yo soy el que soy. Y dirás a los israelitas: El Señor, el Dios de los antepasados de ustedes, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha enviado a ustedes. Este es mi nombre eterno; éste es mi nombre por los siglos.»
(Exodo 3, 13-15)
Interpretación:
Como en un juego de palabras los Elohim no contestaron directamente, sino que lanzaron un enigma: «Yo soy el que soy»… Hasta ese momento, como ya había dicho antes, se había utilizado el plural «nosotros» para referirse a la divinidad o a los Vigilantes (Elohim); ahora se hablaba de la primera persona del singular, pero no se aportaba un nombre (Yahvéh o Jehová no es un nombre, es como decir «El que es» o «El es»). Quizás con ello se estaban librando ingeniosamente de tener que mentir o aportar algo novedoso y contundente, para lo cual no estaban preparados nuestros antepasados; y así, salían bien parados de la situación problemática en la que Moisés los había metido exigiéndoles definiciones.
«¡Ay, Señor! -respondió Moisés- Yo no tengo facilidad de palabra y esto no es solo de ayer ni de ahora que estás hablando con éste siervo tuyo, sino de tiempo atrás. Siempre que hablo se me traba la lengua.
Pero el Señor le contestó:
-¿Y quien le ha dado la boca al hombre? ¿Quién sino yo lo hace mudo, sordo o ciego, o que pueda ver? Así que, anda, que yo estaré contigo cuando hables, y te enseñaré lo que debes decir.
Moisés insistió:
-¡Ay , Señor, por favor, envía a alguna otra persona!
Entonces el Señor se enojó con Moisés y le dijo:
-¡Pues ahí está tu hermano Aarón, el levita
! Yo sé que él habla muy bien(…)
Tú le hablarás a Aarón como si fuese yo mismo, y Aarón a su vez lo comunicará al pueblo…»
(Exodo 4,10-16)
«- Cuando llegues a Egipto, pon toda tu atención en hacer ante el faraón las maravillas que te he dado el poder de realizar. Yo, por mi parte, voy a hacer que él se ponga terco y que no deje salir a los israelitas».
(Exodo 4, 21-22)
Interpretación:
Moisés recibe la misión de dirigirse a la gente, pero había un pequeño problema: él no hablaba hebreo. Había sido educado en la casa del faraón y era ajeno al idioma. La Torah y el Talmud (Libro de los comentarios de los rabinos judíos) tratan de salvar la situación argumentando, que el problema mayormente era que Moisés era «tartamudo» (qué penoso resultaba en su ego nacionalista para los rabinos, tener que plantearse que su liberador no hablaba el idioma sagrado del hebreo). Nada más ridículo argumentar que tenía dificultad de palabra. Además si realmente era Dios quien estaba involucrado, podía solucionarle el problema en fracciones de segundo. Mas bien la idea de usar a Aarón como traductor, no creo que le haya gustado mucho a los Elohim tampoco, por cuanto ellos sabían que podía ocurrir (y de hecho pasó) que la cosa se transformara en un teléfono malogrado. Al final uno era el mensaje que Moisés recibía de los Elohim, otro el que él entendía, otro el que él compartía con Aarón, otro el que Aarón entendía y otro el que llegaba a trasmitir al pueblo (manipulándolo muchas veces de una manera conveniente, por cuanto no era Aarón una persona muy confiable, y tenía muchas debilidades demostradas).
¿Por qué éste doble juego de presionar a un pobre Moisés que tenía precio sobre su cabeza en Egipto (por más que le aseguraban que habían muerto los que lo perseguían), para sacar al pueblo con señales y prodigios, y luego endurecer el corazón del faraón? Como que no tiene sentido ésta situación, mas aún, cuando lo que se necesitaba no era báculos que se convirtieran en serpientes, ni rebuscadas plagas estacionales que martirizaran a la gente y a los animales (inocentes de toda culpa), sino mas bien y con sentido común, predisponer positivamente a las personas no poniéndolas en contra.
Durante el camino, en el lugar donde Moisés y su familia iban a pasar la noche, el Señor salió al encuentro de Moisés y quiso matarlo. Entonces Séfora tomó un cuchillo de piedra y le cortó el prepucio a su hijo».
(Exodo 4, 24-25)
Interpretación:
Nuevamente nos encontramos con un personaje que poco tiene de divino, y más de demoníaco. El comportamiento es típicamente esquizofrénico. Por un lado Elohim lo envía a cumplir una misión, y a mitad de camino (¿cambia de opinión?), le sale al acecho él mismo para matarlo. Realmente una cosa de locos… No será que como la palabra o el término Elohim suponía varios tipos de seres y tripulaciones, con colectivos que muchas veces no estaban de acuerdo entre sí en su actuación, habían en tal sentido opiniones encontradas entre ellos. Esto podría explicar las contradicciones, y muy peligrosas para los humanos que se encontraban en medio de sus decisiones.
«- Dile a Aaron que tome su bastón y que extienda su brazo sobre los ríos, arroyos, lagunas y depósitos de agua de Egipto; sobre todo lo que tenga agua , para que se convierta en sangre».
(Exodo 7,19)
Interpretación:
Como el relato del Exodo fue escrito varios siglos después de que los hechos ocurrieron, no es extraño que haya variado con el tiempo. Precisamente los escribas de Salomón sólo recordaban vagamente lo que había sido la vida del pueblo de Israel esclavizado en Egipto. Porque, eso explicaría el énfasis que se hace en las diez plagas con las que se castigó el país. Estas plagas en su mayoría, eran eventos periódicos que se daban normalmente como consecuencia de las lluvias en el corazón del África y las crecidas del Nilo, lo cual suponía su fertilidad, al empantanarse todo el territorio. Todos los años, seis meses al año, esto siempre ocurría. Por tanto, podemos asegurar que Moisés nunca le dijo al faraón que el río se le iba a convertir en sangre (era el limo y la tierra roja del desierto arrastrada por la crecida); ni que habría plaga de ranas, mosquitos, etc., por cuanto ello era cosa común y frecuente. Lo que Moisés realmente le habría dicho enfrentando al faraón, era que ese año se adelantaban o se atrasaban las lluvias, lo cual supondría la hambruna de Egipto. Y esto lo tendrían que haber sabido previamente los meteorólogos de aquel entonces, que eran los sacerdotes de los templos,que hacían sus mediciones astronómicas observando el cielo (las estrellas, entre ellas «Sothis» o Sirio) o el río con su famoso «nilómetro». Pero no lo supieron advertir y ocurrió tal cual dijo Moisés, lo cual produjo temor en el rey quien comprobó que detrás de él había un conocimiento y poder superior.
«Entonces el Señor le dijo a Moisés y a Aarón:
-Tomen puñados de ceniza hacia arriba, en presencia del faraón. La ceniza se convertirá en polvo y se extenderá por todo el país, produciendo llagas en todos los hombres y animales de Egipto».
(Exodo 9,8-9)
Interpretación:
¿Será acaso que como medida extrema los Elohim (extraterrestres) se vieron presionados a utilizar algún tipo de arma química que produjo llagas u ampollas en la gente? Evidentemente ésta plaga no pudo ser algo natural, como tampoco la muerte de los primogénitos. Se les había pasado la mano en el jueguito.
¿Era la Gloria de Dios una nave nodriza extraterrestre?
«De día, el Señor los acompañaba en una columna de nube, para señalarles el camino; y de noche, en una columna de fuego, para alumbrarlos. Así pudieron viajar de día y de noche».
(Exodo 13, 21)
Interpretación:
Típico caso de avistamiento ovni, de nave del tipo nodriza o madre, quizás en forma de tubo o gran óvalo, envuelto en un camuflaje a manera de una nube. Muchos han sido los casos de pilotos militares y comerciales que han tenido éste tipo de encuentros.
«…pongan sus campamentos enfrente de éste lugar , junto al mar. Así el faraón pensará: «Los israelitas no saben a donde ir. Andan perdidos en el desierto. Pero yo voy a hacer que el faraón se ponga terco y los persiga; entonces mostraré mi poder en él y en todo su ejército, y los egipcios sabrán que yo soy el Señor».
(Exodo 14,2-4)
Interpretación:
Nuevamente éste doble juego muy peligroso haciendo sufrir a unos y a otros, no tenía sentido alguno. Era mucho más sencillo ablandar el corazón de los perseguidores para que nadie sufriese, o lanzar algún espejismo que hiciese que unos fuesen por un lado y otros por otro; o una tormenta de arena que alejara sin mayores víctimas a los perseguidores.
«En ese momento el ángel de Dios y la columna de nube, que marchaban al frente de los israelitas, cambiaron de lugar y se pusieron detrás de ellos. Así la columna de nube quedó entre el ejército egipcio y los israelitas; para los egipcios era una nube oscura, pero a los israelitas los alumbraba. Por eso los egipcios no pudieron alcanzar a los israelitas en toda la noche.
Moisés extendió su brazo sobre el mar, y el Señor envió un fuerte viento del este que sopló durante toda la noche y partió el mar en dos. Así el Señor convirtió el mar en tierra seca, y por la tierra seca lo cruzaron los israelitas, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda».
(Exodo 14, 19-22)
Interpretación:
De nuevo se hace referencia a la protección que suponía para el pueblo hebreo la presencia de la sospechosa nube o nave camuflada. Ciertamente algo vieron, y algo los acompañaba guardando sus distancias; lo interesante es verificar que el mismo fenómeno se sigue dando en diferentes partes del mundo, pudiendo en la actualidad, investigarlo como el fenómeno Ovni.
Pero en cuanto al pasaje bíblico, nos encontramos que en el texto hebreo no se dice que cruzaron por el Mar Rojo, sino por el «Mar de Cañas»; y es que en aquel entonces no había canal de Suez, por lo que el Mediterráneo no estaba unido con el Mar Rojo. Mas bien existía una franja de tierras bajas inundables y pantanosas, conocida como «Mar de Cañas», por el tipo de vegetación que la cubría y que con fuertes vientos que allí a veces se producían, abrían un paso en gran parte seco, por donde se podría pasar a pie, pero no con los carros del faraón. Aquí volveríamos a encontrarnos con la posibilidad de la exageración y la distorsión producto de la lejanía con la que ocurrieron los acontecimientos; o también la alternativa del hecho histórico, con la participación de una alta tecnología extraterrestre capaz de producir lo que se afirma que aconteció.
«Allí en el desierto, todos ellos comenzaron a murmurar contra Moisés y Aarón. Y les decían:
-¡Ojala el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto! Allá nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos hasta llenarnos, pero ustedes nos han traído al desierto para matarnos de hambre a todos.
Entonces el Señor le dijo a Moisés:
– Voy a hacer que les llueva comida del cielo. La gente deberá salir cada día y recogerá solo lo necesario para ese día …
(Exodo 16, 2-4)
«En el momento en que Aarón estaba hablando con los israelitas , todos ellos miraron hacia el desierto, y la gloria del Señor se apareció en un nube. Y el Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
– He oído murmurar a los israelitas. Habla con ellos y diles: Al atardecer, ustedes comerán carne, y por la mañana comerán pan hasta quedar satisfechos. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios.
Aquella misma tarde vinieron codornices, las cuales llenaron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto (…) Y Moisés les dijo:
– Este es el pan que el Señor les da como alimento.
(Exodo 16, 10-15)
Interpretación:
Aunque es verdad que en el desierto del Sinaí suele darse con frecuencia la aparición del «Maná», como una secreción de la planta Tamaris manífera (con la que aún hoy en la actualidad los beduinos fabrican unas tortas dulces), el que apareciera en la proporción suficiente para la gran cantidad de gente que suponía el pueblo de Israel no puede dejarnos de maravillar. Al igual la aparición de las codornices, que también ha ocurrido en la zona. Pero que fuese justo en ese momento de gran tensión e inconformidad, y que continuara indefinidamente por cuanto la necesidad seguía (de alimentar diariamente a toda esa gente) nos debe llevar a la reflexión. Hubiese sido quizás relativamente fácil para civilizaciones espaciales, abrir las bodegas de sus naves y hacer caer paquetes de comida, como en la actualidad se sueltan alimentos desde aviones en zonas empobrecidas o afectadas por alguna catástrofe. ¿Por qué hacerlo desde una perspectiva tan sencilla y práctica? ¿Y si no hubiesen sido en éste caso los extraterrestres sino el verdadero Dios que también sabe escuchar y ayudar en los momentos más duros de nuestra vida en los que la fe empieza a tambalearse? Porque una cosa no niega a la otra. Dios existe, como existiría vida en otros mundos y civilizaciones visitándonos. Todo es una cuestión de sentido común y lógica, pero desde una perspectiva abierta.
«Ahora estoy convencido (Jetro, el suegro de Moisés) de que Yahvéh es más grande que todos los dioses».
(Exodo 18, 11)
Interpretación:
El pueblo hebreo originalmente no era monoteísta , llegó a serlo con el tiempo, pasando de reconocer la existencia de otros dioses, a centrar su atención en el Dios principal para ellos y su protector «Yahvéh. Pero también esto de la existencia de muchos dioses tenía que ver con la continua visita de diferentes tripulaciones de seres en calidad de Vigilantes y Guardianes, lo cual se sabía que ocurría..
El encuentro cercano en el Horeb
«Al amanecer del tercer día hubo relámpagos y truenos, y una espesa nube se posó sobre el monte. Un fuerte sonido de trompetas hizo que todos en el campamento temblaran de miedo. Entonces Moisés llevó al pueblo fuera del campamento para encontrarse con Yahvé, y se detuvieron al pié del monte. Todo el monte Sinaí echaba humo debido a que Yahvéh había bajado a él en medio de fuego, y subía su humo como el humo de un horno, mientras toda la montaña temblaba reciamente. El sonido de la corneta iba haciéndose cada vez más intenso: Moisés hablaba y Elohim le respondía por una voz (…) y como llamase Yahvé ha Moisés hacia la cumbre del monte, Moisés subió.
Luego dijo Yahvéh a Moisés:
-¡Baja, conjura al pueblo no sea que irrumpan hacia Yahvéh para observar y caigan de aquel muchos!.»
(Exodo 19,16-21)
«Todo el pueblo percibía los truenos, los relámpagos, el sonido de la corneta y la montaña humeante: el pueblo temió y, temblando se mantuvieron lejos.»
(Exodo 20,18)
Interpretación:
Estamos ante el primer caso difundido de un descenso de una nave madre anunciado previa cita, y con un récord de testigos. Hoy por hoy de la lectura de las tablillas sumerias a cargo de investigadores orientalistas, se deduce que los descensos en el pasado en la Mesopotamia, eran algo común y corriente. Aunque la parte más espectacular del contacto estaba reservada para muy pocos, no permitiéndose curiosos. ¿Sería acaso que estos seres (los Elohim) no querían ser descubiertos demostrándose de que eran tan humanos y mortales como nosotros?
Lo que sí hay que tomar muy en cuenta que la precaución de alejarse a cierta distancia de la montaña, podía deberse a la necesidad de evitar la radiación, como se produce en los encuentros cercanos, cuando uno debe esperar a que lo inviten a acercarse, como fue con el caso de Moisés.
«No te postrarás ante ellas (las imágenes) ni las servirás , pues Yo Yahvéh , tu Dios soy un El celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera o cuarta generación respecto a quienes me odian, y en cambio trato con misericordia hasta la milésima a quienes me aman y guardan mis mandamientos».
(Exodo 20, 5-6)
Interpretación:
Dice «soy un «El» celoso. La palabra El se utilizaba para denominar a los dioses mesopotámicos en la antigüedad. Al decir soy un dios, estaría reconociendo que existen otros (es uno entre varios dioses o guardianes), colocándose a la vez en la categoría de los otros; pero a la vez marcando su territorio. Yahvéh no se nos presenta como el verdadero Dios de amor, Padre del Hijo del hombre, sino, inmediatamente se nos desenmascara, mostrándose como un ser egocéntrico, celoso, rencoroso, amenazador y que condiciona su aprecio y ayuda. Al parecer, había habido un reparto de responsabilidades entre los extraterrestres que actuaban en la tierra como vigilantes, dándose el caso quede entre los que fueron asignados al proyecto de contacto con Abraham y con su descendencia (el pueblo de Israel); habría habido uno que se lo habría tomado muy a pecho, subiéndosele rápidamente los humos, y perdiendo rápidamente la perspectiva y la proporción de las cosas. Queriendo educar llegó a imponer un orden de terror.
«Mira yo enviaré mi ángel delante de ti, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que te he preparado. No te alejes de él; obedécelo y no le seas rebelde, porque él actúa en mi nombre y no perdonará los pecados de ustedes».
(Exodo 23, 20-21)
Interpretación:
Si el mensaje de Dios al mundo y a su creación es el amor, y el amor en su exaltación suprema es el perdón, ¿cómo puede ser posible que se nos diga que si la humanidad no se portaba bien no sería perdonada? ¿Y por qué nosotros sí debemos perdonar? Da la impresión de que se nos estuviese aplicando la ley del embudo.
«Luego Moisés subió con Aarón, Nadab y Abihú y setenta de los ancianos de Israel, y contemplaron al Dios de Israel: bajo sus pies había como un pavimento de baldosa de zafiro y semejante en claridad al mismo cielo».
(Exodo 24, 9-10)
«Dicho esto, Moisés subió al monte, el cual quedó cubierto por una nube. La gloria del Señor vino a posarse sobre el monte Sinaí, y durante seis días la nube lo cubrió. Al séptimo día el señor llamó a Moisés desde la nube. La gloria del Señor se presentó a los ojos de los israelitas como un fuego devorador, sobre la parte más alta del monte. Moisés entró en la nube, subió al monte, y allí se quedó cuarenta días y cuarenta noches».
(Exodo 24, 15-18)
Interpretación:
Moisés es invitado a entrar directamente en el área inmediata a la nave, contemplando hasta el piso, y el pueblo era testigo de ello. Pero la nave permanecía cubierta para evitar de que la gente viese la forma que tenía, y luego se confundieran pensando que la forma divina de Dios es la de una astronave en forma de disco u ovalo.
Un Arca copiada de otra
«Haz un cofre de madera (…) Recúbrelo de oro puro por dentro y por fuera, y ponle un ribete de oro alrededor. Hazle también cuatro argollas de oro, y pónselas en las cuatro patas, dos de un lado y dos del otro. Haz también travesaños de madera de acacia, recúbrelos de oro, y pásalos a través de las argollas que están a los costados del cofre, para que pueda ser levantado con ellos (…) y coloca en el cofre la ley que te voy a dar.
Haz una tapa de oro puro, que mida un metro y diez centímetros de largo por sesenta y cinco centímetros de ancho, con dos seres alados de oro labrado a martillo en los dos extremos (…) el uno frente al otro, pero con la cara hacia la tapa, y sus alas deben quedar extendidas por encima de la tapa cubriéndola con ellas.»
(Exodo 25, 10-20)
Interpretación:
Cuando uno recorre los antiguos templos egipcios se encuentra con la representación en los muros de la procesión de la barca solar, en la que los sacerdotes egipcios llevaban en andas el «Naos»; que era una arca dorada con dos seres femeninos alados en la tapa (la diosa Isis, guardiana de los velos del conocimiento oculto). Según el ocultismo egipcio, en el interior de ésta arca se guardaban las «Tablas Esmeralda de Thot el Atlante», herencia de la sabiduría traída a Egipto por Thot.
El pedido de hacer un Arca de la Alianza hebrea similar al Arca egipcia, podría haber sido un plagio de lo observado en Egipto, o un genuino pedido de confeccionar algo similar, por parte de los Elohim, quienes serían los mismos seres que han actuado antes y ahora con los distintos pueblos.
Sabemos que Moisés es un nombre egipcio, significa «hijo de». Todos los faraones egipcios solían utilizar el nombre Moisés, como por ejemplo Amosis (Amon-moisés, el hijo de Amon), Thutmosis (Thot-moisés, el hijo de Thot) y hasta Rámses o Ramoses (Ra-moisés, el hijo de Ra). Moisés había sido educado en la casa del faraón, y probablemente iniciado en el sumo sacerdocio de Amón, frecuentando los santuarios de los templos donde existía el Arca egipcia. Será realmente que Elohim o Yahvéh le pidió que mandara a hacer el Arca hebrea, o simplemente fue una ingeniosa copia.
Recordemos que el pueblo hebreo vivió un largo proceso de transculturizacíón a lo largo de su historia, llegándose a detectar por ejemplo que algunos salmos atribuídos al rey David (930 a.C), se encuentran casi textuales en los Papiros que conforman el Amenenope (libro) del faraón Amenofis III (1450 a.C) . Quizás lo que ocurría era que al no existir el copyright, era sabiduría popular que era copiada y retransmitida fuera de su contexto original o con ligeras variaciones.
También encontramos que en el Deuteronomio y en Levítico se hace constancia expresa de que no deben hacerse imágenes de ningún tipo. Y con el Arca se contraviene esto mismo. No se debía representar para nada, ni lo que hay en el cielo ni lo que hay en la tierra. Entonces, si eran tan estrictos, viene la pregunta: ¿por qué se pide que el arca hebrea lleve los dos querubines en la tapa, si ello de por sí es una trasgresión a las mismas leyes dadas por la misma fuente?
Pero de todas maneras, el Arca no era un mero artefacto de culto o adorno (decorativo), tenía una carga eléctrica. Precisamente en universidades norteamericanas se ha buscado reproducirlo aplicando las instrucciones bíblicas, resultando una tensión eléctrica de centenares de voltios. El condensador estaba formado por las láminas de oro, una positiva y otra negativa. Por tanto se ha especulado sobre las posibles aplicaciones incluyendo (entre los investigadores más liberales) el que fuera parte de un radio trasmisor.
Ánimos cambiantes y poca paciencia
«Mas viendo el pueblo que Moisés tardaba en bajar de la montaña, se congregó en torno a Aarón, y dijeron le:
– Ea, haznos elohim (dioses) que marchen delante nuestro (a la usanza de Egipto); pues ese Moisés, el hombre que nos sacó de Egipto, no sabemos que ha sido de él.
Respondióles Aarón:
– Arrancad los zarcillos de oro que penden de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos e hijas, y traédmelos.
(…) El lo tomó de sus manos, le dio forma con el buril y lo transformó en un becerro de fundición. Entonces exclamaron. «¡Estos son tus elohim, Israel, que te han sacado de Egipto! Cuando Aarón vio esto, construyó un altar delante de aquél y echó un pregón, diciendo: «Mañana habrá fiesta en honor a Yahvéh. Al día siguiente se levantaron temprano, ofrecieron holocaustos y presentaron víctimas pacíficas; luego sentóse el pueblo a comer y a beber, y después se levantaron para divertirse».
(Exodo 32,1-6)
«-Me he fijado en ésta gente, y me he dado cuenta de que son muy tercos. ¡Ahora déjame en paz, que estoy ardiendo de enojo y voy a acabar con ellos!. (…) Moisés entonces trató de aplacar el rostro de Yahvéh, su Elohim, y dijo:
-¿Por qué , ¡Oh Yahvéh!, se ha de inflamar tu cólera contra tu pueblo, a quien has sacado de Egipto con gran potencia y mano fuerte? ¿Por qué han de poder exclamar los egipcios, diciendo: Con malicia los ha sacado, para matarlos en las montañas y exterminarlos de sobre la faz de la tierra (…) Acuérdate de Abraham (…) Y Yahvé se arrepintió del mal que había indicado que haría a su pueblo . «
(Exodo 32,9- 14)
Interpretación:
Verdaderamente era desalentador el grado de ignorancia de la gente, que era muy propensa a los desenfrenados cultos primitivos, pero también tenía muy poca paciencia y mal humor el tal Elohim Yahvéh; y lo peor es, que era cambiante y temperamental, por lo cual a veces no se sabía a que atenerse con El. Cualquier lector podrá darse cuenta que quien es tan cambiante de actitudes y opiniones, obviamente no lo sabe todo, ni lo puede todo, y por tanto no puede ser de ninguna manera confundido con Dios. Nos encontramos con un ser, quizás muy avanzado en ciertos aspectos, y con un gran apoyo tecnológico para la época, que tal vez con la mejor buena intención jugaba a ser dios, tratando de imponer en la gente una cultura de vida y un orden moral, pero creando dependencia hacia su ególatra y maníaca personalidad.
Otro dato es la actuación tan desastrosa de quien después sería nombrado el sumo sacerdote de Israel. ¿Es que acaso influyó el ser hermano del líder Moisés, y eso lo salvó de una muerte segura? Pero de allí a llegar a ser el sumo sacerdote a pesar de ser una veleta al viento, muy acomodaticia, nos muestra que hay una tendencia general a que las máximas autoridades eclesiásticas tengan estos defectitos. Sino recuerden la actuación de Anás y Caifás en el Nuevo Testamento.
Trajes aislantes y Cristales para conectar
«Harás a Aarón tu hermano, vestiduras sagradas para honor y ornamento(…)
Estas serán las vestiduras que habrán de hacer: pectoral, efod, manto, túnica de malla, tiara y cinturón. Harán vestiduras sacras para Aarón tu hermano, y para sus hijos; y utiliza el oro, la púrpura escarlata, el carmesí y el lino fino.
(…) Además, harás el pectoral del juicio(…) será cuadrado, doble, de un palmo de anchura. Lo guarnecerás de una guarnición de pedrería con cuatro filas de piedras(…).
En el pectoral del juicio pondrás el Urim y el Tummin, para que estén sobre el corazón de Aarón…»
(Exodo 28,2-30)
«Entonces Moisés mandó acercarse a Aarón y sus hijos y los lavó con el agua. Luego puso sobre él la túnica, le ciñó con el cinturón, le vistió con el manto, le púso encima el efod y le ciño con la faja del efod, envolviéndole en él. Sobre él puso el pectoral, y en el pectoral colocó el Urim y el Tummin. También puso sobre su cabeza la tiara y encima de la tiara, colocó en su parte anterior la lámina de oro, la diadema de la santidad, tal como Yahvéh había ordenado a Moisés».
(Levítico 8,6-10)
Interpretación:
Siendo el Arca un objeto tan especial y peligroso, y los contactos con ella y con la Nube experiencias que exigían sumo cuidado, nos encontramos con la exigencia de ornamentos especiales por parte de los Elohim, tanto para mantener aislados a los sacerdotes, como para aprovechar las energías allí liberadas, entrar en conexión y hasta poder tener expansiones de conciencia o captaciones más profundas. Para esto nos encontramos con las piedras de Urim y el Tummin, que son para la adivinación, y que van en un peto en el pecho.
El Rostro de Dios
«Moisés tomó la tienda de campaña y la puso a cierta distancia fuera del campamento, y la llamó Tienda del encuentro con Dios. Cuando alguien quería consultar al Señor, iba a la Tienda, la cual estaba fuera del campamento. Y cuando Moisés iba a la Tienda, toda la gente se levantaba y permanecía de pie a la entrada de su propia tienda de campaña, siguiendo a Moisés con la mirada hasta que éste entraba en la Tienda. En cuanto Moisés entraba en ella, la columna de nube bajaba y se detenía a la entrada de la Tienda, mientras el Señor hablaba a Moisés (…)
Dios hablaba con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo, y después Moisés regresaba al campamento. Pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, nunca se apartaba del interior de la Tienda.»
(Exodo 33, 7-11)
«- ¡Déjame ver tu gloria!- suplicó Moisés.
Pero el Señor contestó:
– Voy a hacer pasar toda mi bondad delante de ti, y delante de ti pronunciaré mi nombre. Tendré misericordia de quien yo quiera, y tendré compasión también de quien yo quiera. Pero te aclaro que no podrás ver mi rostro, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo.
Dijo también el Señor:
– Mira, aquí junto a mí hay una roca. Cuando pase mi gloria, te pondré en un hueco de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. Después quitaré mi mano, y podrás ver mis espaldas; pero mi rostro no debe ser visto».
(Exodo 33, 19-23)
Interpretación:
Los encuentros que Moisés tenía eran muy directos, ya sea con las manifestaciones de Yahvéh (la nube, el fuego, resplandores, etc) o con el mismísimo Elohim dentro de la nave o al pie de ella. Pero éste ser a pesar del grado de confianza y amistad (aprecio) que empezó a sentir por éste hombre, no quería mostrarse tal cual era, para no descubrirse; por lo que recurre nuevamente a la espectacularidad. Imaginémonos por un momento un helicóptero moderno o un avión haciendo evoluciones delante de un indígena amazónico para alardear de su poder y alentar en el ignorante la fascinación.
¿Radiestesia espacial?
«¿Por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a éste mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aún de agua para beber (…)
Tomad la vara, congregad a la comunidad, tú y Aarón, tu hermano; luego hablad a la peña a vista de ellos, y ella dará agua, y le sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la asamblea y su ganado».
(Números 20,5-8)
Interpretación:
Hacer hallazgos insólitos, pero especialmente de corrientes de aguas subterráneas es conocido mundialmente como radiestesia. Suele ser una facultad psíquica que se manifiesta en personas muy sensibles, o sensibilizadas a propósito. En cuanto a la vara que suele usarse de madera u orqueta, es opcional porque la capacidad está en uno mismo. Según el Dr. Yves Rocard de la Facultad de Ciencias de París: «El agua que se filtra por un medio poroso por la acción de una diferencia de presión, hace nacer potenciales electrocinéticos(…) Estos potenciales hacen circular en la tierra unas corrientes eléctricas.
Estas corrientes eléctricas generan un débil campo magnético, percibible por la sensibilidad humana. Por tanto el haber hallado el agua en el desierto es algo real, y propio de los fenómenos de la naturaleza; pero necesariamente alguien debió haber instruido a Moisés al respecto.
Gigante Bolas de Fuego
«Porque únicamente Og, rey de Basán, había quedado del resto de los gigantes. Su lecho, era de hierro, ¿acaso se conserva en Rabbath de los ammonitas? Su longitud es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre».
(Deuteronomio 3, 11)
Interpretación:
Una cama de cuatro metros y medio de largo era algo impresionante, y a menos que a la persona le gustara la holgura o dormir muy acompañado, realmente era para alguien gigantesco. Pero no es el único caso mencionado en la Biblia.
«En su equipo deberán llevar siempre una estaca, para que cuando tengan que hacer sus necesidades, hagan un hoyo con la estaca y luego, cuando hayan terminado, tapen con tierra el excremento. Porque Elohim anda entre ustedes, en el campamento, para protegerlos y darles la victoria sobre sus enemigos; por tanto, el campamento de ustedes debe ser un lugar santo (limpio), para que Dios no vea ninguna cosa indecente en él, pues de los contrario se apartaría de ustedes.»
(Deuteronomio 23, 13-14)
Interpretación:
A parecer Elohim visitaba el campamento hebreo de incógnito, y le molestaba mucho los malos olores y la inmundicia, a tal punto que amenazaba con marcharse si no instalan baños portátiles… (¿habrá pisado algo?). Pero, ¿cómo eran esas visitas? Uno de los fenómenos ovni más frecuentes en la actualidad son las «Canéplas», «Ojos de Gato»o esferas luminosas inteligentes, que suelen ser cámaras de televisión controladas a distancia desde las naves extraterrestres para observarlo todo. Suelen medir unos treinta centímetros y las más grandes un metro y medio o tres metros de diámetro. Son de color plateado, rojo, naranja, verde, amarillo o hasta totalmente transparentes. Suelen estar alojadas en la base de las naves de corto alcance (llamados comúnmente platillos voladores), y son soltados a gran altura en forma de racimo, pudiendo llegar a entrar por la ventana de una casa o por una puerta.
«Yahvéh vino del Sinaí,
les fulguró desde Seir,
resplandeció desde el monte Parán,
y llegó a Meribá de Qadesh,
con la ley de fuego a su mano derecha.»
(Deuteronomio 33,2)
Interpretación:
¿Bolas de fuego?¿Espadas de fuego? ¿Qué es aquello que resplandece e ilumina más allá de toda posible mención simbólica? ¿quizás la observación de ovnis o naves espaciales en las que venían los Elohim, o en las que se transportaba aquel que era conocido como Yahvéh?
«Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: «¿Eres de los nuestros , o de nuestros enemigos? El respondió: «No, mas como Príncipe de los ejércitos de Yahvé he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: «¿Qué dice mi señor a su siervo?
(Josué 5, 13-14)
Interpretación:
Aquí el relato nos menciona un encuentro cercano del tercer tipo con un ser (extraterrestre infiltrado en las líneas hebreas) que está armado, y que va a tomar partido, o sea que va a participar apoyando del lado de las huestes de Josué, lo cual demuestra que les costaba a estos seres mantenerse al margen de acciones concretas que favorecieran a tal o a cual.
Victimas de una Tecnología Extraterrestre
«Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomando sendos incensarios, pusieron en ellos fuego, sobre éste colocaron incienso y ofrecieron ante Yahvé un fuego irregular que El no les había ordenado. Entonces salió fuego de delante de Yahvéh y los devoró; y ellos murieron»…
(Levítico 10, 1-2)
«Trasladaron, en efecto, el Arca del Dios de Israel. Pero en cuanto la trasladaron, la mano de Yahvéh originó en la ciudad enorme perturbación e hirió a las gentes de la ciudad, del chico al grande, y les salieron tumores(…)
(I Samuel 5, 8-9)
«…entre las gentes de Betsémes (hubo tristeza), porque habían curioseado el arca de Yahvéh, y mató de entre ellos a setenta hombres. Entonces el pueblo se lleno de duelo por haber inflingido Yahvéh a la población semejante castigo.»
(I Samuel 6, 19)
«Mas cuando llegaron a la era de Nakón, Uzzah alargó la mano hacia el Arca de Dios y la agarró, pues los bueyes la iban a volcar. La ira de Yahvéh se encendió contra Uzzah e hirió el Yahvéh allí por tal negligencia, muriendo allí mismo…»
(II Samuel 6, 6-7)
Interpretación:
Las propiedades radioactivas del Arca de la Alianza y el voltaje que era capaz de producir hicieron que hasta el mismo rey David le temiera.
El Templo como central de telecomunicaciones
«Y vació dos columnas de bronce; la altura de cada una era de dieciocho codos, y rodeaba a una y otra un hilo de doce codos (…). Hizo también dos capiteles de fundición de bronce para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas (…). Había trenzas a manera de red, y unos cordones a manera de cadenas, para los capiteles que se habían de poner sobre las cabezas de las columnas; siete para cada capitel.»
(I Reyes 7, 15-17)
«Y los sacerdotes metieron el arca de la Alianza de Elohim en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines».
(I Reyes8, 6)
«He escuchado la plegaria y la súplica que ante Mí has formulado: he santificado ésta Casa que has construido, asentando Yo allí mi Nombre por siempre, y mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días.»
(I Reyes 9, 3)
«Los sacerdotes no podían entrar en la Casa de Yahvéh, porque la Gloria de Yahvéh había henchido la Casa. Todos los hijos de Israel al ver descender el fuego y la Gloria de Yahvéh sobre la Casa, se inclinaron rostro en tierra»…
(II Crónicas 7, 2-3)
Interpretación:
A la muerte del rey David, gobernó el espléndido, justo y sabio rey Salomón, lanzándose a la afanosa tarea de construir el templo que en vida proyectó su padre, pero que no pudo concretar. Salomón resulta un personaje fascinante y fuera de serie; mucha de su historia está rodeada de hechos y situaciones extraordinarias. Según la literatura rabínica, entre sus innumerables tesoros y posesiones tenía una extraña y gigantesca águila, con la que podía remontar vuelo hacia los cielos a velocidades pasmosas.
En cuanto al templo que mando a edificar en honor a su padre fallecido, tenía forma cúbica, siendo enchapado por dentro con láminas de oro, colocando dos impresionantes columnas de bronce envueltas por cuerdas metálicas, a manera de bobinas. Dentro del cubo, el rey mandó colocar el Arca de la Alianza que empezó a comportarse como un aparato de radio a través del cual, había una comunicación fluida con Elohim. En el templo se producía una presencia física o quizás sólo un holograma gracias a la interacción del Arca con el local, pero de ello eran testigos muchos. Pero en cuanto a la trascendencia del Templo en sí, vale la pena una pequeña reflexión: si el templo hubiese sido realmente para Dios, y El lo hubiese bendecido, hoy todavía estaría en su lugar, y nadie ni nada lo habría podido destruir. Pero en la actualidad es una ruina, epicentro de los mayores odios encontrados y de lamentables fanatismos.
Aquel extraño ruido
«Y cuando oigas ruido como de marcha por las copas de las balsameras, entonces te moverás; porque Elohim, saldrá delante de ti para batir el campamento de los filisteos».
(II Samuel 5, 24)
«Y he aquí Elohim que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Elohim (…). Y tras el viento un terremoto (…). Y tras el terremoto un fuego (…). Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Al escucharlo Elías se cubrió el rostro con una capa, y salió y se quedó a la entrada de la cueva…»
(I Reyes 19,11-13)
Interpretación:
La presencia o llegada de los Elohim (o de las naves) suele venir precedida de un ruido como de una marcha, o de ruedas en movimiento, o como de un viento fuerte. En éstas citas nuevamente nos encontramos con la descripción del sonido y las manifestaciones en el ambiente que delatan la cercanía de ciertos tipos de naves de los visitantes. Pero esta vez quien es el testigo es el profeta Elías.
Elías arrebatado al Cielo
«Y sucedió que iban ellos hablando, y he aquí que un carro de fuego y unos caballos de fuego también se interpusieron entre ambos, y subió Elías en un torbellino al cielo. Eliseo lo veía y gritaba: «¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su caballería! Y no le vio más.»
(II Reyes 2, 11-12)
Interpretación:
Elías pasa de ser testigo de una experiencia del segundo tipo (avistamiento cercano y de alguna manera, concertado), a ser parte de un encuentro del quinto tipo, cuando es arrebatado fuera de éste mundo por una nave como en el caso de Enoc.
Ángeles exterminadores y armas mortíferas
«Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel del Señor. Y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpo de muertos.
(II Reyes 19,35)
«Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amós, oraron con tal motivo y clamaron al cielo. Y Yahvéh envió a un ángel, que aniquiló a todos los guerreros valientes, a caudillos y jefes, en el campamento del rey de Asiria, quien hubo de volverse».
(2 Crónicas 32, 20-21)
«Clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: «Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir. Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir».
(Ezequiel 9, 1-2)
«En lo recio del combate se aparecieron desde el cielo a los adversarios cinco hombres distinguidos, sobre caballos con bridas de oro, que se pusieron al frente de los judíos. Dos de ellos tomaron en medio al Macabeo, y, protegiéndolo con sus armaduras, le preservaron ileso, lanzando en cambio a los adversarios, flechas y rayos…»
(2 Macabeos 10, 29-30)
Interpretación:
Cuando se mencionan ángeles exterminadores podríamos pensar que es una forma romántica de mencionar epidemias y terribles plagas, que siempre han diezmado al ser humano. ¿Pero y si realmente se hubiese dado el caso de ángeles de la muerte, actuando por encargo? Además esta el caso, ya mencionado antes de cuando se describe la presencia de seres de aspecto humano utilizando algún tipo de arma. Estos instrumentos para destruir no sugieren algo simbólico sino algo real y concreto, ¿acaso armas de alta tecnología?.
A pesar de que como ya hemos dicho antes, no es ético tomar partido efectivo por uno u otro (podemos evitar la injusticia y el abuso, pero no abusando de la fuerza en el intento; sino,mantendríamos la cadena de la injusticia), hay momentos en que la acción directa escapó en mucho a los límites de intervención por parte de los extraterrestres, afanados en lograr la supervivencia de un grupo humano programada genéticamente para cumplir una complicada labor.
Naves Espaciales que inspiran temor
«Con sólo ver a Leviatán, cualquiera se desmaya de miedo. Si alguien lo provoca, se pone furioso; nadie es capaz de hacerle frente. ¿Quién que se le enfrente, saldrá sano y salvo? ¡Nadie en todo el mundo! No dejaré de mencionar sus patas y su fuerza sin igual. ¿Quién puede quitarle el cuero que le cubre, o atravesar su doble coraza protectora? ¿quién puede abrirle el hocico, con su cerco de terribles dientes? Sus lomos son hileras de escudos cerrados y duros como la piedra. Tan apretados están unos contra otros que ni el aire puede pasar entre ellos. Tan unidos y trabados están que nadie puede separarlos. Sus estornudos son como relámpagos; sus ojos brillan como el sol cuando amanece. De su hocico salen llamaradas y se escapan chispas de fuego. De sus narices sale humo como de calderas que hierve al fuego…»
(Job 41, 9-20)
«De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes: y aquellos montes eran de bronce. En el primer carro había caballos alazanes, en el segundo carro caballos negros, en el tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro por caballos tordillos».
(Zacarías 6, 1-3)
Interpretación:
La serpiente Leviatán o el dragón nos hace recordar a Kukulcan la serpiente emplumada; su presencia produce miedo, su estructura es como una doble coraza (metálica); sus flancos o lomos son como escudos (naves pequeñas en forma de discos bruñidos). Es la típica nave nodriza alargada en forma de cilindro. Y también en éste pasaje como en el siguiente, nuevamente se cita el avistamiento de naves de diferentes colores conteniendo o saliendo de una nave madre.
«Entre tanto, el Señor había dispuesto un enorme pez para que se tragara a Jonás. Y Jonás pasó tres días y tres noches dentro del pez».
(Jonás 1, 17)
Interpretación:
Estamos frente a un caso de un «Osni» (objeto submarino no identificado). Jonás no ha querido hacer caso, rechazando el pedido del Señor de ir a predicar a Ninive la conversión de la gente; y tratando de huir de Yahvéh, es tragado por una nave que tiene tanto autonomía de vuelo en el cielo como de movimiento en el agua. Y durante tres días tratan de convencerlo, de que es él (el propio ser humano representado en Jonás), el que elabore su propio cambio, a través de la entrega y la renuncia. Hay momentos en que -en comparación con otras actuaciones-, se ve que los extraterrestres se tornan muy escrupulosos en sus intervenciones, no queriendo crear dependencia, ni restarle méritos al ser humano (¿será que vienen distintos con actitudes diferentes?). Pero siguen presionando.
Si hubiese sido una ballena o cachalote el que se tragara al profeta, los jugos gástricos del animal lo hubiesen matado.
«Porque el Señor llega en medio de fuego, sus carros parecen un torbellino; va a descargar el ardor de su ira y las llamas ardientes de su castigo».
(Isaías 66, 15)
«Entonces vi que del norte venía un viento huracanado; de una gran nube salía un fuego como de relámpagos, y en su derredor había un fuerte resplandor. En medio del fuego brillaba algo semejante al metal bruñido, y en el centro mismo había algo parecido a cuatro seres con aspecto humano. Cada uno de ellos tenía cuatro caras y cuatro alas (…) El aspecto de los seres era como de carbones encendidos, o como algo parecido a antorchas que iban y venían en medio de ellos, el fuego era resplandeciente(…)
Miré a aquellos seres y vi que en el suelo, al lado de cada uno de ellos había una rueda. Las cuatro ruedas eran iguales y , por la manera en que estaban hechas, brillaban como el topacio. Parecía como si dentro de cada rueda hubiera otra rueda (…) por encima de sus cabezas se veía una especie de bóveda, brillante como el cristal (…) Encima de la bóveda vi algo como un trono que parecía de zafiro y sobre aquella especie de trono había alguien que parecía un hombre».
(Ezequiel 1, 4-26)
«Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que asisten y entran ante la gloria del Señor.
Los dos se turbaron y cayeron de bruces llenos de miedo. Pero les dijo:
«No temáis, la paz con vosotros; alabad a Dios por todos los siglos. Cuando yo estaba con vosotros, no estaba con vosotros por mi favor, sino por voluntad de Dios».
(Tobías 12, 15-18)
«Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza…»
(Apocalipsis 10, 1)
«Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron».
(Apocalipsis 11,12)
Interpretación:
La vinculación de ángeles con nubes, luces, resplandores y fuego que llega a intimidar a enemigos como hemos visto, se ha repetido como una constante a lo largo de toda la Biblia. Pero acá nos encontramos con pasajes que advierten el retorno de las naves, pero para una acción como más radical o para un contacto más directo.
La visión de Ezequiel, un sacerdote deportado en Babilonia, a orillas del río Quebar, llevó al científico Joseph Blumrich (asesor de la NASA en diseño de naves espaciales) a diseñar, cómo debió haber sido la nave que contempló el profeta. Y lo más curioso es que una nave similar al modelo confeccionado por el científico, tipo módulo de comando, fue visto al poco tiempo (1980), sobrevolando la zona de Cocoyoc en México.
Supervisando la Descendencia
«En Zora, de la tribu de Dan, había un hombre que se llamaba Manoa. Su mujer nunca había tenido hijos porque era estéril. Pero el ángel del Señor se le apareció a ella y le dijo: «Tú nunca has podido tener hijos pero ahora vas a quedar embarazada y tendrás un niño».
(Jueces 13, 2-3)
«… cuando el fuego subió del altar, Manoa y su mujer vieron al ángel del Señor subir hacia el cielo en medio de las llamas».
(Jueces 13, 20)
«Yahvéh visitó, efectivamente, a Ana, la cual concibió y parió tres hijos y dos hijas.»
(I Samuel 2, 21)
«Y un ángel del Señor, en pie a la derecha del altar del incienso, se dejó ver de él. Zacarías se asustó al verlo, y el miedo lo sobrecogió. Pero el ángel le dijo:
«No temas, Zacarías, porque ha sido escuchada tu plegaria; y tu mujer Isabel te va ha dar un hijo, al que podrás por nombre Juan»…
(Lucas 1, 11-13)
«En el sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea cuyo nombre era Nazaret, a una doncella desposada con un varón cuyo nombre era José, de la casa de David; y el nombre de la doncella era María.(…)
Mira, concebirás en tu seno, y darás a luz un hijo al que pondrás por nombre Jesús. El será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de su padre David, reinará sobre la casa de Jacob eternamente, y su reino no tendrá fin.
María dijo al ángel:
-¿Cómo será eso, puesto que no conozco varón?.
El ángel le respondió así:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cobijará bajo su sombra; por eso lo que nacerá se llamará santo, Hijo de Dios.»
(Lucas 1, 26-35)
Interpretación:
Desde Abraham su descendencia fue contactada, intervenida, supervisada, y hasta reorientada una y otra vez. Encontramos en el camino de la historia del pueblo de Israel muchas concepciones imposibles como: el nacimiento de Isaac, Esaú y Jacob, José y Benjamín, Sansón, Samuel, María la Virgen, Juan el Bautista y hasta el propio Jesús. Si la intención era mantener el programa genético original, tuvieron que hacer grandes esfuerzos, porque a pesar de que se advirtió que no mezclaran la sangre, siempre hubo mestizaje de los israelitas con los pueblos vecinos. El mismo Abraham su primer hijo lo tuvo en Agar la esclava egipcia; Moisés estaba desposado con Séfora, una madianita (entre árabe y egipcia) con quien tuvo hijos; la esposa de José, Virrey de Egipto, era egipcia y tuvo hijos con ella; hay pues muchos otros ejemplos.
Pero el propósito de semejante programación apuntaba a crear las condiciones para que al final de un largo proceso naciese Jesús.
Nacimiento del Mesías
Precisamente en aquella tierra había unos pastores que pernoctaban a la intemperie, para guardar de noche a su rebaño; y un ángel del Señor se les presentó, y el esplendor del Señor los envolvió en luz, y temieron, con un miedo enorme. Pero el ángel les dijo:
– No temáis, pues os doy una buena noticia, una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy en la ciudad de David un salvador, que es Cristo Señor. Y tenéis ésta señal: encontraréis a una criatura envuelta en pañales y acostada en un pesebre.
Y de repente se unió al ángel una muchedumbre del ejército celestial, que alababan a Dios y decían:
– ¡Gloria a Dios en las alturas! Y en la tierra, paz entre los hombres de buena voluntad.
Y se dio el caso de que, cuando los ángeles se separaron de ellos hacia el cielo, los pastores se decían unos a otros:
– Hala, vamos hasta Belén, a ver este acontecimiento que el Señor nos hizo conocer.»
(Lucas 2, 8-15)
Interpretación:
El nacimiento de Jesús fue un acontecimiento trascendental dentro de su simplicidad y humildad, que involucró tanto a la gente más sencilla de ese tiempo , como eran los pastores, así como a las altas jerarquías celestes (extraterrestres). Recordemos éste importante simbolismo, por cuanto Abraham y su descendencia eran originalmente pastores, seleccionados por extraterrestres y continuamente se repite en Jesús la figura del «Buen Pastor», quien mantiene contacto permanente con ángeles.
El que hoy podamos relacionar muchas de las apariciones angélicas con seres de otros mundos, no niega la existencia real de seres de otras dimensiones, o verdaderos ángeles que no poseen una corporeidad física, y que también se manifiestan.
El Ovni de Belén
«…se pusieron en camino (los Reyes Magos); y de pronto la estrella que habían visto en oriente iba delante de ellos hasta que, al llegar, se detuvo encima de donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella sintieron una alegría enorme».
(Mateo 2, 9-10)
Interpretación:
La estrella de Belén que guió a los sabios astrónomos y astrólogos de Caldea no tenía un comportamiento normal. No podía ser una estrella por cuanto se movía y hasta se detuvo; además, era vista indistintamente de día y de noche, lo cual descarta que fuera un cometa, una conjunción planetaria, o un fenómeno celeste. Nos encontramos delante de un avistamiento Ovni típico, en el que incluso hay una propósito: la señalización directa por parte de estos seres de un lugar y de un acontecimiento; ya que condujo a los Reyes Magos al sitio preciso, y hasta lo marcó con el juego de sus movimientos y su estacionamiento.
Informaciones Importantes
«…no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse».
(Mateo 10, 26)
«En la casa de mi padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar».
(Juan 14, 2)
«También tengo otras ovejas que no son de éste redil»…
(Juan 10, 16)
Interpretación:
Los Evangelios advierten que llegará un momento en que serán esclarecidos todos los misterios y debelados todos los secretos, de tal manera que la humanidad verá la vida con otra visión. También se dice claramente que hay otros mundos y que tenemos hermanos allí, lo cual le da a la vida un hermoso y maravilloso consuelo.
La Transfiguración en el Monte Tabor
«Seis días después Jesús se llevó a Pedro, Santiago y Juan, su hermano, y a solas los subió a un monte alto (Tabor). Y se transfiguró ante ellos, y su rostro relumbró como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz. Y de pronto se dejaron ver de ellos Moisés y Elías, conversando con él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús:
– Señor, más vale quedarnos aquí; si quieres, pondré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Todavía estaba él hablando cuando de pronto una nube luminosa los cubrió. Y de pronto sonó una voz desde la nube, que decía:
– Este es mi Hijo querido, en el que me agradé, ¡Escuchadlo!»
(Mateo 17,1-5)
Interpretación:
Un nuevo encuentro cercano que rememora las experiencias del Exodo (la luz y la nube), pero ahora los testigos son tres de los apóstoles, que ven cómo Jesús entra en contacto con dos personajes que desaparecieron entre ocho y trece siglos antes llevados fuera de éste mundo. A partir de ese momento se oficializa que Jesús es el que culminará lo iniciado a través de esos personajes.
Profecías que involucran a las Naves
«En seguida, después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor; las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos se tambalearán.
Y entonces aparecerá en el cielo la «señal» del Hijo del hombre; y se verán al Hijo del hombre que llega en las nubes del cielo con gran poder y esplendor. Enviara a sus ángeles con trompeta sonora, y se reunirán a sus elegidos desde los cuatro vientos, de extremo a extremo del cielo».
(Mateo 24, 29-31)
«Y habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y en la tierra serán presa de angustia las naciones, perplejas ante el fragor del mar y el oleaje; mientras que los hombres enloquecerán por el miedo y la ansiedad ante todo lo que va a venir sobre el orbe, pues las fuerzas de los cielos se tambalearán. Y entonces verán al Hijo del hombre que llega en una nube con gran poder y esplendor. Cuando comience a suceder esto, poneos en pie y levantad la cabeza, porque ha llegado vuestra liberación».
(Lucas 21, 25-28)
Interpretación:
Sabemos que las profecías siempre son una advertencia de cuanto puede ocurrir si es que no hacemos nada para evitarlo. Pero hay ciertas profecías que por el contrario, debemos hacer lo imposible para darles cumplimiento. En éste sentido vemos que se habla de un panorama futuro muy sombrío, que estaría involucrando el regreso de Cristo sobre las nubes o naves, acompañado de los ángeles o extraterrestres. ¿Será acaso que el incremento de los cambios climáticos y planetarios, así como de los avistamientos ovni en el mundo esta anticipando éste momento de definición? El tiempo lo dirá…
¿Qué pasó cuando murió Jesús?
«Ya era hacia la hora sexta cuando hubo oscuridad en todo el país hasta la hora nona, al eclipsarse el sol. Y la cortina del santuario se rasgó por en medio. Dando una gran voz dijo Jesús: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu»
(Lucas 23, 44-46)
Interpretación:
Se ha especulado mucho con relación al supuesto eclipse que acompañó la muerte del Rabí de Galilea, injustamente crucificado. Pero ¿y si fue algo localizado de tal manera que sólo ocurrió sobre esa zona? (como en el caso de Fátima, donde la «danza del Sol», un ovni gigantesco que asemejaba al Sol, fue avistado por más de 70,000 personas en 60 Km. a la redonda) Podría ser que una nave de gran tamaño, ubicada entre el Sol y la Tierra aportara en ese momento su sombra sobre todo Jerusalén y alrededores. Esto no nos debe extrañar, recordemos que han sido detectadas hasta naves de 450 Km. de diámetro sobrevolando la Patagonia chilena.
La Nube o Nave que recogió a Jesús
«Por su parte el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios»…
(Marcos 16, 19)
«Los sacó afuera hasta cerca de Betania; y alzando sus manos los bendijo. Y se dio el caso de que, mientras los bendecía, se separó de ellos y era llevado al cielo. Y ellos después de adorarlo, se volvieron a Jerusalén con gran alegría»…
(Lucas 24, 50-52)
«Y después de decir esto se elevó mientras ellos miraban, y una nube lo recogió ocultándolo a sus miradas. Y según estaban mirando fijamente al cielo mientras él se iba, se les presentaron de pronto dos hombres con vestiduras blancas, que dijeron:
Galileos, ¿por qué estáis parados mirando al cielo? Este Jesús elevado desde vosotros al cielo, volverá así como lo habéis visto ir al cielo».
(Hechos 1, 9-11)
Interpretación:
Los apóstoles fueron testigos de la elevación en cuerpo físico (regenerado con la resurrección) de la persona de Jesús hacia una nube (nave), y también contactaron inmediatamente con algunos de los tripulantes de ese u otro aparato (los dos ángeles).
Lo que vio Juan en Patmos
«Yo me volví para ver la voz aquella que hablaba conmigo. Y al volverme vi siete candelabros de oro, y en medio de los candelabros alguien parecido a un hijo de hombre, revestido de larga túnica y ceñido con un cinturón de oro a la altura del pecho; su cabeza y sus cabellos, blancos como lana blanca, como nieve; sus ojos, como llama de fuego; sus pies, parecidos al bronce bruñido, como en la forja, incandescente; su voz, como estruendo de océanos; tenía en la mano derecha siete estrellas, de su boca salía una espada aguda de dos filos, y su aspecto era como el sol cuando brilla con toda su fuerza.»
(Apocalipsis 1,12-16)
«En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha, y los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias y los siete candelabros son las siete Iglesias».
(Apocalipsis 1, 20)
«Después de eso, vi una puerta abierta en el cielo; y la voz primera que yo había escuchado, como de una trompeta que hablaba conmigo, estaba diciendo:
Sube aquí , y te mostraré lo que tiene que venir después de esto.
En seguida entre en éxtasis: resulta ser que en el cielo estaba puesto un trono con alguien sentado, y el que estaba sentado era de aspecto parecido a la piedra de jaspe y cornalina; y alrededor del trono había una aureola de aspecto como la esmeralda. Alrededor del trono, veinticuatro tronos, y sentados en los tronos veinticuatro ancianos vestidos con vestiduras blancas (…) y ante el trono había como un mar transparente, parecido al cristal.»
(Apocalipsis 4, 1-6)
Interpretación:
Juan el discípulo amado, fue deportado por el emperador romano Diomiciano a la pequeña isla de Patmos, en la costa turca allá por el año 94 de la era Cristiana. En ese lugar, el único sobreviviente de los doce apóstoles, tuvo más que una visión, vivió un tremendo encuentro cercano; primero del tercer tipo (ve al tripulante); y luego pasará al del cuarto tipo, ingresando a esa otra realidad a través de una puerta interdimensional (Xendra). Cuando le informan sobre los siete ángeles de las siete comunidades cristianas (Iglesias), le estaban explicando que había sido asignado un ser extraplanetario a cada una de esas comunidades para que las guiara y protegiera, como suele ocurrir en la actualidad con los grupos de contacto extraterrestres. Digo esto, sin que con ello quiera comparar los movimientos contactistas con una religión. Pienso que hay suficientes religiones sobre la faz de la Tierra como para inventar una nueva, y menos aún, a la luz de seres que siendo materiales, no son mejores que nosotros, y que también tienen mucho que aprender.
En su experiencia, Juan el Evangelista es llevado delante del Consejo mismo de los veinticuatro ancianos, o gobierno de nuestra galaxia, donde es instruido y advertido de cuanto puede ocurrir y de cuanto ya ha ocurrido en nuestro mundo. La intención siempre será advertir para corregir.
A manera de conclusión final
Desde que el ser humano existe sobre nuestro planeta ha habido contacto con otras realidades, y ese contacto no tiene por qué terminar jamás. Pero sólo podrá restablecerse la mejor relación con las jerarquías superiores, si restablecemos el contacto, primero con nosotros mismos, la naturaleza y luego con los demás.
Hay todo un Plan Cósmico, que ha ido variando en la medida que la humanidad ha ido madurando y labrando su propio futuro; pero que también involucra a esos otros seres y dimensiones, por tanto llegado es el momento en que asumamos definitivamente nuestra responsabilidad, y enfrentemos el conocimiento profundo de quiénes somos, por qué existimos y hacia dónde vamos. Pero la respuesta, como todo en la vida, esta dentro de cada uno, en esa… otra realidad.