El Lado Negativo


El Fanatismo y las Sectas Contactistas

La religión se basa en la fe y la fe es la seguridad de lo que no se ve. Por tanto ningún fenómeno que pueda ser comprobable exige nuestra fe, y tenemos que extraerlo del ámbito religioso. No debemos hacer del tema de los ovnis una religión, por cuanto no podemos creer en estos seres como creemos en Dios.

Es como saber y dar por hecho que existen chinos en la china. Es por así decirlo una cuestión de sentido común, la aceptación de que lo más seguro es que no estemos solos en el vasto universo, y hayan muchos incluso superiores a nuestras actuales condiciones.

La investigación del fenómeno ovni lleva a la constatación de una realidad mediante la búsqueda de evidencias tangibles, hechos corroborables y situaciones investigables. El tema de los contactos y los contactados reúne todas esas condiciones, aporta hechos y situaciones sujetas a investigación, y algún tipo de evidencia que requiere el más serio y desapasionado de los análisis. Todo esto como vemos, va alejando al tema ovni de la religión como tal, pero no lo separa de la espiritualidad.

El fenómeno ovni reconoce en la actualidad la relación con estos seres a lo largo de toda la historia de la humanidad, sobre todo en épocas en que la ignorancia y el atraso en comparación con los visitantes, llevó a nuestros antepasados a creer que eran dioses, y confiar en ellos de tal manera que se recepcionaron sus códigos éticos, morales y hasta legales (como en el caso de Hamurabi rey de los Babilonios).

Pero ya no estamos en épocas arcaicas, y aunque se mantiene la diferencia de desarrollo tecnológico y de conciencia, ya no nos podemos poner a adorarles, por cuanto no son mejores que nosotros, simplemente están en un diferente momento de evolución.

Lo que sí es cierto que mucha gente decepcionada de las religiones tradicionales, de las sectas, y de grupos esotéricos de amplia trayectoria llegan al fenómeno ovni buscando respuestas, y algunos procurando evadirse de la responsabilidad de tener que realizarse como seres humanos en lo cotidiano. Uno bien puede interesarse en el tema, y profundizar en él, pero debe mantener bien los pies en la tierra recordando que por algo hemos nacido en éste mundo y en esta realidad. Y mientras no hagamos nada, mientras que no ayudemos a que el mundo cambie no podemos estar pensando en marcharnos fuera de aquí. Porque también es cierto que si no hemos aprendido a vivir aquí, no merecemos ir a ninguna otra parte.

En estos tiempos de fin de milenio hemos vivido el aumento de las sectas en todas las religiones, y fuera de ellas creando nuevas con toda clase de gurues y maestros, que en vez de enseñar a la gente a crecer por si mismas como señal de la era de Acuario, procuran la sumisión y dependencia de los fieles seguidores, perjudicándoles.

El fenómeno ovni no ha sido ajeno a éste brote milenarista y mesiánico, por el contrario ha sido caldo de cultivo para sus propias sectas, cuyo común denominador ha sido la falta de crítica, objetividad y análisis así como de sentido común, compensándolo con un exceso de fanatismo y adoctrinamiento, pero no de parte de extraterrestres manipuladores, sino de pícaros terrestres mitómanos que apelan a la comodidad cobarde del que enfrenta los problemas huyendo. Tenemos en éste sentido un grupo llamado «Proyecto Evacuación», en donde todo apunta sí o sí a la huída via naves del espacio de los elegidos, de los escogidos por los Hermanos Mayores. Y con ésta mentalidad todo gira en marcharse y no comprometerse, o comprometerse sólo para salvarse egoístamente. ¡Pobres extraterrestres a los que les achacamos nuestras miserias!.

En capítulos anteriores mencionamos como había un Proyecto secreto del gobierno norteamericano para manipular mentalmente a la gente, utilizando la sugestión e hipnosis a distancia (el Mk-Ultra); y decía que éste proyecto había sido utilizado con éxito en asesinatos de personajes importantes y en el suicidio en masa de grupos fanáticos.

Pues uno de los casos más cercanos y conocidos fue el del grupo Heaven’s Gate («La Puerta al Cielo»), en donde un colectivo de personas dirigidas por el Sr. Marshall Bo Applewhitese terminaron suicidando en California en 1997, ante la idea difundida de que en la cola del cometa Hale Bop venía una nave nodriza a llevarse a los escogidos, y por ello todos debían desprenderse apresuradamente de sus corporeidades. Obviamente una locura, pero es importante analizar ciertos aspectos, como por ejemplo lo del cometa. Ciertamente el cometa se estaba acercando a la Tierra, pero en internet apareció una foto trucada del mismo, tomada en 1995 por el observatorio de la Universidad de Hawai y manipulada por quien sabe quien, y luego vuelta a colocar mostrando cosas que originalmente no contenía. Pero fue suficiente para que ello actuara como detonador que apresuró el fatal desenlace. Quien colocó la foto trucada, probablemente sabía del efecto que esto iba a producir y lo hizo a propósito (¿cómo un nuevo experimento del arma psíquica? ¿un nuevo caso de sicotrónica?)

Lo cierto es que Bo Applewhite nunca promovió que sus seguidores verificaran nada de lo que él les decía. Es más, trató siempre de evitar de que ellos pensaran por sí mismos. Y les prometió un mundo de paz y de felicidad fuera de ésta Tierra, cuando todos debemos trabajar y hasta luchar para que éste mundo sea el lugar de paz , justicia y amor que todos deseamos. No debemos ser cobardes huyendo de los retos.

Los extraterrestres esta claro, no se prestan para nuestras locuras ni las fomentan. Ellos no vienen a fomentar en nosotros el escapismo y la evasión de la realidad, como si fuéramos ratas abandonando el barco. Por el contrario, ellos pretenden que seamos como el marinero responsable o el capitán que hasta último minuto confían y hacen lo imposible para que no se hunda.

Y por favor no perdamos el espíritu crítico. Seamos valientes y honestos, busquemos la verdad por encima de todo, asumiendo nuestras propias responsabilidades y no esperando que nadie nos solucione o nos prometa lo que a nosotros nos corresponde.

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