Amor

Sí, somos vuestros hermanos Guías en Misión. Con ustedes, Sampiac.

Pregunta: ¿Cuál es la ley mayor en el universo?

¡El amor en toda su dimensión!…

Pregunta: ¿Pero qué es el amor?

Sólo después de haber actuado conforme a lo que dicta el corazón, pero con sabiduría, dando lo mejor de nosotros mismos, sólo entonces, hablaremos del amor.

El amor no se define, simplemente es… Consiste en ser y darse…

Pregunta: ¿Cómo se manifiesta el amor?

El amor se manifiesta en todo lo creado sin distinción, porque aún en la dramática lucha por la vida, que en apariencia se aprecia injusta y violenta por el apego a las formas, se puede llegar a ver la búsqueda de lo armónico y perfecto, del equilibrio y del contraste, del crecimiento y el renacimiento, de la superación y de la evolución, de la vida y de la muerte. Muerte que realmente no existe por cuanto todo es en esencia cambio y transformación continúa.

El amor es una fuerza que viene y va hacia el Creador. Allí nos origina y hacia allí nos devuelve pero como dioses: «hijos de la luz», después de haber pasado por la purificación y el perfeccionamiento en la oscuridad. Hasta aquí el dolor es aprendizaje y crecimiento.

El amor se manifiesta en la capacidad de entregarse con pureza de intenciones; pero de manera atinada y así, crecer a través del servicio. El descubrir la esencia divina que hay en ti y en los demás, respetándola y cuidándola para que como una semilla crezca y dé frutos.

Amor es descubrirse uno mismo en los demás. Es verse reflejado en los otros para aceptarse, cambiar, mejorar. Amar es valorarse para descubrir la propia potencialidad. Sólo así ayudarán al cambio colectivo, por cuanto así descubrirán cuánto tienen para dar.

Pregunta: ¿Ustedes cómo expresan el amor?

Nuestra guía y apoyo se basan en amor, porque es él, el que genera en nosotros la necesidad del despertar de la conciencia que la humanidad necesita para superar el momento actual que están atravesando.

Este es un amor que enseñamos con nuestra actitud, pero también del que aprendemos día a día… Porque el amor se renueva, crece y se corrige, se supera y madura; se hace sabio y prudente, pero para llegar a ello más de una vez se ha expuesto y se ha equivocado.

Es un largo proceso de aprendizaje el que nos llevará a todos al entendimiento del amor, y es por allí que nuestra misión consiste en hacerles recordar el rol protagónico que pesa sobre ustedes: ¡ser artífices de trascendentales actos de amor universal! Un rol en el que se descubrirán portadores de la llave de un «umbral secreto» al que _ por requerimientos del Plan Cósmico, sólo ustedes pueden acceder primero, para que los demás, aprendiendo humildemente de su esfuerzo y proceso, puedan a continuación ubicarlo y atravesarlo también.

Pregunta: ¿Cómo puede ser esto posible?

Todos podemos aprender algo de los demás. No les resulta familiar aquella frase que dice: «Los primeros serán postreros, y los postreros, primeros».

Pregunta: ¿Qué esperan realmente de la humanidad?

Que aprendan a amar, y que descubran lo que el amor les pide que den.

Lo que ustedes deben desarrollar es una vivencia diferente del amor. Porque para las civilizaciones más avanzadas en esta última Creación, el amor ha significado sólo el «bien común». Como una medida de convivencia y elevación, pero que rápidamente conoció sus limitaciones y produjo un estancamiento relativo en el ascenso evolutivo. Ahora, después de haberlos observado durante mucho de vuestro tiempo, estamos convencidos de que hay en ustedes la clave de todas las respuestas que hemos aguardado; y que sí es posible a través de vuestra participación, que podamos todos vosotros aprender alternativas nuevas de evolución; facetas diferentes en un replanteamiento general de todo cuanto hemos experimentando y como lo hemos entendido y enfocado hasta ahora. Y esto es porque nadie lo sabe todo, ni lo ha experimentado todo, y menos aún en el amor, donde cada día se plantea una experiencia de crecimiento nueva y enriquecedora.

Así como el sol los ilumina y la luna aclara vuestras noches, así debe brillar vuestro amor en vuestros corazones; pero un amor sin retacear, sin recortes. Amor como entrega al Plan de la Creación, porque todo es amor y el amor es uno en todo.

Pregunta: ¿Cómo se perfecciona el amor?

El amor se perfecciona con el perdón, madura en la comprensión, vive en la tolerancia y se alimenta en la compasión y caridad. No hay amor sin misericordia, y ello nos lo está confirmando la esencia de esta humanidad terrestre. Y de nada sirve saberlo, hay que vivenciarlo. Sólo la experimentación permitirá el acceso a lo esencial.

Vivan y descubran el verdadero rostro del amor que existe potencialmente en ustedes, y él os llenará y colmará, haciéndoles sentir como un panal de miel inagotable, del cual todos podrán extraer y siempre habrá más para dar y compartir.

El amor verdadero no tiene por qué agotarse sino que tiende a reproducirse. Cuanto más da, más tiene para dar… se retroalimenta.

Si vuestra vida se hace amor, todo cuanto hagan estará marcado y envuelto de dicha fuerza. Y no tengan temor a las consecuencias que trae el amor, porque con él habrán incursionado en el verdadero propósito de la existencia; y aunque se despierte una fuerza violenta contraria de oposición, esto sólo logrará coronar de éxito vuestra experiencia de amar.

Pregunta: ¿Si tienen tan claros los conceptos por qué les resulta difícil ponerlos en práctica?

Es fácil hablar del amor pero otra cosa es actuarlo. La teoría llega a ser algo sencillo, frente a la vivencia, que es donde todo se complica. Muchas cosas son necesarias para materializar el verdadero amor, entre ellas conocer la propia misión de cada uno, la del colectivo de personas del que uno forma parte, y estar en el lugar y el momento adecuado para traducirlo en actitudes y hechos. Todo ello supone una conciencia elevada, pero sobre todo un corazón dispuesto a arriesgarse a equivocarse, porque siempre existe ese riesgo.

Por tanto: ¡atención, que hasta para amar hay que aprender!… Habrá ocasiones en que el verdadero amor nos exigirá abstenernos de actuar…

Sí, habrá muchas situaciones y muy diversas en que no se deberá actuar aunque se pueda dar todo lo que se nos pide, porque hay veces en que se podrá dar más no dando nada o absteniéndose de intervenir, porque podría ser que en ese momento el accionar fuese más una interferencia o perjuicio que una ayuda.

Más de una vez deberán experimentar el amor a través del no hacer, de inhibirse de actuar.

Ama con todas tus fuerzas, pero no dejes de pedir inspiración y sabiduría en la actuación de tu amor, para sólo hacer lo adecuado aunque alguna vez esto signifique aun no hacer.

Pregunta: ¿Qué tanto puede el amor cambiar a una persona?

El amor lo transformará lentamente, como el escultor a su escultura, extrayendo la esencia oculta en lo profundo de la roca, y hará de vuestras existencias luz, para ustedes mismos y los demás. Y la luz de vuestro amor os protegerá y los ayudará a incrementar su capacidad de dar.

El verdadero amor los motivará a hallar el valioso diamante que yace escondido en el carbón de vuestro interior.

Pregunta: ¿Qué podemos esperar del amor?

Que transforme vuestras existencias y modifique vuestro entorno. Porque para el amor no hay límites.

El amor significa conocimiento con comprensión, trato con tolerancia y esperanza con paciencia. El amor es el comienzo de una convivencia fraterna, sin egoísmo, sin enojos ni arbitrariedades. El amor se manifiesta fundamentalmente como justicia y equidad.

Dad al que tiene y al que no tiene, pues todos necesitan de este amor en mayor o menor medida. Pero sólo den de lo que el otro necesita y no necesariamente lo que el otro les pide, porque allí está la verdadera caridad, en el amar con discernimiento y conciencia despierta.

Pregunta: ¿Por dónde empezamos?

Empiecen por amarse a ustedes mismos, lo cual es el principio correcto para poder llegar al gran amor…

Nunca terminarán de hacerlo, convirtiendo vuestras existencias en una aventura eterna de descubrimientos inimaginables.
Amor y paz.

Vuestros Guías de Misión Rahma.

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