Autor
Autor: Sixto Paz Wells
Editorial: Editorial Planeta Perú S.A. para su sello editorial MR
Introducción
La verdad, lejos de ser un conocimiento, es una certeza interna. Es el sentir en lo más profundo de nuestra alma que detrás de todo en la vida hay un orden y un sentido, una razón o un propósito que, aunque muchas veces escape a nuestro entendimiento y comprensión, apunta hacia crecimiento en la elevación de nuestra conciencia.
Aunque para la mayoría pase desapercibido, estamos en el momento extraordinario de la historia humana, una época en que, así como van produciendo drásticos cambios climáticos y desastres naturales, se suceden a diario violentos cambios sociales, políticos y económicos, en medio de los cuales van saliendo a la luz diversas informaciones que están remeciendo nuestra civilización, señal inequívoca de que estamos entrando en un nuevo tiempo…
Los miedos están en uno mismo. Uno crea sus miedos. Les da forma, volumen, espacio en nuestra vida, y hasta les otorga poder sobre uno. El peligro en la vida lo crean aquellos temores que no supimos desarraigar a tiempo; aquellos que no enfrentamos en su momento con valor y confianza. Arquímedes decía: «Denme un punto de apoyo y verán cómo muevo (cambio) al mundo». Ese punto de apoyo está en el conocimiento de cómo funciona todo en el universo, de que hay leyes y principios que todo lo regulan, y que nosotros podemos ser magos y alquimistas conociendo y utilizando adecuadamente dichas leyes, como por ejemplo aquellas que nos dicen: «uno puede crear lo que cree» o «uno concreta lo que decreta».
Para enfrentar nuestros miedos debemos acceder al conocimiento. Recordemos las palabras del maestro Jesús: «Yo les daré la verdad, y la verdad los hará libres». Debemos liberarnos del único original pecado que la humanidad arrastra, que es la ignorancia. El conocimiento nos ayudará a enfrentar con convicción los retos que la vida nos plantea, esto es, con la garantía interna de que nunca seremos probados más allá de nuestra capacidad de superar las pruebas, y que no estamos solos; que así como hay oscuridad, también hay luz. Nunca será tarde para darse cuenta y corregir actitudes. Siempre estaremos a tiempo como para reaccionar sabiendo que hay entidades benéficas en diversos planos dispuestas a echarnos una mano para que salgamos adelante.
Quizás el mayor temor que enfrenta hoy la humanidad es el cuestionamiento del futuro de la civilización y la inminencia de cambios traumáticos, aun mucho más intensos de cuantos se han dado hasta ahora.
Después del tiempo transcurrido consideramos que estamos viviendo la época que se nos anunció que llegaría: el momento más espectacular de la historia humana, el momento de las grandes definiciones, el momento de un renacimiento colectivo, del final de nuestra adolescencia planetaria. Es ahora cuando debemos tomar decisiones que nos permitan alcanzar la juventud responsable, o desaparecer en el intento. Todo esto como parte de un anunciado Parto Planetario o nacimiento colectivo, lleno de dolor, pero también de esperanza, en el que la figura de la Madre Cósmica, o la Madre Tierra, Virgen Negra, Mamapacha, Pachamama, Coatlicue, Tonantzin, Guadalupe o como queramos llamarla, quien nos señala el camino que consiste en el cambio de actitud frente a la vida y a nosotros mismos.
Para prepararnos para este Parto Planetario debemos primero entrar en lo más profundo de nuestro interior (la matriz), como en un laberinto para vencer nuestro monstruo interior. La clave es llegar a ser capaces de fecundar lo esencial en nuestra alma, que es la esperanza (optimismo), haciéndola crecer, fortaleciéndola, para luego ser capaces de un despertar, a la vez que un nacimiento nuevo colectivo que traiga vida y esperanza no solo para nosotros, sino para buena parte del universo conocido, que está íntimamente ligado a nuestro pasado y futuro, y que se encuentra a la expectativa, esperando lo que podamos enseñar, ya que todos podamos aprender mutuamente, unos de otros.
Una de las claves para este tiempo está en el llamado giro del tiempo o sincronización de los tiempos,
El giro del tiempo es la oportunidad que nos da la vida de conseguir un despertar colectivo, entrando conscientes en un flujo de extraordinarias energías cósmicas, agentes de grandes transformaciones. El giro del tiempo es también el conocimiento de que estamos viviendo en una realidad paralela a la de los visitantes del espacio, en una suerte de tiempo alternativo o paradoja espacio-temporal creada a partir de la capacidad (tecnológica, vibratoria y mental) que poseen los maestros del cosmos, como para viajar (previa autorización superior) a través de pliegues cósmicos o túneles interdimensionales que modifican entornos afectando allí donde la naturaleza no llegó a concretar la vida por sí misma.
Así que a lo que nos estamos acercando es a la reconexión o sincronización de nuestro tiempo con el tiempo real del universo, que es aquel en donde mora un sinfín de civilizaciones altamente desarrolladas, expectantes de nuestro proceso. Estamos viviendo a pasos agigantados una «cuenta regresiva» que nos conducirá inexorablemente al tiempo del Parto Planetario, con todas las consecuencias que esto implica. Un parto espectacular e irreversible, pero que requiere de cuidados como para que la criatura (la Nueva Humanidad) pueda llegar a través de un feliz alumbramiento y sobreviva a la acechanza de aquellas fuerzas que han venido conspirando hasta hoy, temerosas del potencial humano, de nuestros posibles alcances y de las consecuencias de este momento.
Indice
I | El Plan Cósmico | 25 |
II | La Mujer Sol Tierra | 37 |
III | Miriam y María, los pilares | 45 |
IV | El símbolo del laberinto | 109 |
V | El Parto Planetario | 147 |
VI | La cuenta regresiva | 165 |
VII | La humanidad al filo de la navaja | 185 |
VIII | Crónicas de la Tierra. Anales del Registro Askásico | 205 |
IX | Viaje al ombligo del mundo | 219 |
X | De vuelta al principio: el 2012 | 239 |