La Atlántida de Platón

Capítulo 12 (cuarta humanidad)

Ante todo esto, la Confederación intervino inmediatamente tratando de corregir el error de los Vigilantes, por lo que se esperó a que se produjeran los nacimientos de los mestizos, los cuales fueron concentrados en una grupo de diez islas en el Océano Atlántico la mayor de ellas llamada la isla de Undal y en donde sus padres extraterrestres se verán comprometidos a educarlos, dando lugar a la legendaria civilización de los Atlantes.

 


Evidencias de un Mundo Sumergido

Más allá de las columnas de Hércules afirmaba Platón en sus «Diálogos» existieron vastas tierras, tan grandes como Asia Menor y Libia juntas, hasta que, en un sólo día, este mundo que albergaba a una sociedad avanzada, sucumbió bajo las aguas del océano Atlántico; de allí el nombre con el cual se recuerda a aquella civilización desaparecida: Atlántida (Aunque esta denominación, en verdad, se pierde en el origen de los tiempos, así como su historia).

Aunque parezca insólito aceptar la desaparición de una civilización bajo el océano, algunos científicos se han venido topando con algunos indicios que sugieren la realidad de todo esto.

Por ejemplo, es interesante saber que el estudio realizado por los científicos del Observatorio Lamont (una división de la Universidad de Columbia en Palisades, N.Y.) determinó cambios geológicos de carácter anormal hace 11.500 años en el Atlántico; estas conclusiones encajan notablemente con la fecha de la destrucción de la Atlántida.

Otro dato curioso es la existencia de una cadena montañosa que se extiende por la zona central del Atlántico; estas formaciones son conocidas por los geólogos con el nombre de dorsales. La dorsal Mesoatlántica es de por sí una de las pruebas más favorables para apoyar la existencia de tierras sumergidas. En muchos casos las crestas de la dorsal se elevan por encima del mar formando islas; allí encontramos arrecifes de coral y sedimentos propios de las aguas poco profundas, lo cual nos sugiere que, en algún tiempo remoto, estas tierras estuvieron próximas a la superficie.

Para añadir más argumentos a favor del mundo sumergido, podríamos citar que, ya en 1898, se encontró en el océano Atlántico a 700 Km. de las Azores porciones de Taquilita; es decir, lava basáltica que se enfrió rápidamente. Este fenómeno sólo es posible si la lava se encontró expuesta al aire, lo que no ocurre generalmente con las lavas enfriadas en las profundidades del mar. Al menos ello es lo que sostiene el geólogo P. Termier, del Instituto Oceanográfico de Mónaco. Termier concluye que la lava debió sumergirse en una fecha no mayor a 15.000 años. Sin embargo, también debemos decir que no siempre estos estudios son aceptados. Aún existen muchos detractores de la existencia de la Atlántida.

En los textos antiguos encontramos también evidencias no menos importantes, como por ejemplo, la clara alusión a «islas perdidas». Recordemos la Esqueria de Homero y la enigmática Tarsis del profeta bíblico Ezequiel. Por su parte, los Mayas y los Aztecas sostenían provenir de una «isla» situada al este de México y que denominaban Aztlán. Es posible que se refieran con ello a la Atlántida de Platón. La morada de los mestizos y los Vigilantes.

La deportación de los Oriones

Capítulo 13

La rebelión de los oriones, ocurrida hace unos 25.000 años de los nuestros, había sido controlada por la Confederación Galáctica. Aquellos seres que se plegaron a la violenta postura de Satanael fueron deportados a la Tierra para redimirse apoyando el proyecto, como si se tratasen de trabajos forzados, y así contribuir en el proceso de aprendizaje de la raza humana.

Para comprender esto imaginemos a un sEstos oriones que fueron enviados a nuestro planeta, no solo mantuvieron su rebeldía sino que habrían estado involucrados en la contaminación que se produjo (transgresión), habiendo influenciado en los pleyadianos como para ser hibridaran. Aquí en nuestro mundo estos “ángeles caídos o deportados” envejecieron prematuramente y murieron quedando atrapados en otra dimensión. Declarando desde allí una guerra psíquica a la humanidad y constituyéndose como un gobierno secreto negativo, En la hibridación había el deseo oculto de encarnar en cuerpos mestizos que les permitieran llegar a controlar al planeta.

 

Cuerpos Clonados

En un procedimiento que no podemos comprender aun en la Tierra, decidieron construir sus propios cuerpos o réplicas adultas, para ser ocupadas si su vehículo material era destruido o se detectaba ya inservible. Era como cambiar de ropa.

Para comprender esto imaginemos a un ser con una conciencia de 3000 años de existencia encarnar nuevamente como bebé, y tener que vivir ese proceso, una y otra vez, hasta poseer un cuerpo adulto. En la Tierra, desde luego, esto no es así, por cuanto nos encontramos en un peldaño distinto de aprendizaje, olvidando quiénes fuimos en una existencia anterior y creciendo con distintas personalidades en distintas familias, geografías y realidades para finalmente abrazar la iluminación que nos lleva de regreso a Dios. Según los Guías, no poseemos aun la preparación necesaria para recordar todo cuanto hicimos. Si en una sola existencia, los seres humanos nos vemos afectados por las personas que nos hicieron daño, que nosotros dañamos, que amamos, que perdimos, y diversas experiencias de impacto que nos sacuden, ¿qué pasaría si recordáramos el mismo proceso pero en 20 o 50 existencias a la vez? No lo soportaríamos.

Para comprender esto imaginemos a un sLo que nos permitiría prepararnos para asumir ello, es la conciencia de que somos en realidad seres cósmicos.

 

Los Cristales – Prisión

Al envejecer rápidamente y morir en la Tierra, como originalmente provenían de Orión y de otro tiempo, las esencias de los deportados tendrían que haber vuelto a su lugar de origen. Si ello hubiese sido así, posiblemente hubiesen encarnado en los cuerpos clonados, ya adultos, que se encontraban en aquellos mundos de la gran constelación.

Los Vigilantes de las Pléyades, para evitar ello, depositaron en la Tierra unos cristales piramidales, de un color verde brillante. Es interesante citar la siguiente noticia dada a conocer por la NASA el 30 de Mayo del 2011, donde se dice que en recientes investigaciones publicadas en el Astrophysical Journal Letters se dice que se ha detectado una extraña lluvia de cristales verdes sobre una estrella de la constelación de Orión. Según el investigador Tom Megeath, de la Universidad de Toledo en Ohio, estos cristales están formados de un material llamado Olivino. No obstante, hemos sabido, en experiencias recientes, que no todos aquellos oriones que han muerto luego de un envejecimiento prematuro cuyas esencias fueron atrapadas en otro plano dimensional por aquellos cristales y que fueron deportados en la Tierra, siguen en una suerte de zona fantasma o limbo o bajo astral, algunos se las han ingeniado para reencarnar aquí en la tierra en cuerpos humanos. Parte de esto lo consiguieron con la complicidad de civilizaciones que han logrado escabullirse y han generado los casos de abducciones que se han producido en nuestro mundo para producir cuerpos híbridos.

Lugares como Paititi y Monte Shasta, entre otros son enclaves donde se hallan aquellos Cristales-Prisión, y que explicarían el por qué de la presencia de la Hermandad Blanca, cuya fundación en la Tierra, abordaremos en el siguiente capítulo. Los oriones «atrapados» dimensionalmente le habían declarado una guerra psíquica a la humanidad, afectando considerablemente a los atlantes, quienes fueron manipulados y conducidos hacia la autodestrucción después de hacerlos que agredieran sistemáticamente a los murianos.

 

Maldek y la destrucción de Poseidonis

Los atlantes se volvieron una raza colonizadora, guerrera, expandiéndose por el planeta e imponiendo su tecnología y avance. Incluso se vieron en un enfrentamiento continuo con aquella civilización autónoma que había sido la antigua Lemuria sometiéndola y, por si esto fuera poco, enfrentaron una guerra interna por cuanto la Atlántida se fraccionó en dos corrientes: la que mantenía el espíritu de la luz, y aquella influenciada por las tinieblas que terminó destruyendo el archipiélago atlante; de las diez islas quedaron sólo a tres como supervivientes, entre ellas, el centro principal, que alude a la Poseidonis de Platón.

Para comprender esto imaginemos a un sFrente a esta situación que los Vigilantes no pudieron controlar, se pensó que si los atlantes se extendían fuera del planeta, podría resultar conveniente para reorganizar con ello el proyecto planetario, ya que con el tiempo se podría hacer que estos mestizos quedaran al margen del proceso terrestre, a pesar de que eran semi-terrestres. Esto es, que llegado el caso, la civilización atlante completa sería trasladada a Maldek planeta ubicado antiguamente entre Marte y Júpiter. Para este fin se envió a otros atlantes a Marte para establecer un puente práctico entre la Tierra y Maldek, con tan malos resultados que no mucho tiempo después de haber arribado, se produjo un abuso por parte de ellos con la civilización marciana, generando un choque terrible.

Toda la tensión generada en Marte por los atlantes, y luego en Maldek, por la ley de vibración lo semejante atrae lo semejante atrajo a un objeto sideral errante hacia el interior del Sistema Solar, acercándose a Maldek, y en una violenta colisión destruyéndolo. Las consecuencias fueron catastróficas, pues los fragmentos salieron despedidos hacia Marte impactándolo, haciendo que gran parte de su agua y su atmósfera se perdiera en el espacio, acabando con la mayor parte de la vida en la superficie del planeta rojo (Aquí debemos acotar, que en la actualidad hay vida en Marte, pero sus pobladores viven en el subsuelo del planeta).

Pero los fragmentos de Maldek no sólo alcanzaron a Marte. Ellos también llegaron a la Tierra, estrellándose muchos contra el escudo natural del planeta que es la Luna. En ese entonces, la Tierra atrapó dos grandes trozos que estuvieron orbitando durante un cierto tiempo alrededor del mundo, por lo que podemos afirmar que hubo una época en que tuvimos tres lunas; la actual y dos asteroides más pequeños, los cuales fueron más adelante atraídos al planeta impactando uno de ellos en el Pacífico y mucho tiempo después, el otro entre el Atlántico y el Caribe, produciendo profundas fisuras donde la corteza terrestre es bastante débil, abriéndose así, peligrosos vórtices electromagnéticos, que actualmente se conocen como el Triángulo de las Bermudas y el Triángulo del Dragón.

Tenemos que reseñar que estos fragmentos no cayeron inmediatamente en el planeta. En ese entonces, la tecnología y el poder mental de los atlantes era muy grande, de tal manera que llegaron a controlar aquellas otras «lunas», colocando precisamente en lo que hoy corresponde al mar caribe, una estructura piramidal llamada por los atlantes «Tagmatrón» con una gran esfera de cristal en la punta a manera de una inmensa máquina energética que proyectase un haz de luz al espacio, y sostuviese la presencia de cada uno de esos cuerpos.

Esta pirámide concentraba una energía extraordinaria, como jamás hubiésemos imaginado. Pero la crisis interna de la sociedad atlante llegó a niveles incontrolables, como describimos líneas tras, por la influencia satánica, que pretendió utilizar el poder desarrollado para liberar a sus compañeros y atacar a la mismísima Confederación Galáctica; ello terminó revirtiendo el poder de dicha pirámide, atrayendo aquellos cuerpos siderales que debían mantenerse a la distancia, haciéndoles impactar y creando, no sólo grandes abismos oceánicos, sino también hoyos interdimensionales que comunican con otro tiempo y espacio. Estos agujeros no están abiertos todo el tiempo, sino cuando se concentra gran cantidad de energía por las tormentas que se producen frecuentemente en la zona.

 

La Guerra Psíquica

Todo esto y más hizo la oscuridad en contra del proyecto. El planeta registraba por ese entonces, graves problemas debido a los desequilibrios provocados por los inmensurables impactos.

Para comprender esto imaginemos a un sLos oriones estarán allí atrapados hasta que se cumpla el plan redención. Es decir, o ellos se arrepienten y cumplen con ayudarnos, o si no, de ahí no salen. Por eso aquellos seres le han declarado una guerra psíquica a la humanidad, y como ya vimos, desde la Atlántida, en donde casi lo consiguieron, han hecho todo lo posible por destruirnos. Recordemos que esta guerra psíquica no es solamente referida por los extraterrestres hacia nosotros para que estemos alerta de cómo la asechanza intenta manipularnos. El apóstol Pablo ya lo mencionaba en una de sus cartas a los Efesios (Ef. 6, 11-12) cuando dice:

«Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes».

Como ellos no pueden manipular a todos los seres, manipulan a unas cuantas personas vinculadas a la política, a la religión, a la economía, a los mandos militares, y a través de ellos mantienen el caos mundial de desesperanza, angustia y desequilibrio. Son ellos, los satánicos atrapados y aquellos que ya han logrado encarnar aquí, así como sus servidores los que conforman y mantienen un Gobierno Interno Negativo en nuestro planeta, que basa su poder en la manipulación y la ignorancia. Para esto todos los grandes archivos de la humanidad han sido sistemáticamente destruidos desde la Gran Biblioteca de Alejandría hasta los libros durante la inquisición, también registros del Cusco, los códices mayas y aztecas hasta la barbarie del fascismo alemán. Todo aquello que pudiera darnos luz, que pueda llevarnos a recordar que somos parte de un proyecto cósmico ha sido silenciado de una u otra forma, y que quede claro que no somos «ratas de laboratorio», en realidad, somos como bebés de probeta; y que nuestro mundo no es una granja donde nos están cebando para luego incluirnos en su dieta alimenticia, sino, más bien, somos una especie de «casa cuna» o jardín de infantes de donde los maestros esperan aprender de los discípulos a través de nuestras propias vivencias.

Recientemente hemos visto como durante la guerra de Irán del año 2003, a pesar de que había un compromiso con la Unesco de preservar los lugares arqueológicos y culturales se incendió y destruyó la biblioteca de Bagdad, donde habían libros manuscritos contemporáneos a la redacción del primer Corán, y eso evidentemente no lo hicieron los musulmanes. También se saqueó el museo arqueológico de Bagdad de donde desaparecieron las 180,000 piezas arqueológicas que allí habían, de entre las cuales destacaban 80,000 tablillas de arcilla en escritura ideográfica simbólica sumeria, y cuneiforme acadia, babilonia, elamita, asiria y persa, que hacía poco que habían empezado a traducir y que hablaban de visitas extraterrestres en el pasado en la Mesopotamia.

Por esto podemos decir que la única ventaja que tienen las fuerzas de la oscuridad frente a la humanidad, es que mientras que ellos conocen sus limitaciones, nosotros ni siquiera conocemos nuestras posibilidades. Lo nuestro es un problema de ignorancia.

La instauración de la Hermandad Blanca

Capítulo 14

Después de la destrucción de la Atlántida, hace doce mil años, una fuerza interplanetaria de paz llegó a la Tierra para fundar lo que sería la Gran Hermandad Blanca de nuestro mundo; de esta forma se conseguiría el apoyo y equilibrio necesario para que el ser humano pudiera continuar con su proceso de evolución.

Estos 32 Maestros extraterrestres (no treinta y tres por cuanto el número 33 lo tiene que representar simbólicamente la propia humanidad), se ubicaron en galerías subterráneas en una región secreta del desierto de Gobi, en Asia, fundando así la mítica Shambhala, centro matriz del mundo intraterrestre y capital de la llamada Agartha. Desde allí, velarían por la quinta humanidad, la de la síntesis de los mestizos cósmicos. Cada uno de ellos representaba una determinada civilización del espacio; su honda sabiduría y profundo amor por la vida los calificaba como los más aptos para llevar a cabo la misión de reactivar en nuestro mundo la semilla de la Luz, pero de una forma ordenada y orientada, que les permitiera a ellos hacer un seguimiento, y a la vez les permitiera recibir un aprendizaje. Porque recordemos que no hay nadie por muy sabio que sea que no tenga algo que aprender, y nadie por muy humilde que no tenga algo que enseñar.

 

Shambhala y el Mundo Subterráneo

Hablar de una supercivilización habitando en las profundidades de nuestro planeta podría generar serios cuestionamientos en el lector escéptico, posiblemente porque en estos seres recae la misión de ayudar al hombre en su trayecto hacia el cumplimiento del Plan Cósmico.

Quizá una de las experiencias más célebres en relación a Shambhala sea la de Nicolás Roerich, explorador y artista ruso que emprendió en 1925 una expedición al Tibet y al Asia Central. Allí fue invitado a conocer el reino subterráneo. Ese año, Roerich contempló en pleno día un disco brillante ¿un OVNI? surcando el cielo de Karakorum y los lamas que le acompañaban aseguraron que se trataba de un signo de ¡Shambhala!

Nicolás Roerich, junto al sueco Sven Hedin y su antepasado Ruso Nikolai Przhevalsky, fueron los primeros occidentales después de Marco Polo en adentrarse en la cultura de Oriente.

En la historia de diferentes pueblos de la Tierra encontramos claras insinuaciones a ese mundo interior, un lugar secreto donde se reúnen los grandes sabios, los Rishis o Mahatmas, que sólo permiten el ingreso a su mundo a los que han sido llamados. Es pues, en oriente, donde existen mayores referencias al reino subterráneo, aunque de ello también hablaban los Aztecas y los Incas.

A estos Maestros de Luz intraterrenos se habría referido Thot el Atlante en «Las Tablas Esmeralda» cuando menciona: “Treinta y dos están allí de los hijos de la luz, quienes han venido a vivir entre la humanidad buscando cómo liberar de la esclavitud de las tinieblas a los que estaban atrapados por la fuerza del más allá…»

««Los dioses aparecieron en sus respectivos vehículos voladores para presenciar la batalla entre Kripakarya y Arjuna. Incluso Indra, el señor del cielo, llegó montado en un vehículo volador especial con capacidad para treinta y tres seres divinos». (Bhagavata Purana, Texto antiguo de la India).

No en vano, el número 33 se encuentra inmerso en la vida del hombre, desde su ubicación en la galaxia, a 33.000 años luz del Sol Central, al maná que cayó del cielo para asistir al pueblo hebreo por 33 días quizá de allí provenga la denominación «manásico» para el Sol Central. Además, esta clave numérica se encuentra también en las 33 vértebras de la columna humana que se pueden apreciar claramente en los primeros años de vida, más tarde, con el crecimiento humano algunas de ellas se unen a otras que funciona como antena energética. También es sugerente apreciar que en diversas escuelas esotéricas, como la Rosacruz y la Masonería, la principal jerarquía es el grado 33. Y para pensar un poco más, el Maestro Jesús murió y resucitó según algunos estudiosos a los 33 años de edad, y en relación a la mítica huída inca al Paititi, ésta se habría producido en el año 1533.

Una vez que los Mentores de la Luz se establecieron en el Gobi, en sus Salones de Amenti o templos intraterrestres que ya habían sido acondicionados por seres procedentes de Sirio, procuraron todo lo relativo a la activación futura de un impresionante disco metálico, hecho con una extraña aleación de metales, sonidos y emociones de nuestro planeta.

 

La Creación del Gran Disco Solar

Se trataba pues, del Disco Solar, una llave o espejo dimensional que abre las puertas entre las dimensiones y que puede «llevar» al planeta entero al Real Tiempo del Universo. Así mismo, el Disco representaba al Sol Central de la galaxia, fuente importante de energía que llega a toda nuestra Vía Láctea, bañándola con la transmutadora fuerza de la Luz Violeta. Este disco fue construido en los tiempos de la Lemuria en la Patagonia y posteriormente conducido a los retiros de la Hermandad Blanca en un largo peregrinaje tocando muchos centros, terminando en el Paititi después de haber pasado por el Lago Titicaca y el Templo del Coricancha en el Cuzco.

Está de más afirmar que las radiaciones solares o energía Cilial de nuestro propio Sol, son también canalizadas por el poderoso Disco de los Maestros. En los mundos evolucionados se aprovecha al máximo el poder de las estrellas. El Disco Solar se constituiría en el santo emblema de la Hermandad Blanca, representado gráficamente con la figura de tres círculos concéntricos: los tres planos, los tres universos, la trinidad sagrada y la Ley del triángulo.

No obstante, la Jerarquía venida del espacio sabía que no podría prolongarse indefinidamente en sus cuerpos físicos. Fue entonces que los 32 Mentores de la Luz vieron en los Estekna-Manés, mestizos mentores, que habían sobrevivido en bases subterráneas a la destrucción de la Atlántida, el reemplazo perfecto.

Muchos de ellos, sabios sacerdotes que trabajaban por la luz, habían emigrado a diferentes regiones del mundo, evitando perecer ellos y sus sagrados archivos del conocimiento en el holocausto atlante. Llegaron a América Central, a Sudamérica, a áfrica, India y Europa; desde allí y en su interior, junto con los Guías o Instructores, comenzaron a sembrar la semilla de acuerdo a los designios heredados de los 32 Mentores para rescatar el proceso del despertar de la conciencia humana y así, acercarle a los Hombres el conocimiento, su verdadera historia, la cual ellos ahora custodian.

Uno de los primeros grupos en ser instruido después de la destrucción de la Atlántida o «el diluvio universal» fue el Sumerio.

EL arribo de los 144 Instructores

Capítulo 15

Como parte de este plan, ciento cuarenta y cuatro instructores extraterrestres aterrizaron en Mesopotamia, para reunir gente de los montes Zagros y del Cáucaso, y comenzar a trabajar con todos ellos que representaban diferentes tipos de razas. A esta acción programada se le llamaría Proyecto Sumerio.

Recientes excavaciones arqueológicas realizadas cerca de la localidad de Urfa en Turquía (lo que fue anteriormente la ciudad de Edessa, capital del reino Parto de Osroenia), en un lugar llamado Govekli Tepe han sacado a la luz cerca de 16 extraordinarios templos circulares trabajados magníficamente en monolíticos e inmensos bloques de piedra, donde abundan bellísimas esculturas y que han sido datadas con una antigüedad de 11,000 años, rompiendo todos los esquemas de la ciencia que databa la más antigua ciudad en el neolítico en Jericó actual territorio de Palestina, con aproximadamente 10,000 años.

 

El Legado de Sumer

Es así que pronto, nos encontramos con que los hombres viven en ciudades, y para pensar más, al poco tiempo, ya manejaban avanzadas matemáticas, astronomía y metalurgia. Sumer fue la «primera civilización» del mundo que nació «después del diluvio» según los escritos antiguos.

Debido al cuidado que se tenía que tener para evitar las dependencias, se escogió a unos emisarios del pueblo, los Enci o Patesis, para ser los únicos que tendrían contacto con los Instructores Planetarios, quienes les transmitirán todo este conocimiento. Echemos una mirada a esta civilización antigua:

 

Mesopotamia (en griego, ‘entre ríos‘), es una región que se convirtió en uno de los primeros centros de civilización urbana, situada entre los ríos Tigris y Éufrates, en la zona que en la actualidad ocupan los estados de Iraq principalmente Irán y Siria.

La riqueza natural de Mesopotamia siempre ha atraído a pueblos procedentes de las regiones vecinas más pobres, y su historia es la de continuas migraciones e invasiones. La lluvia es escasa en la mayor parte de la región, pero cuando el fértil suelo se riega a través de canales produce abundantes cultivos.

La necesidad de autodefensa y riego llevó a los antiguos mesopotámicos a organizar y construir canales y asentamientos fortificados. Según las dataciones arqueológicas desde el 6000 a.C. los asentamientos aumentaron, convirtiéndose en ciudades en el IV milenio a.C. aproximadamente. El primer asentamiento de la región fue probablemente Eridú, aunque el ejemplo más destacado es Uruk la Erech bíblica al sur, donde los templos de adobe se decoraron con fina metalurgia y piedras labradas. El desarrollo de una administración también estimuló las ciencias y la matemática. Floreció el arte y la arquitectura, la artesanía y el pensamiento religioso y ético.

El sumerio se convirtió en el principal idioma de la zona y sus habitantes inventaron el sistema de escritura pictográfica que con el tiempo daría surgimiento a la escritura cuneiforme, que poco a poco se estilizó. Esta escritura se convirtió en el medio básico de comunicación escrita del Oriente Próximo durante unos 2.000 años. Los sumerios fueron responsables de esta primera cultura urbana que se extendió hacia el norte del Éufrates. Otros asentamientos importantes de Sumer fueron Adab, Isin, Kis, Larsa, Nippur y Ur.

Los sumerios sabían hace miles de años que la Tierra daba vueltas alrededor del Sol, y que los planetas se movían mientras que las estrellas permanecían en el cielo, al menos como una referencia visual. Todo ello contrasta notablemente con el período de patinazos intelectuales que va de Tolomeo a Copérnico. Pero además del interés que mostraron por la astronomía, los sumerios crearon el primer sistema matemático del mundo.

A diferencia nuestra, que utilizamos actualmente un sistema numérico decimal, el sistema sumerio era sexagesimal; es decir, en vez de un sistema de base 10, el de ellos era de una base 60. Aunque ante un primer razonamiento este sistema pareciera poco flexible, debemos decir que el mismo permitía a los sumerios dividir en fracciones y multiplicar en millones, calcular raíces o elevar números a varias potencias.

En muchos sentidos, el sistema sumerio es superior al de base 10 que se usa hoy, debido a que 60 es divisible por diez números enteros mientras que 100 es divisible sólo por siete. Y he aquí la primera pista que lanzamos al lector atento: este sistema sexagesimal sumerio, es el único «sistema perfecto» para la Geometría. ¿Por qué? No olvidemos que actualmente, en lo que concierne a Geometría, se maneja este sistema sexagesimal. De ahí los 360 grados de un círculo.

Pocas personas saben que el sistema de base 60 de los sumerios no sólo ha influido en nuestra Geometría, sino en nuestra forma de medir el tiempo: el origen de los 60 minutos y 60 segundos es una prueba concreta. Y aquí deberíamos añadir las 24 horas del día, los 12 meses del año, las 12 pulgadas de un pie y la docena como unidad. Si rastreamos estos conocimientos desde sus orígenes, nos topamos inevitablemente con Sumer. Y lo más inquietante: Su tradición enseña que los «dioses» les enseñaron todo esto al bajar de sus «shems» o vehículos estelares en la antigua mesopotamia.

Que los sumerios hayan manejado este acervo de conocimientos antes que los egipcios no debe sorprendernos. Hoy en día es por demás conocido que el ciclo precesional de 25.920 años dividido en 12 partes de 2160 años las denominadas «casas del Zodíaco» son un aporte innegable de ellos. Hay que comprender esto porque buena parte de las informaciones que manejamos, encuentran su cimiento en este legado que, desde las estrellas iluminó Sumer hace seis mil años, o más…

Sin embargo, lamentablemente el Proyecto Sumerio no se llevó a cabo como se había planeado, ya que se les otorgó a ellos demasiado conocimiento en poco tiempo, creando una dependencia con los seres que «venían del cielo». Al suceder esto, los Instructores dejaron de venir, buscando así romper el cordón umbilical que se había creado, cosa que fue aprovechada por los del Gobierno Negativo, que con la complicidad de los Anunakki un grupo extraterrestre disidente o también llamados Hijos del Príncipe, por sus vínculos con Satanel , aparecieron haciéndose pasar como dioses para que los adoraran, y esta civilización, Sumer, aunque muy avanzada tecnológicamente para la época, fue conquistada por otras muy violentas como los Acadios, acabando con la esperanza de evolución de conciencia que se tenía.

Al fracasar el proyecto de trabajar sobre un colectivo de personas o pueblos, los extraterrestres decidieron trabajar entonces, sobre una élite de individuos. Así surge el Proyecto Egipcio. Aunque estas tierras, como veremos más adelante, ya habían sido escenario de visitas extraterrestres…

La Misión Rahma

Capítulo 16

Mientras se había estado desarrollando el Proyecto Sumerio, en el 4.200 a.C. se crearía una misión cósmica de ayuda al planeta, para ser insertada en un futuro en el mundo. Esta misión, llamada RAMA, fue una iniciativa del Consejo de los 24 Ancianos de la Galaxia.

La Misión Rahma sería una de varias misiones de alerta que forman parte del Plan Cósmico.

Como hemos venido aprendiendo, a través de este puente de contacto, los Guías y Maestros buscan llevar a la Humanidad a un despertar de conciencia, en donde el Hombre salva al Hombre por medio de una transformación en sí mismo y en nuestro mundo. La fuerza o energía capaz de lograr dicha transformación, es el AMOR. De ahí, que expresemos que Rahma es Amar.

La Misión Rama decimos, es una labor de contacto contacto consigo mismo, con la familia, con el grupo, con la Humanidad, con los Guías, con Dios, en la cual, hermanos de otros mundos, ayudan al Hombre a tomar conciencia de su misión, sugiriendo para ello, una preparación integral a nivel físico, mental y espiritual, que a través de una actitud de constancia y disciplina logren el cambio, proyectándose así, como verdaderos Soles que irradian Luz y Amor a la Humanidad. Es por eso que la palabra Rama, en uno de sus aspectos más conocidos significa Sol en la Tierra (RA=Sol, MA=Tierra); es decir, iluminar o irradiar Luz en el planeta.

 


Los objetivos a futuro de la Misión RAHMA en la Tierra

La Misión Rama procura la activación de un programa de contacto, el mismo que ha venido desarrollándose en la Tierra desde hace millones de años. Mantenernos firmes y perseverantes en los objetivos propios de Rama sin desviar nuestra atención, sería la elección correcta para culminar lo que fue dispuesto por los Mayores. En Rama habría una vibración secreta que involucra el llamado quinto de Rama (quinta etapa) y es RAHMA, donde la quinta letra representa a la humanidad que es el puente entre el cielo (sol) y la tierra. Las misiones en nuestro planeta, desde luego, son varias, difieren en forma y objetivoss; pero en lo que a Misión Rahma respecta, los objetivos son los siguientes:

  • La Comunidad de Base: Se refiere a crear grupos de sintonía y afinidad, que trabajen generando un estado mental positivo. Esta común-unidad no señala únicamente a un grupo físico de personas, la unidad se da también a niveles mentales, todos visualizando un mismo objetivo.
  • El Despertar de Conciencia: Consiste en comprometernos con una opción profundamente espiritual de crecimiento y activar la Clave del Recuerdo que nos aclara el momento que estamos viviendo. Empezar a comprender la existencia de un Plan Cósmico que reserva un destino de gran trascendencia para el ser humano. Este Despertar de Conciencia se debe iniciar en uno mismo e irradiarlo al prójimo.
  • Preparación para la posible Catástrofe: La que no se refiere exclusivamente a un cataclismo, sino a una catastro-fe o evaluación de nuestra FE frente a situaciones de duda y caos. La gran cantidad de nueva información cuestionará y conmoverá las bases de nuestra civilización en todos los campos. Sólo la voluntad férrea de una persona decidida se transformará en la antorcha que separa las tinieblas de la confusión, y es que, si antes había desinformación, ahora existe demasiada información que no necesariamente es correcta. Muchos se extraviarán por esta clase de información al encontrarla atractiva y acorde con expectativas personales. Podemos y debemos variar los acontecimientos, pero para ello debemos descubrir nuestras potencialidades y unirnos con una misma intención para lograr una masa crítica que incline la balanza hacia la luz.
  • Concretar el encuentro con la Gran Hermandad Blanca de los Retiros Interiores: Este encuentro ocurrirá de forma gradual durante el proceso de la Misión. La conexión simbolizaría el ingreso de la Humanidad como la Civilización número 33. Con el establecimiento de este vínculo, nosotros pasaríamos de ser discípulos a ser miembros de la Gran Hermandad Blanca para luego consolidarnos como los Instructores del Nuevo Tiempo.
  • Recepción del Libro de los de las Vestiduras Blancas: Este es el objetivo supremo y final de la Misión Rahma, el que la Humanidad reciba la verdadera historia de la Tierra. Así, este conocimiento nos liberaría de la dependencia cíclica al error. Este objetivo nos terminará de dar las herramientas necesarias para dirigir nuestro esfuerzo en la consecución de los objetivos más trascendentales, por cuanto al saber quiénes somos de dónde venimos y hacia dónde vamos tendremos conciencia plena del propósito de nuestra existencia. Además, por su connotación de «retorno de lo sagrado», advierte también el advenimiento del Cristo Cósmico.

El plan para elaborar la Misión RAHMA involucraría la observación de espíritus potenciales en la Tierra, que miles de años más tarde serían integrados a ella para trabajar por el bien y transformación de la humanidad.

Egipto y el Recuerdo de Orión

Capítulo 17

Al haber fracasado el Proyecto Sumerio, los Instructores Planetarios decidieron trabajar sobre una elite de individuos en la actual meseta de Gizeh. Así surge el proyecto Egipcio, en un escenario que ya había sido inquietado por visitas de Vigilantes extraterrestres, en tiempos de la Atlántida.

Antes de la presencia del «primer faraón», Menes, que habría aparecido en escena hacia el año 3100 a.C., en Egipto vivían los «dioses». Al menos eso es lo que aparece escrito en los papiros en el país del Nilo, en una época que era llamada Zep Tepi y en donde habitaba una raza de seres hermosos llamada Neteru y que literalmente significa «Vigilantes». También se habla de una suerte de híbridos o mestizos entre los dioses y los seres humanos en aquellos tiempos. Nos referimos a los Shemsu-Hor o los «Hijos de Horus», ¿los atlantes? mencionados a todas luces en el conocido Papiro de Turín. Sin embargo, este relato es tomado por los historiadores tan sólo como un mito ya que los copistas hacen clara omisión en sus escritos de aquellos primeros tiempos donde los dioses se mezclaban con los hombres. Afortunadamente sabemos al menos, que los «dioses» venían de un lugar específico: Orión.

El Misterio de Orión

Los científicos terrestres ubican Orión entre unos 300 y 1500 años luz de distancia. De manera clarísima, se levantan las dos estrellas de los hombros, Betelgeuse y Bellatrix, las tres estrellas del cinto, Al-Nitak, Al-Nilam y Mintaka conocidas como las Tres Marías o los Tres Reyes Magos, y las dos estrellas de los pies, Saiph y Rigel.

El objeto  más  precioso  de  la  constelación  de  Orión  es  la  famosa Gran Nebulosa de Orión. Tiene la denominación del catálogo Messier M42 y se halla a unos 1.500 años-luz de distancia.


A pesar que la constelación se encuentra a tantos cientos años luz, no tenemos que emprender un viaje tan largo para comprender el enigma que esconde tras ella. La respuesta la encontramos en nuestro mismo suelo ya que podemos rastrear sus huellas en los emplazamientos arqueológicos de las más remotas civilizaciones que, poseedoras de un sospechoso conocimiento astronómico, alinearon sus templos y obeliscos hacia las estrellas de dónde venían sus «dioses». Una clave para comprender las visitas extraterrestres a nuestro planeta y su conexión con la dinámica del Plan Cósmico.

Volviendo a Egipto, vemos que en los «primeros tiempos», en la época denominada Zep Tepi como decíamos cuando esos «dioses» vivían en la meseta de Gizeh se guardaba un conocimiento «llave» que hoy en día se puede olfatear en las tres pirámides que se alzan como testigos silentes de un pasado cósmico. Quizá, no tan mudos que digamos si es que sabemos escuchar.

Ya en 1994, Robert Bauval, un ingeniero belga aficionado a la astronomía, lanzó una certera pedrada a la frente de la egiptología ortodoxa al demostrar que las tres pirámides de Gizeh están alineadas con el cinturón de la constelación de Orión, en el año 10.500 a.C. Y aunque tirios y troyanos se rasgaron las vestiduras, la tesis de la correlación de Orión ha venido ganando mayor terreno en el ámbito científico.

¿Por qué apuntar las pirámides a Orión? ¿Quiénes estaban mirando a los cielos hace 12.000 años? ¿Cómo pudieron ser construidos estos gigantescos monumentos con tal precisión si se supone que por esta época no existían civilizaciones representativas? Pues con los recientes hallazgos de Govekli Tepe los científicos ya comienzan a dudar…

El rostro de Marte, Maldek y Orión

Hace algunos años, por la década de los ochenta se puso de moda una imagen que tomó la sonda estadounidense Viking (1976), en su misión a Marte. Esta imagen muestra lo que parece ser un rostro humano, o por lo menos, casi humano. Muchos argumentaron que era simplemente un juego de luces y sombras lo que hacía que se diera o se reflejara esta supuesta similitud en el suelo del planeta rojo. Hacia finales del siglo XX, para asegurarse si esto era de verdad un rostro o una coincidencia del momento de la captación de la imagen, el Mars Global Surveyor, tuvo como encargo volver a fotografiar de una manera profunda esta región identificada como Cydonia. Los resultados fueron concluyentes al demostrar que sí, que un gran porcentaje de los rasgos de la llamada «cara» se daban debido al juego de luces y sombras, lo cual desbarataba cualquier insinuación de una construcción deliberada o simbólica. A menos ello es lo que la NASA pretendió hacer creer al mundo y liberarse así del molesto rostro marciano.

Lo que no se dieron cuenta los científicos en ese momento, fue que de tanto tomar fotos a esta determinada zona, ellas nos revelarían algo aún más sorprendente. A primera vista parece ser una región más del rocoso planeta pero al prestar atención a diferentes «yacimientos» que aparecen dispersos sin ninguna relación aparente, se ha podido encontrar que estos «puntos» encajan perfectamente con la representación la Constelación de Orión y de sus vecinos de Can Mayor (Sirio) y Can Menor.

¿Acaso de la misma forma como fueron ubicadas las pirámides en Egipto, «alguien» las ubicó en Marte? Recordemos que los Guías nos han dejado saber que colonias Atlantes lo poblaron, así como a Maldek, y ¿si en nuestro mundo las construimos como estabilizadores luego de la destrucción del quinto planeta, por qué no pensar que en Marte, vecino directo de Maldek, no pudieron haber hecho lo mismo?

Las Pirámides

Sea como fuere, resulta curioso observar que los egipcios llamaban a las pirámides «IKHET», que significa Luz Gloriosa. Para los Mayas sus pirámides se denominaban “HUITZ” o montañas mágicas o de luz. En Sumer, sabemos que los zigurats o pirámides escalonadas se les llamaba «ESH», que significa Fuente de Luz. Quizás por ello, la palabra pirámide (PIRA = Fuego o Luz; MIDE = Medida) también significa «Medidor de Luz o energía«.

Las pirámides egipcias, habrían sido construidas por el pueblo bajo la supervisión de los atlantes, entre ellos, Hermes Trismegisto, o Thot, aproximadamente hace unos 12.000 años y no como lo asegura la ciencia actual, alrededor del 2.500 antes de Cristo. Ellas tenían como función la de estabilizar el planeta debido a los desfases de su eje y los impactos ya mencionados. De ellas se necesitaban como un condensador de energía. Las pirámides tenían inicialmente puntas de Cristal de Roca.

Ahora bien, pese a todo este legado de informaciones y asistencia cósmica, el Proyecto Egipcio, finalmente, no prosperó. Los intermediarios o sacerdotes empezaron a manipular el conocimiento que, con el transcurrir del tiempo y ya con la ausencia de los extraterrestres instructores se fue perdiendo y deformando.

Ello se refleja, inclusive, en las propias construcciones egipcias. Por ejemplo, las que corresponden a las épocas más antiguas lucen ciclópeas y perfectas. Sin embargo, las edificaciones más tardías, en vez de denotar una evolución, parecen un burdo remedo del pasado estelar y atlante de Egipto estelar por la presencia extraterrestre y atlante porque fue fundaba por supervivientes de la Atlántida. Y por si todo esto fuera poco, en el remoto pasado de Egipto se habría producido, también, una influencia de las fuerzas oscuras, procurando utilizar el poder de las pirámides para tratar de liberar a los deportados que yacen atados a la Tierra por los Cristales-Prisión. Y, aunque ello no llegó a concretarse, fue un episodio oscuro que enfrentó la civilización egipcia.

El Proyecto Egipcio sería finalmente abandonado, y la Confederación Galáctica creyó oportuno cambiar el modo operante de instrucción y asistencia a la humanidad de la Tierra. Ahora no se trabajaría sobre un grupo dirigente de humanos, sino sobre un individuo. Un ser humano sensible y especial.

Abraham: Un proyecto, un individuo

Capítulo 18

Tres mil años antes de Cristo, el pueblo semita emigró de Arabia Saudita debido a los cambios climáticos operados en esa zona, instalándose una serie de clanes a lo largo de la media luna fértil que iba desde Canaán hasta Caldea.

La familia de Abraham era uno de dichos clanes, semita del clan de Heber (de los Hebreos), el cual se instaló en lo que hoy corresponde a Siria, en la región de Arampadam, en el pueblo de Harán. Posteriormente, Teraj, padre de Abraham, emigra hacia Ur de los Caldeos, metrópoli de aquel entonces. Una quiebra «económica» que se menciona en el Talmud en forma anecdótica, llevó a Teraj a regresar a Harán, en donde su hijo es conectado para que de desplace hacia Canaán, zona programada para llevar a cabo una misión…

Abraham: La programación de un Pueblo

Esa “misión” era aceptar ser programado y es así como Abraham permite ser seleccionado para que en él se multiplicaran las cualidades de guía espiritual y luego, estas continuaran a través de su descendencia.

Abraham era una persona psíquica y muy inteligente, que aceptó la idea que los Instructores extraterrestres le transmitieron acerca de un Dios incomprensible, inconmensurable, inabarcable e inmanifestado. Entendamos que no se trataba de un «dios extraterrestre» que vivía en otro planeta, sino, un Dios como un origen de todo. Justamente 3800 años después, ésta es la idea que prevalece en buena parte de la humanidad sobre Dios. Pero en aquel entonces era todo lo contrario ya que existían miles de templos y miles de dioses a quienes se les pagaba tributo y se les rendía adoración.

Abraham capta este mensaje y lo asume. Él, contaba con un buen desarrollo de la telepatía y la percepción extra-sensorial, lo que le permitía poder contactarse con los Guías o Instructores sin necesidad de acercamientos de naves o cosas por el estilo. Entonces, una vez aceptado su rol, se programa la genética de Abraham para que a través de él, se cree un grupo humano que pueda cumplir con la labor de orientar espiritualmente al resto de la humanidad, actuando como guías para el resto, pero no para encumbrarse sino para servir.

Hay que anotar, que según lo que nos han transmitido los Guías, la Tierra y la humanidad son el pueblo seleccionado, mas no así solo un pueblo en particular de ella. El caso de Israel no es el del pueblo elegido, sino más bien, en un principio una selección individual y de relación directa con la persona de Abraham y de toda su descendencia para que conscientes de su misión, sirvieran como guías espirituales y ejemplo de vida al resto. Pero con el paso del tiempo los egos y la soberbia hicieron caso omiso a las directivas y a las recomendaciones, descuidándose el mensaje transmitido, y por asumir actitudes contradictorias, se perdió la perspectiva.

La idea de ubicar a Abraham en Canaan tenía como objetivo aprovechar lo estratégico del lugar por ser un puente natural entre Asia y África. Un lugar de tránsito por el cual muchos pueblos en el futuro iban a tener que utilizarlo como lugar de paso como fue el caso de los egipcios, los hititas, con los sirios, los babilónicos y los persas, entre otros. Inclusive tiempo después, los griegos y los romanos terminaron cruzando por este «obligado» sector de la geografía. ¡Qué mejor lugar para colocar a alguien o a un grupo humano que tuviera tan arraigado sus principios éticos, morales y espirituales que pudieran “contaminar positivamente” al resto de la humanidad y generar con ello una reacción en cadena.

 

El Encuentro con Melquisedec

Abraham no solamente estuvo guiado por Instructores extraterrestres, sino que también por miembros de la Gran Hermandad Blanca intraterrena.

Un día que regresaba de una batalla en la que había derrotado a una coalición de reyes, Melquisedec, uno de los miembros del Gobierno Interno Positivo y rey de Salem (nombre antiguo de Jerusalén), le salió a su encuentro y lo bendijo; entonces Abraham le dio la décima parte de todo lo que había ganado en la batalla. De esta manera, también se supervisaba el proyecto y se daban las recomendaciones a seguir.

Una de las recomendaciones era que se cuidara la sangre, que no se mezclara ésta para no alterar el programa genético. Abraham no podía tener hijos con Sara, sin embargo ella concibe con la ayuda de los extraterrestres que los visitaron en el Encinar de Manré en Hebrón a Isaac. Isaac se casa con Rebeca, quien tampoco podía tener hijos hasta que con la ayuda de «lo alto», concibe a Esaú y Jacob. Jacob se casa con Lía, su prima, y luego con Raquel, a quien realmente amaba pero ella tampoco podía darle hijos. Más, nuevamente, por la mano de los del cielo, tienen a José, el de los sueños premonitorios y precognitorios, el del don de profecía. Sansón hijo de padres estériles, Samuel el profeta hijo de padres estériles, María la Virgen, hija de Joaquín y Ana, no podían tener hijos y sin embargo con la ayuda del cielo la concibieron; Juan el Bautista hijo de Zacarías e Isabel, la prima de María, no podían tener hijos y les nació Juan. Y finalmente Jesús… Como podemos ver, demasiados nacimientos en «madres estériles», muchos hijos programados…

Esta especie de hijos programados muestran el seguimiento y la continuidad que se le quería dar al proyecto, procurando que no se desviara o se interrumpiera en el camino más de la cuenta. Era la mejor manera de supervisar que la programación genética se mantenía, asegurándose que al final, podrían darse las condiciones como para que se manifestara y materializara a través de estos pueblos, la Conciencia Crística en un ser iluminado y altamente evolucionado terrestre que estuviese dispuesto a brindar sus siete cuerpos como para que se incorporara en su momento, en una transmigración, uno de los Padres Creadores un ser de la categoría de Hijo de Dios procedente del Universo Mental.

Moisés y el Arca de la Alianza

Capitulo 19

El Proyecto Hebreo, aunque se centraba en la persona de Abraham, también contó con la participación de un personaje de suma importancia,entre ellos: Moisés.

El papel que jugó en la liberación del pueblo hebreo fue trascendental. Y todo cuanto hizo, como otros aportes en la historia humana que hemos venido mencionando, contó con la ayuda de los «visitantes del cielo«, incluyendo, la construcción de la enigmática Arca de la Alianza, que guarda una estrecha relación con los objetivos más profundos del Plan Cósmico. Echemos una mirada a todo esto.

 

El Monte Sinaí: La Montaña de los Vigilantes

El Monte Horeb (Gebel El Musa), a la distancia, corta el aliento al ver su impresionante macizo rojizo contrastando con un cielo azul limpio de nubes; el paisaje resulta atrapante.

Desde cierto ángulo, el Horeb cobra la apariencia de aquella celebre montaña de la película «Encuentros Cercanos en la Tercera Fase».

Y no estaba muy lejos de ser vinculado con el fenómeno OVNI, si recordamos las alucinantes escenas que nos ofrece la Biblia al describir a Moisés subiendo a la cima de la montaña para «hablar» cara a cara con Jehová, quien se hallaba envuelto en una extraña nube luminosa que más tarde protegería al propio Moisés y al pueblo hebreo durante la huída a través del Mar Rojo, mostrándose como una columna de humo por el día, y de noche como una columna de fuego.

Una forma muy didáctica aun más para aquel tiempo para describir las maniobras de una nave madre, que generalmente presenta aquella forma cilíndrica o tubular.

Los Guías extraterrestres nos han trasmitido que Moisés, en realidad, tuvo un encuentro cercano con seres de las pléyades. Ellos serían entonces los autores de las indicaciones para copiar la misteriosa Arca de la Alianza, cuyo original ya existía siglos antes en el Santo Santuario de la Barca en el interior del templo de Karnak. Cuando uno recorre éste gigantesco y magnífico templo, que no es uno sino muchos templos en uno construidos a lo largo de miles de años, si se observa detenidamente uno podrá apreciar en los muros los bajos relieves que reproducen la procesión de la barca solar durante la fiesta Opet que celebraba la crecida anual del río Nilo y la aparición de Sothis (Sirio) en el horizonte. Y sobre la barca solar iba el Naos, que era el arca de la Alianza egipcia. El arca conservaba en su interior la estatua dorada del dios Amón, pero también transportaba “Las Tablas Esmeralda de Thot el Atlante” hecha de parte de los cristales piramidales que fueron depositados en la Tierra. En la tapa se puede apreciar las imágenes de dos querubines con las alas hacia adentro, tal como se describe el arca de la alianza hebrea; solo que los tales querubines no son otra que la diosa Isis, la guardiana de los sueños y de los velos del conocimiento oculto, y el arca egipcia es cientos de años más antigua que la hebrea.

Si la ley hebrea prohíbe hacer imágenes de lo que hay en el cielo y en la tierra, ¿cómo puede ser posible esta contradicción de colocar imágenes de querubines o de la misma diosa Isis sobre el arca?

¿Quién fue Moisés?

La liberación del pueblo hebreo, y el cuidado del mismo como parte de un proyecto genético que halla su punto desencadenante en el nacimiento de Cristo, es un episodio del Plan Cósmico que los Guías nos han descrito en anteriores experiencias y mensajes. No obstante, la relación que existe entre muchos de los «personajes clave» de la historia humana con nuestra experiencia de contacto, aun, sigue siendo un misterio.

Por ejemplo, hoy sabemos que muchos de los apóstoles de Jesús encarnarán más tarde como seres extraterrestres que serán incluidos en el plan de ayuda a la Tierra. El propio Guía de la Misión RAHMA, Oxalc, habría sido el profeta Samuel, quien nació en la ciudad de Ramá, ubicada, para pensar un poco más, en el paralelo 33. Y resulta más interesante leer en el Antiguo Testamento cómo Samuel despierta al llamado de Dios cuando se hallaba durmiendo, precisamente, en el Tabernáculo donde se protegía el Arca de la Alianza.

La persona de Moisés es particularmente inquietante. Misteriosa. Pero, como decíamos, vitalmente trascendente.

Aparentemente, sólo la Biblia asegura su existencia; ni las inscripciones siriopalestinas, ni los textos cuneiformes o los archivos egipcios lo mencionan.

 

Nacido, aproximadamente, en el siglo XV a.C., Moisés fue educado como príncipe en Egipto, al ser rescatado del Nilo por las esclavas de la hermana del faraón quien lo adoptó como su hijo. Cuando era sólo un bebé había sido abandonado en una cesta de junco por su madre, al librarlo de la muerte de todos los niños varones. Su nombre se ha traducido equivocadamente como “rescatado de las aguas”, pero el nombre Moisés era un nombre egipcio que usaban todos los faraones egipcios. Por ejemplo Amosis el gran faraón liberador de Egipto del yugo de los Hicsos, se llamaba “Amon-moisés” que se traduce como el niño o hijo de Amón. Tutmosis el gran conquistador se llamaba “Thot-moisés”, el niño o el hijo de Thot. Ramses era “Ra-moisés”, el niño o el hijo de Ra. Es como decir en hebreo “Ben” que significa “hijo de”. Jesús se llamaba Jeshua ben Joseph, que es Jesús el hijo de José. Moisés no era ningún nombre propio, por lo que ni siquiera sabemos cuál era su nombre real. Tendrá algo que ver esto con el enigmático faraón Akhenaton y su extraña desaparición al final de su reinado como primer gobernante monoteísta?

Muchos asocian el concepto divino de un único Dios que transmitió Moisés el mismo mensaje que manejó Abraham con la herejía de Amenofis IV o «Akenatón», quien modificó las tradiciones religiosas de Egipto, creó una nueva capital, y hasta intentó organizar una sociedad diferente, basando todo su esfuerzo en la existencia de un solo Dios. Todo esta aventura en tan sólo 17 años.

Al igual que Moisés, Akenatón fue inspirado por su encuentro extraterrestre con el «disco Atón», desarrollándose su experiencia en un desierto como ocurriría miles de años más tarde, en 1974, con la Misión Rahma, que en su parte exterior culminará también a los 17 años de haber sido iniciada. El número 17 representa la «muerte», el «cambio», la «transformación». Es la transición de una etapa a otra.

A la edad de los 120 años, en la cumbre del Monte Nebó, el corazón de Moisés dejaría de latir, luego de contemplar la tierra prometida que él no pisaría, pero sí su gente.

Si analizamos profundamente la importancia de todo cuanto hicieron hombres como Abraham, Moisés, Akenatón, entre otros tantos «programados«, hallaremos un entramado que finalmente nos llevará a la esencia misma del Plan Cósmico.

Sin duda, el mayor misterio que nos dejó Moisés, es el Arca de la Alianza, un extraño objeto que fue construido bajo instrucciones celestes. ¿Por qué?

 

El Arca del Pacto Celeste

Desaparecida súbitamente del Templo de Salomón en el Siglo IX a.C. ante la violenta invasión de Nabucodonosor el Arca de la Alianza se constituye sin lugar a dudas en uno de los objetos sagrados más importantes y sobrenaturales mencionados en la Biblia. Según la tradición, en su interior descansan las tablas de piedra «Los Diez Mandamientos» grabados en ellas que recibiera Moisés en lo alto del Monte Horeb. No obstante, al margen de lo que podría ocultar en realidad, el misterio que encierra y su vedada ubicación ha catapultado a los más dispares arqueólogos e investigadores en pos de su secreto. Desde las hipótesis más peregrinas a las alternativas más racionales, nadie aún ha encontrado el Arca sagrada. Algunos sostienen que se encuentra en Etiopía; otros en una caverna del Monte Nebó en Israel; y no pocos la sitúan en el sur de Francia.

¿Será posible que ante la destrucción del Templo de Salomón el Arca de la Alianza haya sido protegida por la Hermandad Blanca, siendo llevada a aquel lugar donde se dieron las «instrucciones» para su construcción: el Monte Sinaí? No debería sorprendernos, por cuanto una escena similar ocurrió con el «rescate» del Disco Solar del Cusco para ser llevado al Paititi, antes que la sagrada herramienta cayese en manos de la conquista.

El Arca de la Alianza, construida en madera de acacia al pie del Sinaí por instrucción de aquellos que contactaron a Moisés, sería revestida de oro, por dentro y por fuera, creando así una suerte de aparato especial que pudiese constituirse en el depositario de «La Alianza», por cuanto fue en estos términos en que el Arca fue construida.

Ahora bien, si el Arca fue hecha para condensar en su interior una posible fuente de poder o almacenarla en el futuro, ello explicaría las mortales descargas que a manera de «rayos» se manifestaban en presencia de los sacerdotes, ocasionando incluso la aparición de tumores, lo cual nos sugiere un efecto radiactivo. Recordemos tan sólo la fatal experiencia de Nadad y Abiú, hijos de Aarón, quienes al ingresar en el sancta sanctorum del Tabernáculo con incensarios de metal, desobedeciendo así las instrucciones, una «llamarada» del Arca se disparó hacia ellos, ocasionándoles la muerte.

¿Pero cuál era la «alianza» que se le advirtió a Moisés sería custodiada dentro del Arca de la Alianza?

 

La Conexión con Jesús

«Yo os daré mi sangre, sangre de la Alianza Nueva y Eterna, que será derramada por vosotros…» Dijo Jesús en la última cena.

La Tradición cuenta que José de Arimatea, discípulo secreto de Jesús, había recuperado el Santo Grial con el cual bebió el Maestro en aquella sentida cena con sus apóstoles. Y en el momento más dramático de la crucifixión, cuando el centurión romano Longinos clava su lanza en el costado de Jesús, José extiende la copa para llenarla con la sangre sagrada que era derramada desde el corazón abierto aquí también hay un símbolo del Señor del Tiempo.

Pero, ¿por qué hizo esto José? 

Algunos investigadores han sugerido diversas teorías para explicar dónde habría terminado el Santo Grial y, lo más intrigante, la sangre de Cristo. No obstante, en el Sinaí percibimos que José habría visitado el Horeb para encontrarse con emisarios de la Hermandad Blanca, quienes finalmente pondrían la sangre en el interior del Arca sagrada que sobrevivió a la devastación y saqueo del Templo de Salomón, y que ahora se halla protegida en una cámara secreta bajo el Monte Sinaí.

Y es interesante descubrir que el Horeb, al margen de la historia de Moisés, ya era un punto de contacto conocido por los iniciados. Incluso se cuenta que Elías pasó un tiempo viviendo en unas cuevas secretas en la mismísima montaña.

Asociar la sangre de Cristo con el Arca de la Alianza no es del todo descabellado. Ya importantes arqueólogos como Ron Wyatt sugirieron la conexión Arca-Sangre de Cristo.

La sangre de Jesús, según los Guías, constituye el archivo de información más importante que protege la Hermandad Blanca.

Comprender ello será difícil si antes, no hablamos de quién fue Jesús, porqué vino y en qué consistió su Misión…

Jesús, el Hombre

Capítulo 20

Jesús fue una persona de nuestro planeta, no un extraterrestre, mas bien un terrestre extra, que a través de múltiples encarnaciones alcanzó un alto nivel de evolución. Ya no necesitaba encarnar, sin embargo, por amor a la humanidad aceptó volver, como el «Maitreya» o Buda de la compasión, para compartir su iluminación y guiar a la humanidad hacia la paz y la verdadera felicidad del amor y servicio.

Era muy importante que alguien de ese nivel viniese y nos recordara la gran expectativa a nivel cósmico que pesa sobre nuestro planeta. Por ello él vino una vez más, dejando atrás su lugar como Gran Señor de Shambhalla, ya que se encontraba espiritualmente dirigiendo a la Gran Hermandad Blanca de la Tierra en el intramundo.

Jesús era un ser humano extraordinario que progresó con gran esfuerzo a través de sus diversas existencias en nuestro planeta. El Mesías llegó al nivel de no sólo aceptar volver, sino prepararse para sufrir en carne propia lo que es la purificación planetaria mediante pruebas muy duras en lo material, moral, psíquico y espiritual. Las máximas pruebas a las que estuvo sujeto se canalizaron por medio de la inconciencia, la incomprensión, el egoísmo, la ignorancia y la necedad de los demás, que en resumen no es otra cosa que el miedo al cambio y la transformación. Pero sólo así se podía sacar a la humanidad del error y hacerles recordar su responsabilidad colectiva, mostrando como alternativa el ejemplo de compresión y de amor sintetizados en el perdón, que llega a ser una fuerza tal, que supera incluso la muerte física y da poder espiritual sobre la materia.

Él tenía que conmover a otros iniciando una reacción en cadena de espiritualidad, motivándonos con su ejemplo y actitud a intentarlo también, trascendiendo los esquemas y perjuicios, los dogmas y todo aquello que resta libertad a la mente, al alma y al corazón. Además la vida de Jesús fue una lección de sencilla y práctica espiritualidad, en donde la enseñanza más profunda fue recordarnos nuestro lugar; aquel sitio que nos ha sido asignado por las Jerarquías en el Plan Cósmico.

La Tierra, como ya sabemos, se encuentra en un tiempo alterno respecto al Real Tiempo del Universo, por lo cual, la presencia de Jesús o también llamado el Señor del Tiempo, por su dominio y autoridad sobre la cuarta dimensión producto de su avance espiritual permitió comenzar a reconectar los dos tiempos, asegurando con ello una continuidad en el proceso, ya que los acontecimientos presentados en nuestro mundo estaban complicándose cada vez más, escapando de cualquier control u orientación posible de parte de los extraterrestres vigilantes. Así las posibilidades de un reencuentro disminuían lo que podría ocasionar una paradoja espacio-temporal que llevaría a la inmediata supresión del tiempo y proceso terrestre. De ahí que en los planos elevados se solicitara un voluntario para encarnar como misión a la humanidad, al Plan y a la conexión cósmica, señalando el camino a seguirse. Y ése fue el real ser de Jesús.

María, la Virgen

María era un espíritu nuevo, condensado de lo más precioso del estanque cósmico donde se destilan las energías de los reinos de la naturaleza para constituir un espíritu o esencia humana ; una síntesis del espíritu planetario; alguien que por su elevada fuerza y sencillez estuviera dispuesta humildemente a aceptar ser parte de los designios de lo Alto. María, simbólica y efectivamente, representó la parte femenina, incorporando en ella la energía y el espíritu planetario que se expresa en la naturaleza o en lo que llamamos «la Madre Tierra». Ella representó la Tierra, y Jesús al Cielo o al Cosmos, porque él se preparó durante una buena parte de su última existencia material para incorporar a lo largo de los tres años de vida pública a un ser de otra dimensión; una entidad exterior con quien coexistió durante la parte final de su vida misionera. Y luego, esa misma entidad lo dejó solo delante la prueba en el momento de la cruz, para que sellara su misión por propio mérito.

El caso de María, la Virgen, es, desde sus remotos antepasados y especialmente desde sus padres, Joaquín y Ana, también el de una persona programada. Sus padres, estériles, eran seres de un alto grado de conciencia y espiritualidad, que se comprometieron a crear las condiciones como para que viniera a través de ellos un ser especial que pudiera servir para un plan mayor. Por eso desde niña fue una virgen ofrecida y dedicada al templo, por lo que en su caso jamás tendría relaciones sexuales con algún hombre.

Tras la resurrección de Cristo, María fue el elemento cohesionador de toda la comunidad cristiana, y al morir fue elevada a dimensiones superiores, encarnando en otros planetas y volviendo en los últimos siglos en naves interdimensionales de la Confederación para guiar el despertar colectivo.

Pero volvamos a sus comienzos, diciendo que cuando José se desposó con ella, era un anciano y viudo. Tenía varios hijos, algunos de ellos mayores en edad que María. él pertenecía a la tercer orden de los Esenios que la constituían los matrimonios, por lo cual tenía una formación religiosa muy profunda y aceptó, muy a pesar de las críticas de los sacerdotes esenios del templo, la solicitud y las recomendaciones de los aislados para que desposara a María bajo condiciones distintas a las usuales. Mas en el templo, una serie de sucesos paranormales, así como presencias angélicas llevaron a los sacerdotes a percibir que aquella niña había venido con una misión especial, por lo que su matrimonio lo aceptarían como sólo una apariencia, y que debía darse para protegerla hasta que se aclarara para lo que estaba destinada.

Por vía astral o de los sueños, José, hombre justo y sabio, fue advertido que el embarazo de María era algo programado desde lo Alto, por lo que su parte en el Plan era de darle cobijo, orientación y ayuda. Sólo así se podía dar cumplimiento a lo que estaba previsto. Entonces quedemos claros que más que un matrimonio, fue una suerte de adopción. Su embarazo se llevó a cabo por medio de una inseminación artificial a distancia disponible a través de una tecnología como para efectuar una transmisión electromagnética. Y reiterando su naturaleza humana, el semen utilizado correspondía a un banco de esperma que contenía los aportes de los más importantes representantes de la historia bíblica como Abraham, Isaac, Jacob y Moisés entre otros. De entre todos ellos se seleccionó uno adecuado, porque tenía que ser un cuerpo muy especial que resistiera esa entidad y energía que a través de él debía actuar.

Llegando a Belén

Era la tercera semana del mes de marzo del año 7 antes de nuestra era en la región de Judea. Empezaba a calentar el ambiente, y ya los pastores sacaban su rebaño de noche aprovechando el alejamiento de los fríos invernales. Hacía tan sólo unas horas que toda la familia de José se había refugiado al amparo de una gruta utilizada para resguardar el ganado del viento.

María acababa de cumplir sus catorce años y ya estaba esperando un hijo cuya concepción estaría envuelta en el misterio para todos, pero no para ella que había aceptado ser fecundada a distancia por una insólita luz. El cansancio y los dolores de parto se estaban intensificando lo que había apurado a aquel pequeño grupo emparentado por las circunstancias, a buscar refugio para recuperar fuerzas. El haberse detenido les había impedido alcanzar la cercana población de Belén, cuna del Rey David. La noche ya estaba cayendo y era peligroso continuar.

Angustiado por los requerimientos de atención de la joven, José, envió a algunos de sus hijos a buscar una partera a Belén. Pasó un largo rato y como no volvían, la urgencia lo hizo que enviara al resto para acelerar la llegada de la comadrona. Se quedó así solo con la parturienta, solo para ser testigo de eventos extraordinarios…

En su desesperación, aquel hombre justo que había tenido que soportar todo tipo de habladurías y hasta el juicio de los sacerdotes por hacer caso a una visión en sueños donde se le pidió aceptar un Plan Superior en torno a la extraña concepción, salió de la cueva y se puso a mirar a la distancia, y luego, ligeramente más relajado, al cielo. Allí contempló la presencia de un hermoso lucero en el luminoso firmamento estrellado. Pero éste lucero no se mantuvo quieto, sino que empezó a hacer toda suerte de movimientos en zig-zag; y luego se colocó en la vertical donde él se encontraba, empezando a descender vertiginosamente acompañado de una explosión, liberando un extraño vapor a manera de niebla, transformándose rápidamente en una nube, pero clara y brillante.

El nacimiento del Mesías

La caída de aquel cuerpo celeste fue demasiado para José, que huyó sin rumbo fijo, alejándose del lugar, llegando precipitadamente a unas colinas cercanas donde había divisado un fuego encendido. Allí se encontraban un grupo de pastores cerca de sus animales. En su angustia ni siquiera se presentó, sólo quería llamar su atención para que vieran como la nube había descendido sobre el improvisado albergue de la gruta. Aún no había recuperado el aliento ni se había calmado del primer susto cuando al hablarles a gritos a aquel grupo de hombres rudos, observó que las flamas del fuego estaban quietas, el viento se había calmado, los pastores estaban estáticos, inmóviles y el ganado tenía la hierba en la boca pero no la estaba comiendo, ni se movía.

Era como si el tiempo se hubiese detenido para dar cabida a una nueva realidad, la de la esperanza. Se había formado un portal hacia la cuarta dimensión. En ese instante era como si el universo hubiese descendido en la Tierra como comprimiéndose sobre su cabeza y dejando a continuación sólo una ventana hacia la nada o hacia el todo. El susto fue mayúsculo para José que inmediatamente recordó haber dejado sola a María, por lo que volvió por donde había venido tan rápido como se lo permitían sus cansadas piernas.

Al irse acercando pudo contemplar cómo de la nube que se mantenía a unos diez metros por encima del suelo, pero cubriendo la mayor parte de la cueva, descendió un haz de luz azul brillante y a través de él, bajaron tres seres luminosos de apariencia humana, pero muy altos en comparación de los extranjeros que solían venir por los caminos de aquella provincia romana. Aquellos hombres de resplandecientes túnicas blancas se dirigieron directamente hacia el interior de la cueva, y José, venciendo sus miedos, fue detrás de ellos. Dentro estaba María acostada sobre la paja que servía de granero al ganado. Ella recibió con expectación y alivio a aquellos enviados del cielo. La carga de la responsabilidad y de la incomprensión de los demás a lo largo de los meses después de que se conoció su embarazo había sido insufribles. Pero ella confiaba que llegado el momento sería reconfortada.

Dos de los luminosos seres se colocaron a los lado de la joven, mientras que el del medio se mantuvo frente a ella. Inmediatamente los tres visitantes se inclinaron ante María en señal de respeto y reconocimiento de su persona y su sacrificio. Ella estaba representando y a la vez encarnando a la nueva mujer, a la nueva Tierra, a la madre cósmica.

Aquellos que se encontraban en los laterales extendieron sus manos a cierta distancia por encima del vientre de ella, mientras que aquel que se encontraba al frente lo descubrió respetuosamente. Luego alzó sus manos, juntando las palmas y separando los dedos. En ese momento una poderosa energía a manera de esfera de luz se concentró entre las manos y al descender con ellas hacia la joven postrada, efectuó una cesárea totalmente aséptica, extrayendo del interior de la madre al niño predestinado; cortando de inmediato con la misma energía movilizada el cordón umbilical y procediendo de inmediato a limpiarlo, lo depositaron en los brazos de la madre. Luego, aquel que llevó a cabo la operación selló la herida con la luz, de tal manera que María, la virgen del templo, fue virgen antes, durante y después del parto. Era un 19 de marzo.

Recordemos que fechar el nacimiento de Jesús años antes de lo que tradicionalmente se supone es un hecho que está sustentado por diversos antecedentes históricos. Ello se ha determinado a partir de dos supuestos errores detectados en los documentos en donde se asientan los acontecimientos.

El primer error se cometió cuando el emperador Carlomagno dispuso la modificación del calendario con el fin de no tomar como referencia la fundación de Roma, sino el nacimiento del Salvador, fecha que hizo coincidir con la muerte de Herodes el Grande, siendo que ésta tuvo lugar cuatro años después que Jesús llegase al mundo. El segundo error data de la época del Papa Gregorio. En este caso el calendario sería modificado sin tener en cuenta el censo que Octavio Augusto mandara a realizar en Judea, por lo cual se añadieron tres años a la ya desfasada fecha.

Jesús tampoco nació en diciembre. La confusión viene que el día 25 de diciembre se celebraba en Roma la fiesta pagana del Sol, ocasión en que se hacían regalos a los niños. Al convertirse el imperio romano al cristianismo, para no perder la costumbre de celebrar esa fecha y al desconocer el día exacto del nacimiento de Jesús, éste se sobrepuso quedando estrechamente relacionado con aquella fiesta popular.

Y volviendo al relato, fueron entonces estos seres estelares, los primeros en rendirle homenaje a aquel que, teniendo el mismo nivel que ellos, venía a la Tierra, para llegar a ser más que ellos.

Los Reyes de la Hermandad

Pasaron dos años en que la familia debido al portento vivenciado en el lugar se había radicado en Belén. Fue entonces que llegaron a Judea los llamados magos de oriente, miembros de una secreta orden mundial positiva conocida como la Hermandad Blanca de los Retiros Interiores.

Ellos venían siguiendo una misteriosa estrella, que no era otra cosa que una nave portadora de los mensajeros del cielo, de los ángeles de antiguo, la que terminó deteniéndose sobre el lugar donde la familia vivía. Hasta allí fueron aquellos hombres santos que habían partido hacía dos años desde Mesopotamia después de haber realizado toda suerte de cálculos astrológicos. Venían trayéndole al niño objetos que le habían pertenecido en su vida anterior, los cuales él pequeño Yeshua ben Juseff, tal era su nombre, pudo reconocer sin dificultad de entre otros más atractivos.

Fueron suficientes los cálculos y las sincronías para saber que él era el enviado, el liberador, el Mesías esperado; aquel ungido desde antiguo para sacar a la humanidad del único original pecado que arrastra, que es la ignorancia. Los Magos Maestros a continuación entregaron a la familia recursos económicos para que se pudieran radicar en Egipto durante algunos años, para preservar así la vida del niño. Después de esto, alabaron a Dios y se regresaron por otro camino concientes que se había iniciado un Tiempo Nuevo lleno de esperanza, y que algún día la humanidad lo entendería y asumiría el reto de su propia cristificación.

Como un dato adicional, para comprender mejor la Misión de Jesús, debemos recordar que vivimos en un Universo Material de siete dimensiones, por lo cual poseemos siete cuerpos para actuar en aquellas dimensiones. La mayoría de los individuos que habitan nuestro mundo son seres de 3,3 lo cual significa que se mueven dentro de la tercera dimensión con sus tres primeros vehículos: el cuerpo físico, el astral y el mental inferior, que es el carácter y la personalidad. Pero Jesús era un 3,6 habiendo llegado a desarrollar en vidas anteriores su conciencia espiritual que es el 6. Mientras que los extraterrestres que nos visitan son seres de 4,4 y 4,5 esto es, que se mueven en una cuarta dimensión viajando a través del tiempo y del espacio, y con una conciencia de su potencial psíquico en adelante. Los que asistieron el nacimiento del Maestro Jesús eran 6,6.

Después de su resurrección, Jesús pasó a ser 4,7 nivel éste de séptima que nadie había alcanzado hasta ese momento, abriendo la puerta a realizaciones mayores de la propia humanidad. Veamos esto en las siguientes líneas.

El niño, el Hombre y el Cristo

La familia abandonó sigilosamente Belén y la provincia, trasladándose a Alejandría en Egipto, ubicándose al lado de los esenios alejandrinos conocidos como los terapeutas, donde permanecieron hasta que el niño cumplió los cinco años de edad, considerando entonces el momento de volver y estableciéndose por espacio de un año en una tienda de beduinos al lado del monasterio de Qumrán a orillas del Mar Muerto, recibiendo así la familia, especialmente el niño, una educación y orientación especial basada en la búsqueda de la verdadera pureza, la perfección y la bondad.

La historia de los Esenios data de 200 años antes de Cristo. En ese entonces se les conocía como nazarenos, del árabe nasrani o Guardianes de la Alianza, y formaban pequeñas comunidades asentadas a orillas del mar muerto y cerca de las grandes ciudades como Tiberíades y Caná, donde vivían observando fielmente los mandamientos de la Ley mediante votos de pureza, celibato y servicio a Dios.

Entre los años 175 y 150 antes de Cristo, la secta se estableció en las ruinas de un fuerte construido por los reyes Ezequías y Josías. Hacia el 137 a.C. arribó un segundo grupo, los llamados «sacerdotes de Sadoc«, procedentes de Leontópolis, Egipto, donde se había establecido una colonia judía en el año 154, bajo la protección Onías III. Este grupo se consideraba sucesor en línea directa del sumo sacerdote Sadoc y se sabe que los manuscritos bíblicos que obraban en su poder sirvieron de patrón para los trabajos de los copistas de Qumrán. El fundador del movimiento espiritual fue Moreh Sedeq, el Maestro de la Justicia, quien fue el restaurador de la Ley de Israel y fundador de la Comunidad de la Alianza, cuya misión era recuperar la esencia de la doctrina a través de una vida espiritual.

Posteriormente, José y su familia, se instalaron en forma definitiva en lo que conocemos como Nazareth, en donde existía una pequeña aldea de familias esenias que tenía talleres y atendían con sus servicios profesionales a otros pueblos y aldeas cercanas; entre esos talleres estaba el de carpintería y ebanistería de José. Allí Jesús trabajaba al lado de sus hermanastros, y desde ese lugar realizó algunos de sus viajes de preparación recordando con ellos iniciaciones pasadas. Desde los diecisiete años, él alternó temporadas de trabajo en la carpintería con esporádicas convivencias con los esenios, algunos viajes con caravanas a Mesopotamia, Persia, Agfanistán, El Himalaya y la India. Durante ese tiempo tuvo repetidos contactos y encuentros cercanos físicos con los Vigilantes y Guardianes extraterrestres, la Hermandad Blanca de los Retiros Interiores, maestros de diversas religiones y escuelas, pueblos exóticos y realidades crueles y duras, así como innumerables experiencias a niveles astrales y espirituales que lo prepararían para enfrentar su misión y la tentación intrínseca que ésta llevaba.

La tentación del falso reino

En sus cuarenta días de aislamiento en el desierto, durante los cuales ayunó y se preparó para lo que sería su misión pública, Jesús es tentado por los demonios, por las fuerzas oscuras del planeta que le dicen que si tiene hambre, por qué no convierte las piedras en panes, mas él les contesta que no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra salida de la boca de Dios, dándoles a entender que uno puede dejar de comer, pero no de respirar, porque la Palabra es el aliento…, el aliento es la respiración.

Lo lleva a la cornisa del templo y le dice que se arroje, ya que si va a empezar una misión tan peligrosa como la que tiene programada, es mejor que sepa desde ya, qué tan cerca realmente está Dios de su vida. Jesús le contesta, «escrito está no tentarás al Señor, tu Dios«. No le está diciendo, «no me tientes a mí, yo soy tu Dios», sino que no va a caer en el juego de tentar a Dios que le demuestre lo tan cerca que está de él.

Después lo lleva a lo alto de una montaña y mostrándole todo lo que tiene debajo, le dice que todo eso le dará si se postra a él y lo adora. Jesús vuelve a contestarle diciendo, «escrito está que sólo ante Dios te postrarás y sólo a él adorarás«. No le está diciendo «nooo, adórame a mí«. Naturalmente esa era la respuesta de un ser como él que no iba a caer en el juego de la vanidad o de los egos, teniendo por ese entonces ya mucho más claro el rol al cual se había comprometido.

Miguel: El Resplandeciente que convivió con el Hijo del Hombre

No fue precisamente en el momento en que Juan lo bautizó en el río Jordán en que se incorporaría el Hijo de Dios en el Hijo del Hombre. Esto sucedería gradualmente después cuando comenzó a reunir a sus discípulos. Jesús brindó sus siete cuerpos para que en un octavo superior, un ser ultraterrestre procedente de la octava dimensión en adelante, contribuyera a marcar el camino de la humanidad.

El Cristo Cósmico señala a aquella entidad del Universo Mental que asumiendo su parte en el Plan, convivió los tres años de la vida pública de Jesús, con él y en él. Ese ser es aquel que todos conocemos como el Arcángel Miguel, uno de los Resplandecientes Padres Creadores de universos, que no es Dios, sino una manifestación de él, como lo somos cada uno de nosotros también.

Además, para Jesús, por muy espiritual y evolucionado que fuera, naturalmente le resultaba difícil convivir con el conocimiento de la trama final de su existencia, por lo que esta entidad superior lo apoyó para que pudiera vivir con ese conocimiento y así poder enfrentarlo.

Antes, durante la etapa de preparación, Jesús tenía una idea de lo que sería su proceso, pero al iniciar su vida pública, llegó la información exacta y el detalle de cuanto le iba a acontecer. Era como una visión tenebrosa que producía una carga angustiosa excesivamente pesada. De allí la solidaridad manifestada en Miguel, quien también requería sentir esta dimensión y todo cuanto aquí se ha gestado. Recuerden que lo bueno y lo malo ha procedido de los mismos Padres Creadores Universo Mental , que por haberse acercado mucho a su creación, hoy se encuentran divididos y enfrentados.

El amor de ser vivenciado en su real dimensión y magnitud, es capaz de conectar universos paralelos y proyectarlo a uno mismo a dimensiones superiores, transformándolo. Esta conciencia se manifiesta también, cuando un ser eleva su vibración a tal punto, que despierta sus potencialidades, descubre su capacidad de actuar a través de sus siete cuerpos, de sus planos y de dimensiones de conciencia. Y siempre esa actuación es en función del servicio a los demás.

Durante sus tres años de vida pública, Jesús transmitió un mensaje de liberación a través del Amor y la Verdad. Hablaba que el Reino de los Cielos es un estado de conciencia al que se puede acceder por medio de la Voluntad y la Fe para sobrevivir a la muerte mediante una nueva alianza de lo eterno y lo interno.

El desenlace y la Victoria

Jesús pudo soportar la inmisericorde flagelación así como toda la angustia, el desaliento y miedo por cuanto no estaba solo, pero no por ello dejaba de sentir o sufrir, si no sería menos meritorio su sacrificio. Pero Miguel sí dejó al Hijo del Hombre, separándose de él en el momento de la cruz. Es durante la agonía de la crucifixión que Jesús expresó su inquietud porque se sintió solo y abandonado, pero era necesario que así fuese para que el ser material pudiese morir y él mismo, procurase con gran esfuerzo y supremo mérito, sellar su gran triunfo espiritual alcanzando la séptima dimensión de la conciencia en un acto de amor de inigualable repercusión cósmica. La expresión violenta de su muerte era porque la humanidad debe conmoverse frente a la injusticia, aprendiendo a ser solidario y porque muchas veces se puede medir el valor y la importancia de las cosas en función del rechazo y la contradicción que producen.

Cuando pudo haber maldecido a sus captores o a quienes le abandonaron y traicionaron, Jesús aprovechó e intercedió el perdón por todos ellos en un trascendental y definitivo acto de amor. Este triunfo sobrehumano le dio tal fortaleza espiritual, que posteriormente, vivió una resurrección física y posterior elevación en las naves de la Confederación hacia el centro del grupo local de galaxias. Allí fuera de nuestro tiempo, pero representándolo, conectó con el real tiempo del universo.

Jesús predicó la doctrina del amor durante tres años, llevando su mensaje hasta las últimas consecuencias, transformando su martirio en un triunfo espiritual de insospechadas consecuencias para la humanidad. Así, el Maestro marcó el camino y ahora es responsabilidad de todos, encontrar la vía para aplicarlo en nuestras relaciones y en lo cotidiano de nuestras propias existencias.

Después de su triunfo, Jesús fue llevado por José de Arimatea, Juan, Nicodemo y algunos sirvientes hacia el huerto de Getsemaní, que colindaba con una caverna en donde José había hecho excavar un sepulcro para él y sus descendientes. El domingo, tres días después de su muerte, y mientras los soldados romanos hacían guardia a su tumba, sucedió el portento. Su cuerpo comenzó a levitar. De cada una de sus células salió un haz de luz, como los fotones que acompañan el nacimiento de una estrella y la vibración alcanzada, que superó la velocidad de la luz, provocó el desplome de la piedra que servía de entrada al sepulcro. En ese instante, en medio de un gran resplandor, Jesús se desmaterializó proyectándose al hiper-espacio.

Los miembros del Sanedrín al enterarse de lo que vieron los soldados romanos en la tumba, se apuraron a buscar a un impostor. Buscaron entre los miles de peregrinos llegados a Jerusalén por la Pascua alguien que se pareciera lo más posible a él, y después de convencer al escogido con base a una cuantiosa suma de dinero, fue enviado en una caravana fuera de Judea, lo más lejos posible, diciendo por el camino que él era Jesús, que lo habían querido matar, pero que él se había escabullido. Este farsante se radicaría en Srinagar, Cachemira, un lugar que era un enclave caravanero y sede de una comunidad judía. Allí vivió y murió, cometiendo un pequeñísimo pero importante error como fue el de casarse… Jesús había hecho votos de celibato. Y es que conociendo el proceso llevado a cabo, hubiese sido una irresponsabilidad haberse hecho de este tipo de vínculos.

El Maestro convivió con los apóstoles cuarenta días más, como una purificación y cuarentena frente a lo que sería su misión hacia el mundo, distribuyendo roles y responsabilidades. A Juan, el llamado discípulo amado, por ser el más joven y en cierta manera el hijo espiritual de Jesús, lo dejó encargado de la Gran Hermandad Blanca de la Tierra, mientras que él se preparaba para cumplir su promesa de su regreso o gran retorno como El Cristo Cósmico.

El reencuentro en el Tiempo

Capítulo 21

Como Jesús es el Señor del Tiempo, y la Tierra será reconectada al Real Tiempo del Universo acontecimiento que guarda una estrecha relación con el Retorno de Cristo debemos mencionar aquí otros proyectos extraterrestres de civilización humana que se desarrollaron en América.

Uno de ellos, de singular importancia, fue el Proyecto Maya.

 

Los Mayas y el Calendario Mágico

Los Mayas fueron una de las más brillantes y poderosas culturas conocidas de Mesoamérica. Dominaban un lenguaje escrito, eran hábiles arquitectos, arriesgados comerciantes y talentosos artistas. No constituían un estado unificado, sino que se organizaban en varias ciudades-estado independientes entre sí que controlaban un territorio más o menos amplio. Tampoco hablaban una única lengua. Los grupos mayas se asentaron en un territorio continuo de casi 400,000 km2, que abarca los actuales estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Quintana Roo y partes de Tabasco y Chiapas, así como los países centroamericanos de Guatemala y Belize, y porciones occidentales de Honduras y El Salvador. Sobrevivieron seis veces más tiempo que el Imperio Romano, y construyeron más ciudades que los antiguos egipcios.

Los mayas eran pacíficos y vivían organizados por tribus en ciudades y pueblos que se confederaban sin un soberano común que ejerciera el poder. La tierra era propiedad común, distribuida por el cacique de la tribu. El arte maya, cuya cronología aún se discute, ofrece en todas las regiones donde se encontraban monumentales edificios de piedra, imponentes pirámides, templos y palacios recubiertos de elaborados relieves, pinturas murales, esculturas y ricas cerámicas.

Habrían aparecido en escena, según sus propias cronologías, en el año 3113 antes de Cristo, constituyéndose en una de las más avanzadas culturas de mesoamérica y el mundo. Sin embargo, todo el legado histórico sobre el pensamiento maya, es casi nulo, ya que además de su obra arquitectónica y algunas narraciones, directamente de ello sólo poseemos tres de los cientos de códices que quemó Diego de Landa, evangelizador español.

Los códices de Dresde y Tro-Cortesiano han revelado las hazañas que eran capaces de lograr, y si nos detenemos a pensar en el legado perdido, que durante siglos los sacerdotes mayas habían atesorado, es triste imaginar toda la influencia que pudo haber tenido en el «viejo mundo».

El tiempo era meticulosamente medido por los sacerdotes mayas, y el pueblo tenía sus raíces aferradas a las creencias astrológicas. La necesidad de seguir patrones de vida regidos por sus «dioses», según la tradición venidos de las estrellas Pléyades, los inspiró a crear el Tzolkin (cuenta de los días) que es un calendario astrológico de 260 días formados por 20 meses con 13 días cada uno. El Tzolkin regía la vida del pueblo.

Hunab Ku, es el centro de la galaxia, y a su vez, el corazón y la mente del Creador para los mayas. Si bien existían «esencias» menores, como Chac, dios de la lluvia, Hunab Ku era el centro de todo, y hacia allí y a través del sol, dirigían su mirada al estudiar las estrellas. Este conocimiento ancestral confirma lo que los Guías nos han venido transmitiendo sobre las emanaciones de energía provenientes del Sol Galáctico y su importante influencia en nuestra vida.

Así, poco a poco se descubre el legado maya, y somos más quienes nos maravillamos con estos astrónomos, matemáticos, físicos, ingenieros, constructores; que poseían en lo que en nuestra visión ingenua del mundo creemos que es una civilización un poco primitiva, pero a la luz de los números mayas y su conocimiento, debemos comprender que sabían tanto o más que nuestros actuales científicos.

Es más, sus medidas astronómicas probaron ser tan exactas, que comparándolas con las medidas tomadas por la NASA son apenas diferentes en milésimas de segundo; por ejemplo: según los mayas, la rotación completa de la tierra alrededor del Sol es de 365,2420; mientras que la NASA lo mide en 365,2422.

Sin embargo, lo más importante que han dejado los mayas, han sido sus avisos a la humanidad futura, como el que constituye la profecía de reconexión con el Tiempo Real.

Por alguna razón, en el auge de su brillante civilización, abandonaron sus ciudades, dejando atrás palacios, observatorios astronómicos, obras de arte, cientos de monumentos y estelas… y desaparecieron.

 

El Rayo Sincronizador

Los mayas nos dicen que desde el centro de la galaxia (Hunab Ku), cada 25.625 años, surge un «rayo sincronizador«, que sincroniza a nuestro Sol y a todos los planetas, con una poderosa emanación de energía. En la rotación completa del sistema solar en la galaxia, ellos hacían una división de dicha elipse en dos, con una fracción cada una de 12.812 años, llamando a la fracción más cercana al centro de la galaxia, Día, y a la parte más alejada de Hunab Ku; Noche, tal cual se divide en día y noche en la Tierra. A su vez, dicha elipse era partida en cinco períodos de 5.125 años: los cuales eran: Mañana, Mediodía, Tarde, Atardecer y Noche. Según los mayas, justamente en nuestro nuevo milenio, estaremos ingresando en la mañana galáctica, y es marcada por el rayo sincronizador desde Hunab Ku.

Ahora bien, en el año 1997, la NASA descubrió que desde el centro de la galaxia, comenzó a emitirse enormes cantidades de energía… ¿Será la energía del Sol Manásico que hablaban los Guías, y que puede ser canalizada por los Cristales de Cesio? Los mayas nos dicen que el período intermedio al traspaso, dura 20 años, y ellos lo llaman «El tiempo del No-Tiempo«, en donde ocurren grandes cambios. Es allí cuando debemos ser capaces de transformarnos. Esta transformación implica algo tan profundo como la elección de evolucionar. Energéticamente, concientemente, completamente.

Los datos científicos recopilados en estos años respaldan esto. Veamos algunos:

1. En septiembre de 1994, todas las líneas magnéticas terrestres sufrieron disturbios, disminuyendo y moviéndose; lo cual ocasionó que muchas ballenas encallaran, y pájaros en migración se perdieran. Incluso en los aeropuertos, debieron reimprimirse mapas, y los aviones debieron aterrizar manualmente.

2. En 1996, Soho, el satélite enviado a estudiar al Sol, descubrió que nuestra estrella ya no tenía polo norte y/o sur, se había convertido en un solo campo magnético, las polaridades se homogenizaron. En el mismo año, se produjo un «bamboleo» magnético que ocasionó que nuestro Polo Sur, en un solo día, se moviera 17° de su posición, comportándose erráticamente.

3. En 1997, ocurrieron grandes tormentas magnéticas provenientes del Sol, que incluso destruyeron satélites orbitando la Tierra. Por si esto fuera poco, según las mediciones comparadas, la Tierra se ha acelerado y ha perdido gran parte de su energía magnética, ya que en 1996, teníamos 4 Gaus, y en 1999, había disminuido a 1.5 Gaus. La aceleración de la frecuencia vibratoria terrestre se demuestra en que en 1997, la frecuencia era de 7.8 Hz, mientras que en 1999 se elevó a 11.5 Hz.

La fecha clave de este proceso o el inicio del mismo es el año 2012, cuando termina el «Tiempo del No-Tiempo«. Curioso es tal vez, mencionar, que según los estudios matemáticos de Paracelso, sobre el llamado «Final del Tiempo», nos dice que en realidad, dicha época, marcada por finales o principios, ronda exactamente en los años 2012 al 2017. Esto quiere decir, como bien nos han enseñado los Guías, que estamos viviendo un momento extraordinario, donde los tiempos han de reconectarse, como lo hizo Jesús.

La Civilización Maya recibió estas claves y he allí el legado de los mensajeros celestes, que, curiosamente, habían venido de la estrella «Maya» de las Pléyades, para enseñarles precisamente que vivíamos en un mundo con un tiempo ilusorio. No es casualidad que en oriente se llame «Maya» al mundo de la ilusión, y del cual la humanidad debe despertar.

 

El Proyecto Inca y la Protección del Disco Solar

Hablar de la reconexión de los tiempos, es hablar también del Gran Disco Solar, que como mencionamos, fue construido por la Hermandad Blanca del espacio que llegó hace miles de años al desierto de Gobi.

Aquellos 32 Maestros Cósmicos, actualmente se encuentran en animación suspendida, estando sus cuerpos «dormidos» y sus esencias en un estado «permanente» de astralidad, con la intención de equilibrar la pugna de fuerzas en nuestro planeta. Ellos, aun permanecen en su gran nave triangular bajo las arenas silentes del desierto de Gobi.

Para darle continuidad física a su misión en la Tierra, aquellos mentores entregarán a los sacerdotes sobrevivientes de Atlántida la posta para resguardar el conocimiento. Ello significaba también confiarles el resguardo del Disco Dorado que construyeron, y que constituye una suerte de «llave interdimensional«.

Así, el Disco Solar será colocado en un templo subterráneo cerca al actual lago Titicaca, en Bolivia.

 

Ciudad Eterna o la Legendaria Wiñaymarca

Este lugar era llamado «Ciudad Eterna«, la antigua Wiñaymarca del gran Huyustus, el primer Gran Maestre de los sacerdotes salvados de las aguas.

Ciudad Eterna se mantuvo activa por miles de años; su maravillosa arquitectura se erguía desde las galerías intraterrenas hasta sobrepasar la helada superficie andina, mostrando sus colosales paredes y sus finos grabados en la roca. Este centro espiritual, la legendaria Wiñaymarca, que otrora fue resplandeciente en las cercanías del lago sagrado, cobijó una estirpe de sabios, herederos de un conocimiento antiguo y de una noble responsabilidad; así era Ciudad Eterna, cuyo único testimonio se ampara en las leyendas y en las ciclópeas ruinas de Tiahuanaco.

En este lugar se habría desarrollado una alta civilización de gigantes, así como lo describe Pedro Cieza de León en el año 1550, al decir que fue edificada antes del diluvio, en una sola noche y por «gigantes desconocidos«. El padre Bernabé Cobo, también hace referencia a gigantes en sus crónicas. Según su relato, un tal Juan de Vargas halló entre las ruinas los restos de unos de estos gigantes…

El significado etimológico de la palabra Tiahuanaco es: tio en aymará quiere decir diosti-huan, se traduciría de dios; y aKa significa esto. Entonces Tiahuanaco es igual a decir esto es de dios, un nombre que por sí solo revela para qué fue utilizada esta legendaria ciudad: como un templo sagrado.

No obstante, su conformación pacífica e inofensiva la transformaría en un blanco sencillo para los aguerridos pueblos que habían surgido como ocurrió también con otros proyectos de Civilización, entre ellos el Sumerio y el Olmeca, previo a la aparición de los Mayas .

Ante la amenaza, los Maestros pusieron a salvo el Disco Solar, y sellaron la entrada del templo subterráneo que lo albergaba. Los invasores nunca encontrarían el recinto secreto, aunque dieron muerte a varios sacerdotes de la ciudad.

Uno de los descendientes directos de Huyustus se dirigió hacia una isla del gran lago sagrado, conociendo de antemano en qué lugar la actual isla del Sol en Bolivia se encontraba un antiguo túnel que le ayudaría a escapar del peligro. Este hombre, hábil e inteligente, sería conocido más tarde como Manco Cápac o Ayar Manco.

Según nuestras observaciones, en la isla se encuentran numerosos túneles, que lamentablemente han sido tapados y enterrados por la superstición de la época feudal boliviana, tal como ha ocurrido también en Perú y Ecuador. Empero, luego de diversas indagaciones, encontramos una de las posibles entradas -tapada también por cierto- al túnel que se afirma conecta con la Isla de la Luna y, por si esto fuera poco, con Cusco en el Perú.

Cualquiera que ve esto, no podría evitar pensar que Manco Capac y sus hermanos, viajaron al Cusco bajo tierra, salieron por las cavernas de Pacaritambo, y luego caminaron hasta encontrar el lugar definitivo: el Cerro Huanacaure, desde donde se iniciaría el Imperio Inca.

Pero ante esto, en el resguardo, Manco Cápac comprobó que muchos hombres se hallaban en estado de barbarie, y lejos de sentir rechazo hacia ellos, se apiadó del ritmo tan violento que llevaban. Fue así, que guiado por una fuerza superior, decidió ayudar a aquellos pueblos, para que estos conocieran la Luz de la civilización. La Confederación Galáctica aprobaba sus intenciones y le otorgó el apoyo necesario para iniciar lo que se denominaría Proyecto-Inca.

Cabe mencionar que Manco Cápac no estaba solo. Ayudado por su hermana de sangre, quien es mencionada en las leyendas andinas como Mama Ocllo, iniciaron este proyecto de instrucción y ejemplo.

 

Los Hijos del Sol

Manco Cápac y Mama Ocllo, según la leyenda, bajo las órdenes del Astro Solar, emergieron del lago Titicaca para cumplir con su intención de ser la guía y orientación de los pueblos que vivían en estado de barbarie.

Estos enigmáticos personajes poseían un bastón de oro, y donde se detenían, lo clavaban en la tierra. En un determinado punto, el bastón se hundió totalmente: se había encontrado el lugar propicio para iniciar el desarrollo de una de las culturas más importantes del mundo. Así se habría iniciado el Imperio del Tawantinsuyo (Tawa significa cuatro, y Suyo, región).

Debemos mencionar que Manco Cápac y Mama Ocllo, ya desde niños, habían sido preparados previamente por los mensajeros celestes, fuera de la Tierra. Por tanto la misión que ellos tenían de sembrar las bases de una avanzada civilización en Sudamérica era parte de un proyecto que procuraba la activación del legado de la Hermandad Blanca y la futura protección del Disco Solar. Los Incas, tendrían esta misión suprema: proteger la sagrada herramienta que une los tiempos.

La relación de todo esto con el mundo subterráneo es importante.

Por ejemplo, existe otra leyenda sobre el origen de los incas en donde se habla que cuatro hermanos y sus mujeres salieron de una caverna para fundar el Imperio del Sol. Una vez más, el protagonista es Manco Cápac, quien finalmente cumple su misión. Sea como fuese, ambos relatos nos colocan ante un inicio marcado por particulares características que le van a dar vida a esta sabia civilización.

El Imperio Inca, fue un gran imperio que en líneas generales, se extendió desde el sur de Colombia a la parte central de Chile y desde los Andes hasta la costa. El lugar escogido para sembrar las bases de una nueva civilización fue el Qosqo (Cusco), punto magnético que reunía las condiciones para servir de escenario a esta elevada cultura. Los primeros tiempos de lo que podríamos llamar la «segunda dinastía Inca«, la primera corresponde a Tiahuanaco transcurrieron con suma felicidad, paz y abundancia.

Los incas desarrollaron una economía basada en una intensiva construcción de hileras de terrazas en las montañas, en las que consiguieron una maestría en el arte hidráulico y de irrigación de las aguas. Su civilización se congregó tanto en centros urbanos como en redes de caminos. Tuvieron una administración eficiente y manejaron con destreza las artes así como el refinamiento de metales trabajados; su arquitectura eficaz y sobria, contrastaba con una artesanía muy singular en las telas y de exquisito gusto en su acabado. También, una extraordinaria mano de obra en la alfarería complementó las diversas artes en que se expresaron.

En un ligero pero muy bien dotado repaso a la religión incaica, podríamos decir que fue en un principio «sencilla». Sólo adoraban a Viracocha a quien ellos denominaban dios creador y unos pocos más como: Inti, Mama Quilla, Pacha Mama y Pachacamac.

Viracocha, también llamado Illa Viracocha Pachayachachi, era considerado como el esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos Tiahuanacos, que provenían de Titicaca. Creó el cielo y la tierra, y la primera generación de gigantes que vivían en esta zona.

El culto al dios creador suponía un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado sólo a la nobleza. Viracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada (!) y tenía un compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, gran sabedor de maravillosas cosas e incluso de los acontecimientos futuros.

Ya en 1977, la arqueóloga María Scholten de d’Ebneth, sacudió los cimientos de la academia al publicar por primera vez sus investigaciones sobre «La Ruta de Viracocha«. En dicho estudio, la señora Scholten demostró que diversos puntos arqueológicos de Bolivia, Perú y Ecuador -lugares que las leyendas marcan como «zonas de paso» del dios instructor Tecsi Viracocha– estaban magistralmente alineados con el uso de la geometría, poniendo así sobre el tapete los verdaderos conocimientos científicos de las antiguas culturas andinas. Esto resulta particularmente inquietante ya que lo primero que uno se pregunta es: ¿Entonces quién fue realmente Viracocha? Uno de los Instructores celestes.

 

De Manco Cápac a Atahualpa: De la Luz a la Oscuridad

No pasaría mucho tiempo para que Manco Cápac revelara la existencia del Disco Solar; así, antes de su muerte, le confió a Sinchi Roca, su sucesor, la entrada secreta al recinto subterráneo que se hallaba a orillas del lago Titicaca, conocido antiguamente como Mamacota o Puquinacoha (lugar de origen). El Disco fue hallado y de inmediato fue trasladado al Koricancha de Cusco, el templo de oro dedicado al astro solar.

Lamentablemente la sangre guerrera de los incas empezaría a surgir. Guiados por Sinchi Roca curiosamente Sinchi significa «guerrero»; «demasiado fuerte», «amargo» llevaron a cabo un plan que procuraba expandir el imperio más allá de los límites conocidos. Así comienzan a transcurrir los primeros años de esta «segunda dinastía inca» en donde pasaron por gobiernos pacíficos como el del estadista y contador Lloque Yupanqui, al poderoso y conquistador de Cápac Yupanqui, quien extendió los límites de sus reinos más allá de las tierras conocidas.

Entre guerras externas e internas transcurriría gran parte de los períodos entre el séptimo Inca, Yahuar Huaca y el noveno, Pachacutec, quien también sería recordado como el mayor de los constructores no sólo de los grandes e imponentes templos, sino también, del planeamiento urbano y estratégico de defensa de sus ciudades.

Pero la cuenta regresiva del final no se hizo esperar y comenzaba a marcarse con la llegada del décimo primer Inca, Huayna Cápac. La Gran Hermandad Blanca en su retiro en la selva de Madre de Dios, al oriente del Imperio, no era ajena a los acontecimientos que estaban a punto de suceder.

 

Paititi, la Ciudad Secreta

Huayna Cápac, padre de Huáscar y Atahualpa, ascendió al trono en el año 1481, a los 30 años de edad. Era afable y muy querido por sus vasallos; se le admiraba por su valentía y prudencia, y se le temía por ser un implacable conquistador. Tuvo más de cien hijos varones y unas cincuenta mujeres. Con la hija del señor principal de Quito, engendró a Atahualpa, mientras que Huáscar nació en Qosqo (Cusco), producto de la unión con la coya Rahua Ocllo, su hermana y segunda mujer legítima, ya que la coya de mayor edad no le había podido dar descendencia.

Huayna Cápac gobernó por más de tres décadas continuando con su política de extensión territorial y fortaleciendo la organización estatal iniciada por su padre Túpac Inca Yupanqui, gran conquistador y estadista. éste, quiso llevar a cabo una ambiciosa expedición militar de conquista hacia la zona selvática de Madre de Dios con más de 40.000 guerreros, para ensanchar las fronteras de imperio al Antisuyo. Pero está demostrado que las fuertes resistencias de las tribus aborígenes, mas la difícil geografía de los torrentosos ríos, así como las selvas tupidas e impenetrables, el excesivo clima cálido y todo tipo de parásitos y alimañas, obligó a las diezmadas huestes incas a pactar con el Gran Yaya, señor y cacique de las tribus de la región del Paititi.

Según la leyenda, testimonio de dicho convenio fue la construcción de la ciudad llamada Paiquinquin Qosqo, «ciudad gemela de Cusco«, en la meseta del Pantiacolla, como último puesto de penetración en la selva, conectada con Paucartambo por siete tambos y pucaras a lo largo del camino.

Al pie de la ciudad se construyó una laguna de forma cuadrada para asegurar los recursos hídricos. Este lugar, considerado como un santuario por los lugareños, se encontraba al lado de una gran cascada y de una montaña atravesada por profundas cavernas. No obstante, no debemos confundir esta penetración inca en la selva como la fundación real de Paititi. En realidad, el verdadero Paititi es una ciudad intraterrestre, establecida antes que la propia aparición del Imperio Inca por supervivientes de la Atlántida.

Por ejemplo, las propias leyendas cuentan que del interior de las grutas se veía salir a hombre muy altos vestidos de blanco o con trajes de color ocre. Así, la avanzada inca no solamente tuvo que solicitar autorización de los indígenas de la zona, sino también, a los habitantes de los subterráneos o los «guardianes primeros». Se decía que estos, los Paco Pacuris, eran sobrevivientes de una civilización que se extendió por toda la región amazónica y que representaban a una humanidad intraterrestre.

 

El Ocaso del Tawantinsuyo

Sería el hermano secreto de Huascar y Atahualpa quienes peleaban por asumir la conducción del Imperio Choque Auqui, un hombre joven, de mediana altura y buen ver, intuitivo e inteligente, quien culminaría la misión de los Incas, que se vio afectada por el mal uso del poder. Conquistaron desmedidamente, y por ley de causa y efecto, terminarían conquistados.

Desde el centro principal de la Jerarquía, construido bajo tierra en las selvas de Madre de Dios actual Perú, región la cual trató de conquistar como se reseño antes, Tupac Inca Yupanqui llegaron tres emisarios al Imperio, advirtiendo el desenlace fatal que se aproximaba.

Los Maestros Incas sabían que los enviados del reino intraterrestre se hallaban en lo cierto, ya que diversas señales que habían venido observando apuntaban al final del Imperio. Entonces, luego que se marcharon los emisarios, los ancianos quipumayoc escondieron todos los archivos que pudieron reunir de la cultura andina; de igual forma llevaron el Disco Solar hacia un lugar seguro. Un disco fabricado en oro puro, idéntico al original, sería puesto en reemplazo en la pared del Coricancha esto para no despertar sospechas .

Por ello, el príncipe Choque Auqui convocó en secreto a los amautas o maestros y les planteó la posibilidad de una fuga colectiva rumbo a un lugar seguro, donde los Paco Pacuris habían llevado el Disco de Oro para protegerlo, y que no cayese en manos de los conquistadores.

Para llevar a cabo esta huída, Choque contaría con la ayuda de los habitantes del pueblo, de los sacerdotes y de los mamacunas cerca del Templo del Sol. Desde allí los enviados entrarían en el Coricancha durante la noche, para ingresar en la Gran Chingana -en quechua «Laberinto»- un túnel laberíntico subterráneo que va por debajo de la ciudad hacia la fortaleza de Sacsayhuamán; luego seguirían por otro túnel cercano en dirección a Paucartambo, y de allí, finalmente en la superficie, venciendo duros parajes, hacia las selvas del Manú.

 

El despertar del Disco Solar

La huída de Choque Auqui y la protección del Disco Solar se habría dado en el año 1533. El Disco, hoy custodiado por los Maestros de la Hermandad Blanca del Paititi, es una suerte de herramienta cósmica que actúa como una «llave» interdimensional, pudiendo llevar al planeta entero al Real Tiempo del Universo, cuando se produzca, como vimos, la reconexión de los tiempos.

Por ello los Maestros dicen que el disco no representa en verdad a nuestro Sol, sino al Sol Central Galáctico. Y ahora sabemos, que tampoco es el único.

Además del Gran Disco del Paititi, existen otros 12 discos que fueron construidos por las antiguas civilizaciones de América bajo la supervisión de los mensajeros celestes. Estos discos formarán una verdadera red energética que, atada al Disco Solar del Paititi, en el momento cumbre de la conexión galáctica, elevarán la Tierra.

Estos discos están custodiados actualmente en los Retiros Interiores de la Hermandad Blanca, en lugares como Monte Shasta (USA); El Valle de Las Siete Luminarias (México); Ciudad Blanca (Honduras); Guatavita (Colombia); Roraima (Venezuela); la Cueva de los Tayos (Ecuador); el desierto de Atacama (Chile); el Titicaca (Bolivia); la Sierra del Roncador (Brasil); Talampaya (Argentina); entre otros enclaves en Sudamérica.

Estos 13 Discos el de Paititi y los doce restantes forman «La Red del Tiempo«, y es curioso, que para los mayas, el número 13 representaba precisamente al tiempo, y que el sacerdocio mágico estaba compuesto por un Maestro y doce discípulos, como fue con Jesús y sus apóstoles. Bajo este simbolismo, el Disco del Paititi representa a Cristo, y por tanto su Retorno como Señor del Tiempo.

No es casualidad, tampoco, que dentro de la Cosmogonía Andina se espere al príncipe Choque, el Inca Rey, que deberá volver de Paititi al Cusco, el «ombligo del mundo«, para reestablecer el orden y sellar un tiempo nuevo.