La Puerta Invisible del Desierto de Gobi
Mongolia, Agosto de 2007
Introducción
La existencia de un conjunto de seres altamente evolucionados, apartados del hombre en algún lugar secreto de la Tierra, ha encendido la imaginación de incontables buscadores; a veces, con la misma pasión que genera el fenómeno de los ovnis. Pero lo cierto es que una u otra circunstancia empuja hacia horizontes desconocidos. Muchos partieron en busca de aquellos seres. Se intentó, de hecho, poner en un mapa el lugar exacto de sus moradas sagradas. Si éstas eran físicas o espirituales, no importaba, sino llegar a ellas y develar el misterio de aquella «academia invisible» que vigila el mundo; en otras palabras, las actividades de la Hermandad Blanca. Desde luego, nosotros no somos investigadores -a pesar de que procuramos estudiar y comprender todo lo que hemos afrontado en la experiencia de contacto-; sencillamente, somos caminantes. Y bajo ese símbolo fuimos convocados a una de las zonas más remotas del planeta para sellar un proceso y recibir un mensaje. Anteriormente, ya habíamos explorado lugares de poder vinculados a la Hermandad Blanca. Estuvimos en las selvas de Roncador y Paititi, en Hayumarca y el lago Titicaca, en la Cueva de los Tayos, Ciudad Blanca, Monte Shasta, Egipto, entre otros enclaves. Y en todos esos puntos vivimos extraordinarias experiencias. Un acercamiento con una realidad que esta vez no fluía desde las estrellas, sino desde las zonas más inexploradas de nuestro propio planeta.
Desde que se inició el contacto en 1974, todo parecía apuntar a los Retiros Interiores y la entrega del denominado «Libro de los de las Vestiduras Blancas un conjunto de enseñanzas e informaciones que nos permitiría comprender el significado más profundo de nuestra misión personal y colectiva. Como fuere, a 33 años de haberse desencadenado la Misión Rahma, la invitación al desierto de Gobi parecía insinuar que estábamos a punto de culminar un ciclo de contacto y experiencias; en definitiva, una larga y necesaria preparación.
En esos años, redescubrimos que aquellos seres existen. Que hace mucho se encuentran entre nosotros. Y que en sus moradas intraterrestres protegen la clave de los tiempos: lo que fue, es, y será. Ante todo esto, no debería sorprender la invitación al desierto de Gobi. Sin embargo, desde que se inicio el proceso de preparación del viaje -hace nueve años- una fuerza indescriptible empezó a movilizar nuestro corazón. Una fuerza que, literalmente, «explotó» cuando pisamos aquel desierto mongol donde hace miles de años se estableció la Hermandad Blanca.
Este viaje, sin duda, no fue la aventura de un puñado de almas que intentaban entrar a Shambhala. Fue un paso colectivo y no sólo simbólico. Muchas fuerzas fueron activadas o «despertadas» con los viajes de agosto. Con esta nueva experiencia, reaprendimos el valor y significado real de las expediciones a los Retiros Interiores.
En los mensajes y contactos previos a Mongolia se nos había anticipado que se cerraría un ciclo, y que podríamos acceder a un conocimiento resguardado desde hace miles de años. La historia que conocemos, habla sobre el arribo de «32 Mentores de la Luz» y la trascendental fundación de Shambhala. Pero hay más. Y de eso se trata este informe. Al menos en parte. Lo más importante, aunque resulte difícil de entender, no fueron ni las experiencias, ni el conocimiento que nos fue entregado, sino «algo» que sentimos y recibimos en aquellas dunas y estepas milenarias. Una magia difícil de transmitir, pero que esperamos plasmar de alguna u otra forma en estas líneas. Sabemos que lo sentirán en la medida en que vayan sintonizándose con la narración de nuestro viaje, que fue también el vuestro.
No sabemos cómo opera. Ignoramos cómo funciona. Pero está con nosotros desde el preciso momento en que pisamos aquel lugar que custodian los lamas del desierto de Gobi.
Quizá, todo lo que vivimos, sea un anticipo de la nueva etapa que empieza de hoy en adelante para cada uno de nosotros.
VIDEOS
1. Los Ojos de Shambala
Los Lamas del desierto de Gobi (Mongolia) custodian desde hace mucho un centro de poder, una suerte de «puerta de luz» que esta conectada con el mayor secreto de Asia: la ciudad intraterrestre de Shambhala.
Nuestros grupos de contacto, por primera vez, alcanzaron el lugar. Un enclave magico e indiscriptible. Este vortex de energia ha permanecido ajeno a occidente, y hoy se abre al mundo porque son los tiempos.
He aqui un breve video de nuestro viaje, llevado a cabo en agosto de 2007. Es un agradecimiento a todos los grupos espirituales del mundo que apoyaron nuestra expedicion a distancia.
www.legadocosmico.com
2. Mantran Lamas del Gobi
Este es el mantran que elevan los monjes del Monasterio de Khamar a los peregrinos que se embarcan tras Shambhala.
Desierto de Gobi, Mongolia, Agosto de 2007.